Catalunya über alles!

Esta película cuenta 3 historias diferentes que sólo enlazan porque se desarrollan en el mismo pueblo y por algún personaje común.
Muestra que los prejuicios existen, que los tenemos todos y que aunque está ubicada en un pueblo catalán podría darse de la misma manera en algún pueblo blanco de Andalucía o en la meseta castellana.
A nadie le gusta que le tilden de racista o xenófobo pero, en algunas circunstancias todos lo podemos ser: cuando nos aprieta el miedo que tenemos a lo desconocido, cuando sentimos que nuestra seguridad corre riesgo, si creemos que nuestra familia se encuentra en peligro, si nos rompen nuestras costumbres...
entonces todos podemos actuar como racistas, xenófobos o tener prejuicios graves contra alguien...

¿acaso no nos produce temor tener como vecino un expresidiario que vuelve a casa después de cumplir su condena de 19 años por violación, cuando tenemos adorables chicas adolescentes en casa?

¿daríamos trabajo a un hombre de raza negra cuando la sociedad va a ver en él la representación de nuestra empresa? y, en el caso de contratarle finalmente ¿sería para sacar provecho de su condición?
¿qué haríamos si un negro vestido con traje regional nos persigue permanentemente durante días?

¿cómo defenderíamos a nuestra familia ante el peligro de encontrarnos un ladrón en casa? y si el ladrón fuera "del este" ¿hasta dónde llegaríamos para asegurar que el asunto se liquida y no hay una mafia posterior que nos extorsione?

Esas son las historias. Esos son los problemas que hacen inevitable, a veces, que el miedo asalte, que los prejuicios pongan una venda en los ojos y que se den situaciones que sobrepasen el límite de lo permitido por los fundamentos de derechos humanos que todos deberíamos tener y respetar.

La votación es de un 5 porque, a pesar de los espléndidos paisajes y las buenas interpretaciones, las historias (quizás por ser "3 cortos arrejuntaos") me han dejado un poco indiferente. No está mal, pero no llena...

Catalunya Über Alles! viene a decirnos algo bastante naïf: todos, en un momento dado, podemos cometer un error, insultar, maltratar, incluso matar a una persona. Dividida en tres partes, una con tendencia al drama (un violador recién salido de la cárcel que quiere empezar una nueva vida), otra cercana a la comedia (un africano que se gana la vida como 'cobrador del frac catalán') y un final con aires de thriller (un empresario adinerado que mata a un ladrón cuando este intenta robar en su casa), la película quiere trasladar las constantes del cine europeo (momentos que recuerdan a Von Trier, Kieslowski, Haneke o los Dardenne) a un contexto local. Si bien no consigue superar a sus referentes, aunque no aporte nada dentro del cine de estructura episódica o tramas paralelas, Catalunya Über Alles! sorprende por su crueldad y su crudeza a la hora de exponer los pequeños grandes problemas cotidianos de una sociedad como la nuestra.

A ratos la película se excede y no es difícil considerar los finales de sus tres tramas como abruptos y un tanto ambigüos (el espectador está en su derecho de pensar que el director simpatiza con los protagonistas amorales del film). Más que una crítica o una reflexión, Catalunya Über Alles! funciona como una provocación de bajo presupuesto y grandes actores, siempre discutible, obsesionada por que la audiencia salga de la sala un tanto descompuesta. Térmens ha confeccionado una película extraña que impacta sin sacudir conciencias, un mosaico de convulsiones sociales tópicas que arrancará aplausos e irritará a partes iguales. 'Que hablen de ella, aunque sea mal, pero que hablen'. El debate promete ser más interesante que la película que lo motiva. A su favor tiene que en unos años no perderá ni un ápice de fuerza y vigencia.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities

3 historias sobre diferentes puntos de vista de la inmigración y adaptación, describiendo la intolerancia que cualquier país en crisis se plantea.

Excelente película filmada en 5 semanas que, basándose en 3 personajes muy diferentes, te hace reflexionar un poco más sobre aquellas conversaciones cotidianas que cualquier persona puede haber tenido al hablar sobre la inmigración.

Guión atrevido, brillantes primeros minutos con muy acertados silencios, espléndidas actuaciones, buena banda sonora muy acorde con cada momento, y como todo buen espectáculo: entretiene, hace reflexionar, y emociona.

Habrá gente que no la valore como es debido, pero señores/señoras, es el mundo en el que vivimos, y esta película lo refleja muy adecuadamente.

¡¡Qué suerte tuve que se trataba de un visionado gratuito!! A los pocos minutos de su inicio ya estaba deseando que se acabase.

La sensación de "no me estan contando nada y sólo veo postales con moraleja" me desanimó bastante. No me gusta que me digan lo que tengo que pensar. Es mejor sugerir que mostrar. No consigue ninguna de las dos cosas. Ni para comer palomitas...

Para mas inri, al terminar la proyección hubo un intercambio de opiniones con el director, allí presente, en el cual se evitó por completo el comentario de la película (quizá no dé para mucho...) y se centró básicamente en las cuestiones sociológicas que el film intenta de plantear (con poco éxito, por cierto). Con lo cual no pude evitar de pensar "Hijo mío, si querías hablar de todas las cuestiones sociológicas y antropológicas relacionadas con el resurgimiento del racismo en Catalunya, por qué no escribías un libro, en vez de hacer este puré de imágenes insulso e intragable?".

Para enfrentarse en un cine a esta película hay que tener la mente abierta, las ideas claras y saber que estamos ante la proyección de un film, no de una clase de política catalana. Si, está en catalán y de momento solo se exhibe en Cataluña ya que Madrid no estaba dispuesta a dar cabida en su cartelera a un producto hablado en catalán ni con subtítulos (palabras del director). Apostaban por doblarlo al castellano pero Ramón Térmens y su equipo, sabiamente, se negaron. Tenga o no calidad, todo su mensaje quedaría desvirtuado reproduciéndose en un idioma al que tampoco parecen tener mucho cariño, la verdad. La cuestión es que hay que intentar valorarla como obra cinematográfica, por mucho que el director emplee un tono didáctico exasperante y la sutilidad no sea su punto fuerte. Muchas de las escenas pretendidamente dramáticas son ridículas y casi todas ellas están en la primera historia, la del violador. Poco ha faltado para considerarlas gag.

En una especie de Crash catalán-castizo(vaya mezcla), Térmens divaga sobre el racismo, la xenofobia, el miedo a lo desconocido, la culpa, el perdón, la redención, etc. Las tres entretenidas historias (la segunda es la mejor) cargan con el mismo lastre: las ganas del creador de contestar las preguntas que él mismo formula de forma simple, autocomplaciente y de modo pedagógico. La mejor manera de dejar en shock a tu espectador es dejarle a él que tome las decisiones, así la película tiene una vida infinita y versiones como usuarios la vean. Pero no, las tres tienen un principio y un final. Eso no sería nada malo de no ser por el contexto y el tema que tratan. Según Térmens, necesitamos una respuesta y la suya es la válida.

Sigo en spoiler pero no es spoiler