The hole - En lo profundo

Pertenezco al grupo de los que se entretienen simplemente con una película capaz de mantener la incertidumbre sobre los acontecimientos hasta el final. Me gustan más ésas que los experimentos o provocaciones gratuitos. 'The Hole' lo consigue. Porque, siendo sincero, aguanté hasta el final todas esas incoherencias de guión y trampas sólo por enterarme de qué cojones pasó en realidad. Eso sí, a cambio de ser tan permisivo pido, como mínimo, que el final sea interesante —si es sorprendente, mejor—; y aquí no sólo no lo consiguen sino que el castillo de naipes, ya endeble desde sus bases, se viene abajo estrepitosamente: nada tiene sentido bien pensado, las trampas se recuerdan como poco elegantes y muy cantosas.
Además, a partir de determinado momento ya sabes de qué va todo: sabes que no es una película de terror, con lo que la negrura de la imagen ni siquiera te inquieta; ya sabes que las historias que se cuenten serán variantes y mentiras que no llevarán a ningún sitio, que sólo pretenderán alargar el metraje; ya sabes que, a partir de ahí, lo único que cuenta es un buen final.
Otro defecto que veo, aunque es una opinión personal, es lo de incluir la música pop más pensando en el merchandising que en su adecuación a los fines mismos de la intriga; no me gusta que se haga esto, porque entonces tenemos que ver situaciones tan forzadas como las que se llegan a ver aquí.

La interpretación de Tora no está mal, incluso Keira hace algún mérito, pero todos los demás llegarían justitos a un examen exigente.
Le película hay que reconocer que, para ser tan barata, está bien hecha. Es decir, que la puesta en escena es bastante decente. La música ambiental compuesta "ex profeso" por Clint Mansell es adecuada, pero también un indecente calco de parte de la banda sonora de Morricone para 'La cosa' de Carpenter —esto lo digo porque, por casualidad, el día anterior al que vi 'The Hole' estuve "reescuchándola", y me di perfecta cuenta, claro.

Para empezar decir que ésta no es una película de terror hecho por y para adolescentes. Quien la escoja pensando pasar un mal rato con sustos o asesinatos truculentos, se llevará una decepción. No hay escenas sangrientas, no hay apenas sexo. No es sino un filme de suspense, hecho, eso sí, por adolescentes (o no tan adolescentes ya). La historia mantiene un buen nivel de incertidumbre, con algún giro de guión que te lleva a no perder el interés en ningún momento, deseando saber qué pasó en realidad. Hasta el final se puede catalogar como no habitual en el cine puber americano.
Los actores están correctos, incluso se podría decir que bien, pues logran transmitir esa sensación de desasosiego y miedo que se debe experimentar al estar encerrado varios días en un bunker.
Es evidente que cuando uno se acerca a este tipo de películas no espera encontrar una obra de arte, un clásico entre los clásicos. Yo, al menos, no lo hago. Sólo espero pasar un rato entretenido, cavilando acerca del posible final, intentando desentrañar el misterio que subyace en la historia que estoy viendo. Y, en ese sentido, en mi opinión, The Hole cumple de sobra.

Y bastante, para qué negarlo. La primera vez que vi The Hole fue en un pase televisivo y recuerdo que cada anuncio me hacía retorcerme en el sofá, pensando en el "qué diablos estará pasando en el agujero, ¿cómo saldrán de ahí?". Cada corte publicitario incrementaba la tensión y me hacía impacientarme hasta límites absurdos. Cuando llegó el final y empezaron los giros (cine post-El Sexto Sentido = final sorpresa) me quedé sin habla. De repente, "The Hole" se había convertido en algo así como un pequeño clásico a reivindicar, ni siquiera había querido reparar en sus irregulares momentos o lo absurdo de gran parte de las situaciones. Para un servidor, era una de esas películas de las que no esperas nada pero que luego te lo dan todo, llegando a un final apoteósico.

El tiempo pone las cosas en su lugar, o eso dicen. Habiendo pasado varios años desde el primer visionado y presuponiendo que he ido madurado como cinéfilo, al menos en cierta medida, decidí volver a darle una oportunidad. Tenía las expectativas un poco bajas a pesar del gran momento que me hizo pasar la primera vez, pero volvió a surgir la magia. Entretenidísima y adrenalítica, "The Hole" arranca cuando cuatro jóvenes deciden saltarse una excursión pasando una noche en una especie de bunker escondido en el bosque. Lo absurdo de su propuesta se extiende a la forma de actuar de los personajes, lo cual sumado a una facilidad asombrosa para generar tensión, aunque sea con situaciones ridículas, hacen que la película sea enteramente disfrutable.Los actores contribuyen al espectáculo. Thora Birch está genial, pero los secundarios la acompañan bien dentro de las limitaciones de sus personajes planos, incluso Keira Knightley está más o menos bien. Y enseña las tetas, aunque hay que poner el zoom a x32 para verle algo.

Lo cierto es que en este segundo visionado se le notan demasiado las costuras. Cuesta creerse cada situación que se da en la historia, es imposible simpatizar con la protagonista porque sencillamente es una hijaputa caprichosa, ciertos detalles de la dirección cabrearían al más pintado (maldito montaje acelerado a lo Saw) y sí, todo se cae por su propio peso pasada la primera media hora. Pero el hecho de que me igual que todo lo que me cuenten sea inverosímil y que sin embargo me hagan disfrutar de principio a fin me parece suficiente. "The Hole" es, pues, uno de esos guilty pleasures que todos tenemos, que en mi caso se suma a las hilarantes "Destino Final", a “The Faculty” o a ese truco de ilusionista llamado "Hard Candy". Tiene encanto.

Peliculilla de adolescentes ricachones que se van a hacer el tonto a un bunker prodigiosamente conservado y del que (no se sabe porqué) tienen las llaves. Comienza con algo de interés, pero a medida que los guionistas no sabían como desarrollar una trama cada vez más inverosímil, pues la acabaron como mejor pudieron y santas pascuas.
Las interpretaciones están a la altura del argumento, en especial la Birch que se pasa toda la peli con una expresión no sé si de estreñimiento o de asco, en su extraña carita de pan sin cejas (con decír que la "mejor" es la Knightley queda todo dicho).
Muy recomendable para quienes gusten de pelis de terror que no asustan, amantes de argumentos inconcebibles, y fans de la Keira, que aquí enseña las tetillas.
Lo más vergonzante del argumento, en el spoiler (si no perteneces a las categorías antes cítadas, leelo antes de ver el bodrio y perder el tiempo como hice yo)

Contaré a grandes rasgos lo que os deparará la película, si tenéis intención de verla, leedlo bajo vuestro propio riesgo.

La película comienza con el irritante personaje de Birch, llamada Lizzie, llegando a su colegio después de lo que suponemos, es la salida del búnker: sus prendas y su aspecto no dejan lugar a dudas. Una incompetente psicóloga se hace cargo de su peculiar caso, y trata de sonsacarle qué demonios ocurrió en el búnker, para así llevarnos directamente a los hechos que nos ocupan, y para comenzar a marearnos con las diversas versiones que nos ofrecen de lo ocurrido.

La primera versión de los hechos es la que le cuenta Lizzie a la psicóloga, acompañadas por sus flashbacks de rigor, para hacerlo todo lo más creíble posible.
Resulta que Liz es la típica niña timidita que ansía ser rubia y popular como su enemiga Frankie ( la Keira ), que bebe los vientos del chico más guapo del mundo, el americano Mike ( Harrington ), y que, para rematar el pastel de insulsos tópicos que toda cinta slash que se precie debe poseer, tiene por amigo al pardillo geek de turno, llamado Martin, el cual quiere trajinársela como se lo deja bien claro al comienzo de la peli.

Martin le propone a Lizzie la idea de meterse bajo tierra en un búnker asqueroso, apestoso y oscuro como la boca de un lobo, para escaparse de la aburridota excursión que tienen, y así aprovechar para que Lizzie y Mike intimen. El bueno y tonto de Martin, que lo hace sólo por ayudar a su amiga de la cual está enamorado, lo organiza todo: mete a Mike, su mejor amigo el tonto chulo de mierda que ni recuerdo su nombre, a Frankie la guapa del insti para que haya el sexo que se espera en una peli adolescéntica, y a un espíritu puro para rematar la estúpida idea, quien naturalmente resultar ser Lizzie. Lo curioso es que el propio Martin se queda fuera, comenzando a resultar todo un poco sospechoso.
Pero bien, nos lo creemos, la Liz nos cuenta su versión de los hechos, se lo pasan bien de manera saludable dentro del búnker, y al tercer día cuando Martin les debe recoger, se dan cuenta de que no sólo no llega, sino que se han quedado atrapados porque le han dejado (?) cerrar la escotilla del búnker con llave (??)

Vale, lo siento, pero no me creo nada.

Y la incompetente psicóloga que lo oye todo tampoco se cree una mierda, y cómo sólo van 50 minutos de película, intuímos que ahí hay algo que no concuadra.
La policía interroga a Martin, quien niega todo, y Lizzie, atormentada por sus recuerdos, le pide a la incompetente psicóloga que la deje volver al agujero. Ella, como incompetente psicóloga que es, la deja regresar, y allí es donde la niñata de Lizzie por fin suelta prenda de lo que sucedió de verdad en el búnker.

( Sigue en Spoiler )