Stoyan

*El grito desgarrador de la madre de Stoyan

Stoyan presenta dos historias ligadas entre sí, en la primera de ellas a una madre, Maika, Marta Milans le secuestran a su hijo Stoyan, Max Ulloa, por un hombre ancestral y violento para llevarlo al Bardo, región del Más Allá. En la otra historia Israel, Tristán Ulloa, investiga como detective un misterioso asesinato de sorprendente aspecto y desconocida autoría.

El comienzo de Stoyan impresiona plástica y sonoramente, por el grito desgarrador de la mujer que entra en una larga cueva. Desde el principio la atmósfera es fantasiosa y premeditadamente oscura con una fotografía excelente de Kenneth Oribe que enriquece estéticamente la dirección de Arte de Axel Nicolet. Recrean un ambiente de leyenda y misterio que la música de Pepe Herrero ayuda a realzar con su composición de orientación minimalista y atemporal.

Maika encuentra a otra misteriosa mujer, Ágata, Susana Hornos, que pasó por algo parecido y le dice cómo puede recuperar a su hijo. Para ello debe viajar a su pasado para poder perdonar a todos los hombres que la dañaron en su infancia. Solo de esa manera podrá conseguir que “Ellos”, los que secuestraron a su hijo lleguen a devolvérselo.

A lo largo de Stoyan, Maika inicia un largo y sufrido peregrinaje tratando de encontrar a su hijo en un ambiente montañoso y nevado, buscando en casas lúgubres donde encuentra personajes oscuros.

*El detective Israel investiga un extraño asesinato

En la historia paralela, Israel, Tristán Ulloa, es un detective que comienza a investigar el asesinato por asfixia de una mujer joven que aparece abandonada en unas naves semiderruidas al otro extremo de la misma ciudad. Tras ser encontrado el cuerpo tumbado boca arriba encuentran dos extraños elementos, de su ojo sale un pequeño ficus y en la pared hay un dibujo con rasgos orientales de tigres y un niño pequeño.

Stoyan es la ampliación de la historia desarrollada por el director Roberto Ruiz Céspedes de su cortometraje Broken Basket que realizó en 2015. En el montaje de Paul Mateos se enlazan poco a poco las dos historias que transcurren en atmósferas fantásticas, acentuadas por escenarios de interior y exterior poco iluminados y personajes siniestros.

Ambas historias están relacionadas con una sociedad secreta poderosa que tiene como finalidad salvar a la Humanidad de la ignorancia y el apego al pasado, para que todos puedan acabar perdonándose a sí mismos. Israel dirige la investigación de éste y otros asesinatos parecidos con pericia, pero es cuestionado continuamente por su joven y prepotente ayudante Román, Carlos Mestanza.

*Confluencia de las dos historias

A medida que avanza Stoyan el argumento se va complejizando por las interrelaciones de ambas historias así como los flashbacks utilizados en algunas secuencias.

Todo ello está envuelto en una ambientación exotérica con rasgos orientales, donde aparecen legajos milenarios, objetos míticos como una pequeña estatuilla antropomorfa, rituales de lejano origen pseudobudistas y prácticas de meditación tanto de Maika como del propio Stoyan.

El guion envuelve a los personajes con sus sensaciones de culpabilidad y oscurantismo dominados por la fuerza oculta del grupo de los “Ellos”. A su vez otros personajes introducidos en el argumento le dan un carácter aún más fantástico en su transcurrir en épocas históricas muy diferentes, desde quinientos once años antes de Cristo hasta una etapa más o menos contemporánea.

La parte más brillante del largometraje además de la gran fotografía y la música es la excelente dirección de arte que plasma magníficamente el entorno exotérico y misterioso. La actuación actoral es correcta no estando exagerada ni en los personajes más siniestros, por lo que no desentonan de la credibilidad fantástica.

El guion en sus revueltas entre ambas historias paralelas que van confluyendo va creando intersecciones y puntos en común, para por una parte mantener la tensión dramática y por otras ir preparando el cierre final de la película.

En la atmósfera ambiental envolvente de las secuencias hay silenciosas referencias a libros más o menos esotéricos como “El lobo estepario” o “Los cuentos sagrados del Tibet”, además de misteriosos mensajes escritos, grafismos y dibujos alegóricos.

*Conclusión

Stoyan es una buena película del género fantástico con una magnífica fotografía y ambientación lograda por una gran dirección de Arte. La música de manera continua profundiza en el tono misterioso y lúgubre del argumento.

Compuesto de dos historias al principio aparentemente independientes, van poco a poco acercándose con puntos relacionados hasta confluir finalmente ayudando a la comprensión total del argumento. Un gran guion y supervisión eficaz de actores del director Roberto Ruiz Céspedes consigue un producto final coherente y exitoso de ésta su ópera prima.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez

La ópera prima de Roberto Ruiz Céspedes es un thriller atmosférico, extraño y completamente alejado de los clichés y tópicos mainstream del género. La presencia de un siempre eficaz Tristán Ulloa, el trabajo de Marta Milans y, en el aspecto técnico, sus muy notables trabajos de fotografía y sonido, convierten a esta pieza en una rareza arriesgada y diferente dentro de los parámetros de nuestra cinematografía, propuesta que quizá no sea del agrado de un público mayoritario más acostumbrado a tramas más trilladas y menos complejas pero merece descubrir y disfrutar a fuego lento.