La ley del monte

Nunca en Colombia, y especialmente en Medellín, se había producido un fenómeno cinematográfico como el que generó, en 1976, la película, <<LA LEY DEL MONTE>>. Estuvo en cartelera ¡más de 6 meses continuos!, llenando el Cine México de la capital antioqueña en todas las funciones y siempre con larguísimas filas que le daban la vuelta a la manzana, habiendo numerosas personas que, por no alcanzar a entrar, seguían haciendo cola hasta la siguiente función. Eran tiempos en que, Vicente Fernández, estaba ya posicionado como el Nro. 1 entre los cantores de rancheras, y sus canciones, magníficamente compuestas e interpretadas con un sentimiento y una potencia incomparable, llegaban al alma de los enamorados de Latinoamérica entera y conseguían ser del gusto hasta de los más selectos melómanos.

Vicente, ya había aparecido como protagonista en unas cinco o seis películas dirigido por veteranos como, Alejandro Galindo, José Estrada, Chano Urueta y René Cardona, pero, fue hasta que se puso en manos del director, Alberto Mariscal, que se convirtió en un rompe-taquillas… además de que sus discos se vendían como el pan y sus películas impresas en formato VHS y dos décadas después en DVD, llegaban a un sinnúmero de hogares.

<<LA LEY DEL MONTE>>, es una nueva adaptación -realizada por Rafael García Travesi- de la novela del español, Pedro Antonio de Alarcón, “El Niño de la Bola” (1880), la cual ya había sido llevada al cine, con notable acierto, por el director Emilio Fernández, titulada, “Una cita de Amor” (1958) y con una estupenda, Silvia Pinal, quien, como Soledad, se convierte en el eje de la historia.

Siguiendo de manera más cercana la cronología de la novela (aunque contada a manera de flashbacks), Mariscal toma como protagonista al niño enamorado que decide eternizar su amor con Soledad… y luego de la desgracia de su padre, crece con el empeño de preservar ese amor, entremezclado con un incontenible deseo de venganza. Pero, una vez más, la historia es ambientada en México, ésta vez en tiempos porfiristas y durante la Revolución de 1910 y, Maclovio Arrieta (como se llama ahora en recuerdo de, “El Tunco Maclovio”), se incorporará a una facción del ejército de Emiliano Zapata, pues, su labor como revolucionario le permite golpear a los potentados y olvidar la soledad que siente con la ausencia de Soledad.

El drama está puesto al rojo con unas cuantas escenas de acción y emotivas secuencias… y cada tanto, Vicente Fernández expone su talento vocal con algunos excelentes temas: “El Siete Leguas”, “Le pese a quien le pese”, “El Adiós del Soldado”, y cómo no, “La Ley del Monte”, las cuales se avienen con la trama de manera bastante acertada. Una canción más, “Imposible Olvidarte”, la interpreta en su corto papel la bellísima, Rosenda Bernal (¡Debió ser ella la protagonista!) y, al final, queda bien expuesto un drama con aroma a tragedia, como bien los saben hacer los mexicanos.