Agatha Christie: Poirot - El asesinato de Roger Ackroyd (TV)

En este excelente caso de Poirot, de un metraje de más de 100 minutos (claramente no le sobra ningún minuto de metraje), aparecen juntos como siempre Poirot y Japp, pero el capitán y Miss Lemon en esta ocasión no aparecen en escena. Es un episodio de lujo, con unos coches de época realmente admirables, y con un vestuario exquisito y muy acertado. Nuestro amigo tendrá que descifrar y resolver, el aparente suicidio o asesinato de un industrial amigo suyo, del cual Poirot temía por su vida. Es un caso que esconde un intrigante desenlace, fruto de un buen guion algo complicado y enrevesado, con nuestro amigo Poirot iluminando a todo el mundo.
Este capitulo esta al mismo digno nivel, quizás con un plus, de todos los de esta buenísima serie de casos del genial detective. En general es una buena serie, incluso notable en muchos aspectos con un David Suchet en estado de gracia en su papel de Poirot.
La ambientación de este episodio es francamente impecable, tanto en los exteriores e interiores, en los decorados, en el vestuario, y con la elegancia y la educación típicamente británica que desprenden todos los personajes, todo ello de una gran calidad.
Resumiendo: Perfecta para una tarde o noche para disfrutarla sin prisas, un 7 merecido.

Tras haber contemplado anteriores adaptaciones al cine de las obras de Agatha Christie, esta serie que protagoniza David Suchet es, por fin, la que no desmerece de la atmósfera que se podía respirar en las novelas. Trabajos anteriores protagonizados por Peter Ustinov están muy alejados del detective Poirot interpretado por el extraordinario Suchet. Es el mismísimo detective vivito y coleando.
En cuanto a la ambientación (punto fuerte de los británicos) es prodigiosa y el resto del elenco cual si hubieran saltado de las páginas del libro. Soy presa del entusiasmo al poder disfrutar de una minuciosa adaptación de las novelas que devoré de muy joven. Ya en otras ocasiones quedé defraudado por adaptaciones que adolecían de licencias en el actor que interpretaba a Poirot, en la década en la que se encajaban las historias o en la ramplonería de las ambientaciones. Ahora sí que se puede contemplar un gran trabajo. Bravo por Andrew Grieve y la nutrida producción que ha respaldado el proyecto.

Lo que no se pueden obviar son las limitaciones del medio y la prolija exposición de los personajes que se podía ir desarrollando en las páginas de las novelas ahora se tienen que sustituir por trazos aunque, eso sí, se ve que se cuidan especialmente en multitud de gestos. En mi caso, celebro una ventaja de la película sobre el libro y es la identificación de los personajes. Las historias de Agatha Christie incluyen en nómina más de una docena de sujetos, con nombres extranjeros, con lo que me hacía cierto lío cuando se referían a tal o a cual. Viéndoles las caras se comprende mucho mejor el entramado de pasiones y ambiciones que torturan a los intervinientes y se hacen más próximos. Un deleite para los que una vez gozamos con la lectura de las pesquisas de Hércules Poirot, el hombre se iba tropezando con los cadáveres por donde quiera que fuese.

Fenomenal.

Lo cierto es que no me ha gustado esta adaptación de «El asesinato de Roger Ackroyd», pero la serie de «Agatha Christie: Poirot» en general es muy agradable y este capítulo correcto por sí mismo, así que lo dejaré en aceptable.

Bien, para adaptar la que es una de las mejores novelas de Agatha Christie, si no la mejor, se necesita no ser egocéntrico ni narcisista. Es decir, que Hércules Poirot debe pasar a un segundo plano, ser el personaje secundario. En «El asesinato de Roger Ackroyd», el protagonista es otro y en eso reside la fuerza del relato, su originalidad y su grandeza. El foco no está en Poirot, ni debe estarlo.

La intriga que se genera, la absoluta normalidad de todo lo que se está contando, el retrato de los personajes a través del diario del protagonista, la resolución al crimen; todo contribuye a una novela atípica de misterio y de la saga de Poirot, y que por cierto es para muchos la mejor novela escrita en su género.

Por desgracia, la serie renuncia a este enfoque, así que volvemos a tener una historia de misterio como digo grata de ver, bien desarrollada y ejecutada como esta producción nos tiene acostumbrados, pero a fin de cuentas decepcionante si conoces el original. Además, han quitado personajes y, con ello, relaciones, tramas y parejas que enriquecían la historia.

En serio que la novela merece una adaptación realista y respetuosa. Es una gozada.

Quitando el comienzo que sí tiene un comienzo perturbador y un ramalazo artístico, la serie televisiva de aventuras de Hercules Poirot sigue con su mecánica de adaptaciones correctas de las obras de Agatha Christie, de costumbrismo brillante de época. Una serie televisiva necesita entretener sin un dramatismo extremo, no puede permitirse el mismo tono que una película, pero que a si mismo concuerda con el tono de muchas novelas de Agatha Christie.

Buenas interpretaciones, una buena ambientación que solo se podría hacer bien en el Reino Unido sin parecer algo impostado y una trama entretenida e inteligente para la televisión. El director y los guionistas fueron bastante profesionales a la hora de adaptar y quitar paja al libro siendo toda la película fiel al espíritu de la novela aunque inevitablemente algunos personajes tuvieran que desaparecer.

"La muerte de Roger Ackroyd" es una obra literaria especialmente valorada por los críticos no solo por su inteligente desenlace sino por "jugar limpio", en el sentido que muchas otras tramas de Agatha Christie no solo tienen su particular complicación, si no que resultan inverosímiles.

Aunque se han eliminado varios personajes de la novela original y con ella las relaciones entre ellos, la verdad es que se respeta el ambiente original de la trama. Además el director no cae en continuos flashbacks que hubiera ralentizado la investigación del asesinato principal, y los que emplea son necesarios para la trama, y dan contexto necesario para la investigación y fuerza para meternos mejor en el tipo de relaciones de los personajes.

Sabe crear falsas sospechas en distintos personajes.

Vuelve Hercules Poirot, el gran detective, en una de sus últimas películas para televisión de esta época.
En este caso, le toca resolver un caso difícil y bastante personal, que implica a amigos y conocidos, en su pueblecito de retiro.

Y como de costumbre, tenemos un par de asesinatos, un buen montón de sospechosos, y lo que lo hace más interesante: no parece haber una razón para el crimen. Todo esto hace que nuestro querido detective tenga que ponerse las pilas, y mucho.

La película es baratilla, es un telefilm, claramente, con todas sus faltas, pero se hace interesante y la trama es muy decente.