Open 24h

Una propuesta muy estimulante para los que no tienen miedo de un cine alejado de convencionalismos. Al empezar la primera secuencia ya se nota que vas a ver algo algo diferente y la atmósfera en sala se va cargando a medida que avanza el metraje. La película consigue atrapar gracias a la empatía que se genera con el protagonista y a una puesta en escena que produce un efecto hipnótico en el espectador. Hay momentos delirantes cargados de humor negro. Algunos personajes secundarios no tienen desperdicio. El director se arriesga con este ejercicio de estilo y consigue salir mas que airoso. Muy recomendable.

Es una película muy valiente y tal vez no para cualquiera. En un mundo donde la "comercialidad" de una historia presiona con demasiada fuerza es difícil levantar un proyecto sincero. La auto-censura es la peor de las censuras y Carles Torres (Realizador) en esta película se despoja de artificios para narrar con un lenguaje cinematográfico audaz una historia en la que mucha gente puede sentirse identificada. La sociedad puede ser muy cruel y en el fondo del pozo qualquiera puede perder la perspectiva de las cosas. Amadis (protagonista) es la columna vertebral de esta película haciendonos creible la degradación de su personage por parte de las circunstancias adversas que le van acorralando. La fotografía en blanco y negro no recuerda a las películas del cine negro americano sinó que es una apuesta atrevida y moderna que lejos de darnos una visión naturalista o documentalista nos ayuda a sentir la angustia que sufre el protagonista. A medida que vamos perdiendo nuestra inocencia dejamos de pensar que las cosas son blancas o negras y empezamos a descubrir la amplia gama de grises.

Magnífica película, aunque seguarmente provocará división de opiniones por lo arriesgado de la propuesta. La película es honesta de principio a fin y no pretende aparentar mas de lo que es. Buen trabajo de los actores, en especial del protagonista que nos transmite la desazón de un personaje asfixiado por la rutina. Gran fotografía en blanco y negro, muy expresionista. Algunos planos son de una belleza que permanece en la retina.

"Open 24h" es una propuesta independiente de Carles Torrás, dirigida y producida por él mismo, con proyección internacional. Esta es su tercera película tras las interesantes "Jóvenes" donde nos presentó a actrices que en este momento están tomando relevancia como Aina Clotet o Natasha Yarovenko, además de su actriz fetiche, Judith Uriach; y la premiada "Trash", con Óscar Jaenada y Assumpta Serna.

La propia sinopsis de la película nos cuenta que "Open 24h" es la historia de Héctor, un joven que trabaja como vigilante nocturno y que debe cuidar de su hermano que padece una minusvalía física y psíquica. Héctor lucha día a día para salir adelante, pero los problemas se le acumulan. Un juicio pendiente, un trabajo agobiante, un padre maltratador… Héctor trata de no hundirse, pero solo consigue vivir en un letargo permanente. Un letargo del que puede ser peligroso despertar...

No puedo estar más de acuerdo, la vida de Héctor es un letargo permanente. Un letargo en el que nos adentra a todos. La película se pierde entre silencios y largas escenas en las que no pasa absolutamente nada, resulta pesada, incómoda y aburrida para el espectador, cuyo mayor aliciente puede convertirse en el de luchar por no quedarse dormido en su butaca.

"Open 24h" es un largometraje muy corto, solo 70 minutos. Pero es que de esos 70 minutos, le sobran, al menos 50. Podría haber sido un cortometraje interesante de haberle restado esa cantidad de tiempo. Pero es que estos 50 minutos han sido utilizados para incluir, además de incómodos silencios, pequeñas tramas sin ningún tipo de interés para el espectador, ni para el resultado final de la película, hechas con el único fin de alargar el film. O de demostrarnos aún más la gran mierda, y perdonen la expresión, que es la vida de Héctor. No era necesario.

Parte de una premisa similar, salvando las distancias, a la de "Azuloscurocasinegro", ese peliculón que empezó su carrera fascinando en el Festival de Málaga, y todos sabemos el éxito que alcanzó. Sin embargo, esta se va mezclando con el color de su pantalla (está rodada en blanco y negro), para terminar convirtiéndose en algo así como "Grismuymuyoscurocasinegro"

Hay que reconocerle un buen trabajo, sobre todo del debutante protagonista Amadís de Murga, pero que es insuficiente para levantar el film. Ni siquiera el "sorprendente" final consigue alterar el resultado. Ni desperezarte en tu asiento.

Una historia de marginación, minusvalías, malos tratos, soledad, rutina y dificultades sociales que no logra emocionar, no logra alcanzar el corazón. Es más, puedes pasar con completa indiferencia ante ella, no llegas a conectar con los protagonistas, a empatizar con ellos. Como si esto le estuviera ocurriendo a personas muy muy lejanas...

Mi valoración: 4

Film de setenta minutos de duración que podría haber durado veinte minutos perfectamente pero que parece tener un metraje de dos horas largas debido al poco diálogo que posee aunque también hay que verlo desde el lado del director; intenta meternos en las carnes del protagonista, sufriendo en silencio todo lo que le sucede alrededor, cosa que, a ratos, no logra y consigue aburrir al espectador, a ratos nos tienen en tensión pero por la duda de como acabará la situación, cosa predecible. A mí me ha recordado, muy por encima, a "Biutiful" por lo que pasa el protagonista del film aunque no tiene nada que ver una película con la otra. Rodado en blanco y negro y con actuaciones que nos deja indiferentes, estamos ante una película con aire más amateur que profesional

En fín, largometraje que no pasará a la historia...


LO MEJOR: A ratos consigue mantenernos en tensión
LO PEOR: Ritmo eterno. Te imaginas como va a acabar el film.