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The Great Water

Drama Un hombre viejo recuerda, en los últimos momentos de su vida, su infancia en un orfanato de la Yugoslavia estalinista. (FILMAFFINITY)
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
8 de diciembre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film que una vez más deja muy buenas sensaciones en torno a la calidad de la industria del cine macedonia que, aunque pequeña, no deja de sacar productos sorprendentes y atrevidos. En este caso nos encontramos en el verano del 45, recién terminada la Segunda Guerra Mundial. La película comienza prácticamente con la caza y captura, como si de un animal salvaje se tratara, de un joven que después descubriremos que no sólo es huérfano, sino que además sus padres habían sido colaboracionistas con las tropas de ocupación alemanas y búlgaras (al igual que los de todos sus compañeros en el orfanato). Precisamente el lugar donde se grabó la película, Bitola, es la segunda ciudad más importante de Macedonia y la primera en ser liberada por los partisanos. No he podido ahondar lo suficiente como para saber si existió el orfanato que aquí se nos muestra, en cualquier caso es lo de menos ante la situación que se nos muestra en la película: sólo hay que remitirse a las fuentes para constatar la manifiesta crueldad de un régimen como el yugoslavo surgido de una sangrienta guerra civil y situado bajo la egida de Stalin. La Yugoslavia comunista fue un régimen construido sobre la violencia y la admnistración dosificada de ésta a lo largo de sus primeros años en forma de políticas totalitarias (es decir, un intento por mediatizar las vidas de todos los individuos postrando su condición individual al interés común en base a la homogeneización más radical que podamos imaginar). Este film nos lo muestra a la perfección y nos da una idea de lo lejos que pueden llegar las políticas de los estados totalitarios: aunque esto no se diga es evidente que estos niños están pagando por los actos de sus padres, ellos serán quienes purgen los pecados de sus progenitores (esto es algo que también hacía el Franquismo al hacer pagar a las viudas de republicanos fusilados durante los años de la guerra las penas económicas establecidas por la Ley de Responsabilidades Políticas).

Los regímenes totalitarios nunca plantean la integración de la disidencia, sino su erradicación. Para ello nada mejor que la educación y una buena dosis de violencia para vehicular ésta. La violencia como canal de comunicación del poder como diría un experto en estos menesteres como el profesor Javier Rodrigo. Este orfanato es un análisis del "modus operandi" de los regímenes totalitarios, un film bien documentado que nos ofrecerá perspectivas desconocidas en torno a los orígenes del régimen titista en un lugar de la federación yugoslava que a menudo nos pasa desapercibido por su posición periférica. Estamos ante un intento valiente en tanto que, además, es la adaptación de una obra literaria de Zivko Cingo con toda la complejidad que algo así conlleva.

Pero es que además la historia es verdaderamente fascinante, pues nos muestra toda la grandeza y miseria del ser humano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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