La sonata del silencio (Miniserie de TV)

Existe una realidad en la España de postguerra, una realidad que aunque queramos esconder, se ofrece a quien desee ahondar en ella.

Las mujeres en esa etapa gris y oscura, no decidían más allá de la comida del día, la colada, el cuidado de los hijos, de la compra y otras cuestiones domésticas sin mayor trascendencia.

Las mujeres de aquellos tiempos, no opinaban cuando sus maridos conversaban con sus amigos, sus opiniones no eran tenidas en cuenta, y sus derechos se encontraban limitados por una sociedad que no las reconocía. Muy pocas eran quienes lograban escapar de esa situación, de rolles marcados. Pero aquellas mujeres, en su mayoría, eran felices porque sus necesidades estaban anestesiadas, ignorando que pudieran existir otras.

Los hombres conocían que se esperaba de ellos, y las mujeres también. Esta serie no refleja la realidad, porque incluso en situaciones cotidianas, se aleja de la vida de aquellas mujeres, cuyos objetivos estaban fuertemente delimitados.

LA SONATA DEL SILENCIO, ofrece un mal ejercicio de memoria; una obra maravillosamente ambientada, pero a la vez, profundamente distante de la cotidianidad de una clase social que se movía entre el miedo y la dignidad mal entendida, oscura y abdyecta.

Ya llevo tres episodios vistos y no sé qué pensar. Primero parecía una serie lujosa como El tiempo entre costuras pero luego cambió drásticamente y aparecieron elementos de género negro: bajos fondos, temática sórdida, iluminación baja etc. Sin embargo de vez en cuando vuelven a introducir elementos típicos de historia de evasión con personajes aparentemente carismáticos y elegantemente vestidos, musiquita frívola, escenas a lo "pretty woman" etc. Da la impresión de estar hecha a pegotes.

Junto a eso de repente nos estallan en la cara primerísimos primeros planos que no sabes a cuento de qué vienen, que te sacan de la historia y que dan un aspecto grotesco a los personajes.

A todo esto hay que añadir que la historia va muy lenta y no avanza. Todavía no sé de qué va. A esta confusión ayuda la aparición de historias secundarias muy aburridas. Pero lo peor, lo peor de todo, para mí, es que la protagonista es muy sosa. No te la crees, no tiene carisma ni fuerza, no empatizas con ella y te da igual lo que le pase.

Para acabar de rematar Noriega es malísimo. De jovencito era tan guapo que ni cuenta te dabas de esa voz que tiene. Pero a estas alturas ha envejecido él, he envejecido yo y no soporto esa vocecilla que parece que acaba de salir del bar de la "uni".

Grao es otra cosa. Sin hablar tiene más presencia que los otros dos juntos. Aguantaré hasta la semana que viene por él.
Igual se arregla el asunto. Pero pinta mal.

Una serie muy dignamente realizada, bien adaptada (la mano del maestro Javier Olivares se nota para bien), y con unas interpretaciones que, aunque algo irregulares a veces, mantienen un tono bastante alto. Me han sorprendido muy gratamente las actrices jóvenes. Acertada ambientación de una época triste, de racionamiento severo, hambre y estraperlo, de moral puritana e incertidumbre ante el boicot internacional a la España de Franco. Y un placer reencontrar a la siempre estupenda María Rosario Omaggio.

A mi me ha encantado la serie! Lástima que sólo fueran 9 capítulos... Me ha gustado la música que la encabezaba aunque sí es verdad lo que comentaban de que el sonido es flojo. Las interpretaciones hay de mejores y peores, como en todas las series españolas. Es verdad también que Marta Etura ha desrrollado un papel muy plano pero no me he leído la novela como para definir cómo tendría que haber sido. Pero no me ha digustado. Y sí esperaba más de Eduardo Noriega.

Pero lo que más me ha gustado son esos primeros planos que criticaban en algún comentario. No sé si en todo momento han sido acertados pero enfatizan y describen la personalidad del personaje que nos presenta.

Es una serie bien rodada, con una ambientación excepcional y, en general, buenas interpretaciones. El guión es una adaptación de una novela, que aunque no he leído, parece tener buena pinta. En principio, todo resulta positivo. Sin embargo, esta serie tiene un gran problema, a mi modo de ver, y es un grave inconveniente, ya que atañe a su actriz principal, Marta Etura. Su interpretación resulta bastante artificiosa; pareciera como que no se creyera el personaje, o quizá sea forma de actuar (no conozco sus otros trabajos): su voz es plana, como desganada; sus miradas y muecas, afectadas y pendientes de la posición de la cámara, no me transmiten la ilusión de que estoy viviendo algo real; al contrario, me imagino al equipo técnico a su alrededor en todo momento. Si su personaje fuera secundario, se podría pasar por alto, pero como es la base sobre la que se sustenta toda la trama, el resultado es que se viene abajo como un castillo de naipes.