Carlos Monzón, el segundo juicio

Película eficiente, prolija, fiel a la historia. Se podría decir que peca un poco de realista. Poca ficción, está muy bien Norma Aleandro en el papel de la jueza y también una brillante actuación del desconocido Daniel Alarte como Carlos Monzón.
Se narra la historia del juicio donde se acusa al campeón del mundo de los medianos, Carlos Monzón, de haber matado a su mujer Alicia Muñiz, arrojándola del balcón de la casa de Verano que alquilaban en Mar del Plata.
En una década donde el cine Argentino aportó muy poco, este film aprueba con entretenimiento y buenas actuaciones. Repito al ser una historia real, el espectador no está esperando una sorpresa, simplemente contemplar la historia del ocaso de un ídolo.

Enganché esta joya en el canal Volver (clásico del cable argentino). A pesar de la pésima resolución de imagen que ofrece Volver, me enganchó la estupenda fotografía. Esteticista y muy trabajada, combinando registros, entre los tonos cálidos de la ficción que se adentra en la intimidad, y el frío y llamativo blanco y negro para los "sucesos criminalísticos". Composiciones siempre muy artísticas, pero nada divagantes, porque la película no se anda con vueltas: están los problemas entre Alicia Muñiz y Monzón, la fatídica pelea y el juicio. Y cada línea, cada texto, sintetiza al extremo la situación general que rodeó al caso: el campeón y homicida que se victimiza y/o justifica; la mujer que sufre violencia por parte de un hombre mucho más poderoso; el público (principalmente masculino) que idolatra al campeón y hecha un manto de duda sobre el homicidio; la militancia feminista que empatiza con la víctima (la película es del '96); la justicia ciega y objetiva.

Sin demagogia ni golpes bajos, una obra muy bien trabajada que decide mostrar, lo hace con elegancia, y sin esquivar el bulto.