Un grito en la oscuridad

Es sin duda una más que aceptable película pero, en esta historia convergen tres temas, el juicio a un inocente, el juicio público y el hecho de la trágica muerte de una pequeña.
El director Fred Schepisi deja caer todo el peso del film en la historia global y en las excelentes interpretaciones de Streep y Neil, no toma partido, y un director, aunque su película este basada en hechos reales, es él quien la cuenta y ha de saber contarla.
En muchos momentos, faltan diálogos y en otros carece de ritmo, no llegamos a dudar, pues lo vemos, que es inocente, quizás si no lo hubiéramos visto, la duda nos hubiera hecho ir de un lado a otro, como los habitantes australianos, que llevados por el sensacionalismo de la prensa, el afán de héroe de un fiscal y unos expertos, en busca de protagonismo.
En fin que creo que se podía hacer mas con una historia muy especial, había material y actores para sacarle más jugo; me he quedado con las ganas de odiar a los australianos por tratar así a unas personas solo basándose en lo que los medios les decían, y en acongojarme sufriendo por esta familia, que encima de perder algo tan especial como un hijo, eran culpables ante todos

Estremecedora historia acerca de un caso judicial que ocurrió realmente en Australia. La película es muy correcta, pero lo que la eleva sobremanera es, como siempre, la excelente recreación que de su personaje hace la gran Meryl Streep, que consigue que vivamos con indignación y angustia el drama de una mujer que no sólo ha perdido a su bebé, con el consiguiente dolor que ello le produce, sino que tiene que soportar ser ella misma acusada del crimen. Sam Neill, desconocido por aquella época (a 'Parque Jurásico' le faltaban cinco años todavía), le secunda correctamente en el papel de su marido.

Un Grito en la Oscuridad es una película fría, extraña, distinta, incómoda incluso. Con los hechos reales que cuenta, el film podría haber sido otro melodramático espectáculo de exhibición sentimental, en la que descubrir las heridas abiertas de una familia inocente pero acusada de la muerte de su propio bebé, en los desiertos interiores de Australia, a lo largo de un proceso que duró años.

Pero el director, Fred Schepisi, no quiere contar eso. Y es su enfoque, casi nunca practicado en esta clase de cine, lo que convierte a Un Grito en la Oscuridad en una de sus mejores películas. Porque es él quien nos presenta de manera nada empática a esa familia, el que los enseña y muestra su rutina pero sin acercarse nunca al verdadero dolor de su drama, e insertando, a lo largo de toda la película, las elucubraciones (casi siempre infundadas), de los vecinos, los espectadores, los jueces, el sistema legal, comunicativo, de toda una nación. De esta manera nos coloca a nosotros, los espectadores, del lado de aquellos que tanto se equivocaron, y nos obliga a juzgar, fríamente, la dolorosa imagen de una madre llorando por la pérdida de su hijo.

Y de soslayo, Un Grito en la Oscuridad se convierte en una feroz crítica a los prejuicios, el desconocimiento, la manipulación de los medios y la injusticia de la justicia. Su ritmo es pausado, de una cadencia casi real.

Por supuesto, la película no tendría la potencia que alcanza si otra actriz la hubiese protagonizado. Meryl Streep parece ser la primera en comprender la clase de complejo mensaje que adquiere la película según avanza, y en su caracterización hay ese poso de vida verdadera, de documental sobre una persona, que ha caracterizado su carrera. Pero siendo como es, una de las mejores intérpretes de toda la historia, en su comedido y contenido trabajo subyace ese grito ahogado, esa vejación pública y ese dolor enquistado del que ha perdido a un hijo, pero que ni siquiera puede llorar su pérdida.

Me uno a las críticas de otros usuarios sobre la frialdad de este film. No llega a emocionar en ningún momento. Creo, personalmente, que el principal defecto de esta producción es que el guión está mal diseñado y la dirección de Fred Schepisi es poco acertada. Es una pena pues se podía haber sacado mucho más partido de esta historia real.Asistimos a una especie de reportaje casi televisivo de periodismo un tanto sensacionalista y muy reiterativo carente de fuerza dramática.
Para colmo, la versión española (doblaje) es mala de solemnidad, lo cual acrecienta la frialdad del film y el distanciamiento con el espectador.

En 1980, Michael Chamberlain junto a su familia hacen un viaje de campo a Uluru. En su estancia sucede un trágico accidente que cambiaría su vida para siempre y causara un revuelo en todo el mundo.
"Un grito en la oscuridad" en un testimonio de hasta donde puede llegar la prensa y la sociedad guiadas pr el morbo y el escándalo, en donde la justicia y el respeto hacia los Chamberlain se ven negados totalmente.
La película es un fiel registro de la historia vivida en esos tiempos, Meryl Streep y Sam Neill se lucen en sus papeles, tanto así que Streep fua galardonada en Cannes como Mejor Actriz. Sin embargo siento que se le pudo haber extraido mucho mas a la historia, además en algunos momentos la película pierde ritmo. La puesta en escena es correcta, pero se mantiene al margen de cualquier movimiento arriesgado.