Ya de por sí, una película con simios parlanchines y resabiados suelta un pestillo molesto. No me preguntes porqué pero es así. La primera de la saga (1968) me pareció un acierto bestial, un peliculón, incluso no podría imaginarla sin esa especie de impregnación de moralina en los protagonistas que sólo podría darse en aquella época.

Eran inevitable las secuelas y precuelas y todas ellas atufaban más que nunca, es como si ese olorcillo que comentaba antes se convirtiese en el gran protagonista. La de Tim Burton la peor de todas, hoy sigo preguntándome qué narices hizo, cómo era posible aquella desgracia de película.

Por esto mismo mis espectativas eran muy bajas cuando fui a ver el origen del planeta de los simios. Que siiii que la interpretación del actor que hace de mono es muy bueeena, pero hay que decir que esta nueva entrega tiene rasgos de gran película, de clasicazo, de genialidad. No exagero el ritmo de los giros argumentales funciona como un reloj suizo, cada 3 minutos. Muy poco sobra de la película y hay momentos en los que realmente se contiene la tensión de tal manera que al soltarla vuelves a sentir esa sensación de cuando en karate kid 1 le pega al malo la patada de la grulla al final de la peli.

El argumento es muy aburrido. Las escenas de acción extremadamente complejas...
Lo peor de todo es el humor tonto chorra del panda. Basta ya, el oso no paraba por dios, cada 30 segundos de película el osito gordo suelta una chorrada y se supone que hay que reirse..., si alguien pega un salto vertiginoso pues que vamos a hacer , ¡pues una cámara lenta con todo el careto del panda hablando con voz muy graveeee!( eso sí hazlo 4000 veces que mola) :S La película cansa, y cansa mucho, el problema que tuve cuando fui a verla fue que no tenía 4 años. Las imágenes son preciosas y está todo muy bien diseñado pero el humor chorra me ha llegado a molestar. Realmente me arrepiento de haberla visto, la culpa fue de la primera, que me gustó bastante.

Yo doy gracias a Dios por Quentin Tarantino. Hace lo que quiere, lo cuenta como quiere y posiblemente no le importe lo más mínimo las críticas... gracias a esto tenemos a este genio haciendo de las suyas.
Hoy he vuelto a visionar esta peli (la habré visto unas 4 veces desde que se estrenó) y cada vez gusta más, cada vez parece menos lenta, cada vez importa menos que parezca lenta o rápida. Es una película que se disfruta al máximo sin prejuicios cinematográficos, sin tener que explicar por que te gusta o no. A la altura de Pulp fiction y sin el apoyo de la estructura rompecabezas temporal. Hacer lo que hace este hombre es muy dificil y lo hace sin miedo. Sin sangre, sin comedia y sin "tarantismos" la película seguiría siendo una genialidad. Pero lo tiene todo aunque puede que eso mismo eclipse la verdadera esencia de sus películas a los eruditos cinéfilos insoportables pero esta será una de esas pelis que se estudiarán como un gran clásico una gran obra maestra.
Pocos directores mantienen el listón alto y yo creo que Quentin Tarantino no sólo lo hace sino que le da sentido al cine hoy en día.

La película es realmente mala respecto a las expectativas. Si la ves un domingo después de comer y de resaca, pues has pillado una buena peli para pasar el rato. Pero si esperas algo original te vas a encontrar con una de las películas más asombrosamente predecibles de todos los tiempos. Si has visto el trailer, pues ahí termina todo, ya no hay más.
Si algo me ha quedado en el recuerdo y ha cosquilleado mi curiosidad puede ser la cara del protagonista. Estuve un rato pensando que era Robert Downey jr con unos kilos de más y pensé: " Robert Downey jr con unos kilos de más es igualito que Javier Bardém". No era ni uno ni otro claro está, pero con eso me quedé.

Una película entretenida, agradable, olvidable.
Algo digno de mención es que a los niños no terminas odiándolos y eso es una gran virtud. La película de los créditos finales hace que merezca la pena ver toda la película.
En definitiva, sólo por intentar hacer una peli estructurada como las de antes no te va a dar el éxito. Y no tengo nada más que decir. Un beso.