Florbela

Florbela termina siendo una película de contradicciones, con muchas cosas buenas y otras muy malas. La historia biográfica de la poetisa portuguesa Florbela Espanca tiene un guión que, aunque basada en una historia real, resulta que telenovelesco y que funciona a salto de mata y no con continuidad... al principio la película se hace interesante, pero conforme avanza, la verdad es que el filme va encabalgando escenas que no siempre son acertadas y se alarga en demasía, añadiendo demasiado metraje intrascendente. Pero sí que resultan interesante los personajes y los diálogos, potentes, envolventes y, como no podía ser de otra forma, poéticos que sí le dan un ambiente muy interesante al filme.
La recreación de la época, también resulta extraña... por un lado, están todos los elementos necesarios para recrear los años 20 en Portugal, vestidos de época, coches antiguos, vestuario apropiado de Charleston con tocados en el pelo, ventanales con vidrieras de colores... y sin embargo, pese a los esfuerzo, la ambientación no termina de lograr un textura adecuada para sumergirnos en la época.
Las mismas contradicciones podría encontrar en la actriz... hay momentos en que la interpretación de Dalila Carmo resulta evocadora y escenas en la que desgarra. En otras ocasiones sin embargo parece tener poco peso...(aunque en general está bastante bien)
En lo que sí podría estar bastante seguro es en que el filme tiene cierta destreza técnica. Por un lado, tiene una iluminación soberbia... juegos de claroscuros, rayos entrando en los ventanales, caras semioscurecidas por las sombras, juegos en las habitaciones con las lámparas... queda claro que el director otorga mucha importancia a la iluminación en la película y es un recurso que aprovecha muy bien. Tampoco es desdeñable la fotografía ni la elección de los planos, aunque en menor medida. Y lo que también llama la atención, son las escenas de carácter más onírico en las que el director se recrea y en las que trata de evocar los sentimientos de la poetisa con bastante acierto... escenas muy artística, cargadas de lirismo con las que el director muestra buenas dotes.
En realidad es una película que produce tantas filias como fobias que podría cabalgar entre el suspenso y el notable por sus contradicciones estéticas y guionísticas, pero que en definitiva no termina de convencer pese a sus buenas maneras.