Twixt

Coppola es el autor de la mejor película de todos los tiempos (El Padrino I y II para mi es una sola), de una de las mejores películas de guerra de la historia (Apocalypse Now), de la mejor versión del Drácula de Bram Stoker (Drácula de Bram Stoker), de otorgarle el mejor papel al gran Gene Hackman (La Conversación). Pero también ha hecho Jack, Tetro y ahora...Twixt. Sin duda las películas más deficientes del maestro son producto de la nula confianza de los estudios en él, llegando a financiarse él mismo sus locuras. Desde los 80 siempre ha tenido problemas para sacar proyectos hacia delante a pesar de contar con varios Óscar de la academia y de convertir una novela sobre gangsters italoamericanos corriente en una auténtica maravilla del séptimo arte. Gracias a American Zoetrope, productora creada por él mismo y su amigo George Lucas (que está afeitándose con una maquinilla envuelta en un billete de 100 dólares mientras escribo esto) ha podido satisfacer sus ansias de crear y, en esta última etapa de su carrera artística, ejercer la labor de guionista, director y productor. Ser un autor enfrascado en el cine independiente, lo que siempre quiso desde que empezó en esto de la mano de Roger Corman.

El problema es que hay directores que trabajan mejor con presión o sometidos a la ley de un estudio. Y Coppola es uno de ellos. Más presión que tuvo con El Padrino (donde estuvo a un pelo de ser despedido) y Apocalypse Now (donde Martin Sheen recibió la extremaunción para curarse después misteriosamente) no ha tenido nadie. Millones y más millones dependían de él. En Twixt no. Puede hacer lo que quiera porque cuenta con 7 millones de dólares, un actor de capa caída como es el correcto Val Kilmer y ninguna expectativa por parte del público. De ahí que se decidiera por hacer videoarte con música de cafetería de motel con un uso ridículo y totalmente innecesario del 3D. Mi admirado Francis ha hecho lo que le ha salido del alma y eso es de admirar, aunque no el resultado. Con un guión que se desmenuza fácilmente, sin tener que ser muy avispado para adelantarte a los giros finales y con cierta torpeza fílmica a la hora de usar el, repito, innecesario 3D (Coppola y Scorsese en 3D? Argh!).

Sigo en Spoiler pero no es spoiler

Recuerdo con cierta gracia un tweet publicado por el portal TwitchFilm a raíz del estreno de "Twixt" en el Festival de Toronto, que tuvo lugar el pasado 11 de septiembre. Básicamente decía que "parece apropiado haberla estrenado este día (...) es un completo desastre." Sigo pensando que es un comentario gracioso a pesar de que no tenga ninguna razón porque "Twixt" es una de las películas más personales realizadas en los últimos años por un autor de renombre, una de esas hechas para uno mismo, sin pensar en el público, y que huelen a proyectos suicidas que dividen opiniones de forma irremediable. No seré yo quien me queje porque he disfrutado viéndola desde el principio hasta el final, no sé si porque no iba con muchas expectativas (por la malas críticas que la precedían) o porque la calidad que atesora en sus escasos 90 minutos la hacen digna de ser reivindicada a toda costa.

Mezcla imposible de "In the Mouth of Madness" del maestro Carpenter y ese amor por el terror gótico que desprenden obras como "Sleepy Hollow" (Tim Burton, 1999) o "Bram Stoker's Dracula" del propio Coppola, "Twixt" es un cuento sobre un escritor de tercera que llega a un pueblucho sin esperarse encontrar ahí la historia de su carrera. Hay más ecos a otras obras del género canalizadas a través de la aparición de un fantasmal Edgar Allan Poe que acompaña a Steven Seagal a lo largo del film, mientras que se alternan una ficción y la realidad con un tono puro, limpio, sin excesos, alternando sueños, pasado y presente, de forma más que notable. Desbalanceada, como las dos películas anteriores de Coppola ("Youth Without Youth" y "Tetro"), pero de un valor incalculable, se suma a la filmografía de este caballero como una obra de culto instantánea que será odiada y amada a partes iguales, porque viene de "el director de El Padrino", una etiqueta que jamás va a quitarse a pesar de que sea un autor de muchas más cosas. Burton la habría filmado (con más presupuesto y Johnny Depp, claro) y sería de las mejores de su filmografía. Coppola se conforma con lo que tiene y le sale una película que intriga desde el minuto uno y que termina con un final fantástico. Mención especial para Elle Fanning, una de las mejores actrices jóvenes del momento. Y para Steven Seagal (bueno, vale... Val Kilmer), que está más que bien en su papel de escritor frustrado, atrapado entre la obligación y el placer. En definitiva, el mejor Coppola en años.

Qué relativo es todo en esta vida, empezando por el tiempo... Que una peli como REC3 esté más que consideradísima y de Twixt sólo se haga crítica destructiva manda, como decía mi paisano Bono, huevos...
Tras regalarnos-hace décadas,no lo olviden-dos de las mejores pelis de la Historia del Cine, así con mayúsculas, Coppola nos ha regalado otras tantas que si bien no entran en esa categoría son especiales, personales, e incluso deliciosas. Es el caso de Twixt, una peli que debería ser tomada en serio desde ya, pues bebiendo de referentes tales como Carpenter, Craven, el propio Burton y la Hammer, el relato corto que dibuja con esos personajes sacados de una novela de Stephen King, de las buenas, entiéndanme, que en realidad no son demasiadas, es absolutamente diferente.
Diferente porque no es la película que cabría esperar de Coppola, ¿o sí, después de haber visto Tetro?... Diferente porque en otras manos, con más sustos y oscuridad de un gótico cansino sería un exitazo. Diferente porque es de esas pequeñas cosas que un genio hace sin soplarse la caspa del hombro, mirarse al espejo o esperar al qué dirán.
A mi desde luego me ha encantado.
A pesar de estar protagonizada (estupendamente, por cierto) por un Val Kilmer trofollesco y ternesco que me cae mal y peor.
A pesar de estar fatalmente vendida.
A pesar de que no explota sus maravillosas virtudes al pleno.
Pues me ha encantado.
Desde la llegada al pueblo, narrando los siete ojos de la torre de los relojes y los siniestros vecinos del río liderados por Flamingo me atrapó como pocas y la he disfrutado a tope.
Elle Fanning vuelve a sorprender como V, de Virginia, o de Vampira con brackets. Dios mío, qué futuro le espera a esta niña-actrizón-terrorífica.
Lo mejor: Su asombroso estilo. Es un cuento y así debe tomarse. El hotel de Poe. Elle. Flamingo, la reinterpretación del vampiro más bello de todos, alejándose del rollo Crepúsculo a lomos de su motaca roja.
Lo peor: ir con prejuicios.
Háganme caso, denle una oportunidad y disfruten como niños chicos de una de las pelis más personales que con esa premisa podía rodar un maestro. Que es un esteta lo ha dejado claro en toda su filmografía. Que visualmente ha evolucionado de una forma casi esquizoide, también.
Mi frase preferida:
"¿Sabe quién inventó el horario de verano?, Hitler, ¿y a quién beneficia?, a los médicos, ¿por qué?, por el golf... Los médicos quieren jugar más horas al golf"
Si esto no es surrealismo del bueno que venga Dios o Eugène Ionesco y me expliquen el teatro del absurdo...

Francis Ford Coppola es importante en la historia del cine y no tiene que demostrar nada a estas alturas. Me parece interesante que se embarque en proyectos de bajo presupuesto y haga lo que le dé la gana como productor, director y guionista. Pero es inevitable que cualquier obra suya cree expectación y polémica por ser quien es.
Este cuento de terror ha recibido duras críticas y estoy de acuerdo en que no transmite el talento en la puesta en escena de “Drácula, de Bram Stoker”, por mencionar la referencia más inmediata. Incluso a veces parece la obra de un principiante, que utiliza la nefasta cámara partida sin pudor, o introduce secuencias fallidas como la de la güija, así como detalles de humor innecesarios (el escritor diciendo tonterías ante la falta de inspiración).
Respecto al guion, su punto de partida es poco original. Un escritor de historias de terror (un abotargado Val Kilmer), llega a un pueblo para promocionar su última novela y ante sus problemas económicos se ve obligado a escribir otra historia deprisa y corriendo para lograr un adelanto de su editor. Para ello se inspira en el pasado trágico del pueblo y en los imaginarios consejos de Edgar Allan Poe.
Las andanzas del escritor en el presente se mezclan con sus ensoñaciones y con los hechos del pasado, en una historia confusa y abigarrada donde todo tiene cabida. Coincido con aquellos que opinan que la historia está “mal contada” y ya tiene narices que sea Coppola el causante, pero la película deja imágenes impactantes para el recuerdo, varias protagonizadas por la joven actriz Elle Fanning. Solo por eso, ya considero que mereció la pena.

Viendo 'Twixt' es imposible que a uno no se le venga a la cabeza la pregunta ¿cómo es posible que este director sea el mismo que el de la trilogía de 'El Padrino', 'Apocalypse Now' o 'La conversación'?

Este pastiche con un argumento previsible y diarreico es una historia de pseudo-terror que consigue hacernos reír cuando se supone que quiere darnos miedo. ¡Pero es que también nos hace reír cuando intenta hacernos llorar!

Una comedia involuntaria con unos cromas del todo a 100, unos efectos visuales risibles, una música cansina y fuera de punto, una estética de serie Z pasada de rosca y un Val Kilmer con un sobrepeso preocupante. Muy poco que destacar más allá del intento de homenaje a Edgar Allan Poe, alguna secuencia levemente intrigante y comprobar que los años no le sientan nada bien al otrora grande Francis Ford.

Terrorífica (mente mala).