Batman contra Superman o más bien, Superman contra la crítica. El icónico superhéroe se ha visto ensombrecido por la magnífica actuación de un Ben Affleck por el que pocos apostaban. Zack Snyder, director de la alabada Man of Steel, ha vuelto a ponerse a los mando de la gran superproducción de DC Comics. Un intento por parte de DC de ponerse a la altura del alumno aventajado Marvel y de querer conformar un universo cinematográfico lo más rápidamente posible. Y a pesar de los detalles que la pueden hacer tropezar, Batman vs Superman se sostiene como una gran película y como la primera gran piedra del gran castillo superheroico que se empieza a crear.

El filme arranca con un flashback en el que nos encontramos con Bruce Wayne intentando socorrer a los ciudadanos de Metrópolis mientras Superman y el General Zodd se reparten mamporros destruyendo la ciudad a su paso, tal y como sucedía al final de Man of Steel. Este inicio marca las bases sobre las que se va a asentar la mayor parte de la película, el odio que Bruce Wayne comienza a generar hacia Superman. Un año y medio después, comienzan a desarrollarse los acontecimientos decisivos.

Se nos presenta una clara dicotomía, en la que Batman es un justiciero de la noche, sin ningún tipo de compasión por los criminales y un Superman adorado por las masas y defensor de los grandes valores de la justicia. Este ying y yang crea el conflicto entre ambos, cuyas visiones de la defensa de la justicia son totalmente opuestas. Es en este punto donde prácticamente todas las escenas de Ben Affleck son oro puro. El actor californiano se sobrepone de gran manera a las críticas previas a su trabajo y apoyado por un Jeremy Irons magistral como su mayordomo Alfred, nos regalan algunas de las mejores escenas de toda la película. Además, su compromiso con el papel es total, transformando su cuerpo totalmente para fidelizar absolutamente al murciélago de Gotham. La fidelización al cómic es absoluta durante toda la película y un punto más a favor para Snyder.

Mientras, en la otra cara de la moneda, tenemos a un Clark Kent cuyas escenas son vacías. Henry Cavill hace lo que puede con un guión que no le favorece y mucho menos a su interpretación disfrazada. Superman, a pesar de todos los poderes con los que cuenta, es continuamente vapuleado, tanto moral como físicamente, durante toda la película. La grandeza de uno de los mayores superhéroes de la historia se disipa escena tras escena. Y su compañera Amy Adams, interpretando su compañera y pareja Lois Lane, no ayudan. Además, se nos plantea una subtrama para ella en la que nosotros ya conocemos el resultado mientras que ella no y continúa sin aportar relevancia a la trama. Amén de sus continuas escenas donde Superman tiene que llegar a su rescate.

Entre medias se nos presenta al principal antagonista, Lex Luthor, el gran villano de Superman en los cómics. Jesse Eisenberg realiza una gran actuación pero una vez más vuelve a surgir uno de los grandes males endémicos de Hollywood: versionar las películas de superhéroes a su gusto. La caracterización del villano no es la más acertada y eso resiente su papel.

A pesar de este pequeño detalle, la fidelidad continúa siendo máxima a las viñetas. Cómics como Dark Knight, Injustice, Juicio Final o demás se ven reflejados en la cinta de manera magistral. Y con todo ello se nos presenta uno de los mejores cameos de la historia del cine, me atrevo a decir. Solo el tiempo lo dirá.
Sin embargo, en el momento en el que se supone que la pelea entre Batman contra Superman debe ser el clímax de la película, toda la fuerza anterior que había generado se disipa de un plumazo. Los planes de Luthor interfieren en el conflicto entre los dos y la trama pasa a centrarse en un asunto mayor y relega el combate entre los dos héroes a un segundo plano totalmente injusto. La amenaza del ser conocido como Doomsday se cierne sobre Gotham y Metrópolis y Batman y Superman deben aunar esfuerzos si desean acabar con el monstruo.

Por último, señalar otros tres grandes detalles fundamentales. Wonder Woman. Gal Gadot interpreta magníficamente a la superheroína en los escasos minutos de pantalla con los que cuenta. La Liga de la Justicia. Los cameos de Wonder Woman, Flash, Aquaman y Cyborg son perfectos y nos aportan las pinceladas justas para preparar el terreno de la película que competirá con Los Vengadores en taquilla. Banda sonora. Las piezas creadas conjuntamente por el legendario Hans Zimmer junto a Junkie XL aportan fondo a las escenas y emociones muy fuertes. Especialmente recomendado el tema de Wonder Woman.

En conclusión, Batman vs Superman es una gran película. Los grandes pecados de Zack Snyder son los de un montaje un tanto confuso, una sobrecarga de información que para el espectador que no sea fan de los cómics le costará comprender en algún momento. Sus grandes virtudes son las de sacarle todo el jugo a un Batman pletórico y sentar perfectamente las bases de un universo preparado para su expansión. Llegó ahora su momento, vean y juzguen.

Aceptable versión cincuentona de la saga Bond aunque no llega a encajar del todo Daniel Craig en el papel del mítico agente 007. Su actuación me parece excelente pero su físico no encaja con el afamado prototipo de Lord inglés. Realmente el título me parece inapropiado, no tanto la importancia de M a lo largo de la trama, detalle que me agradó.

Música realmente magnífica con las actuaciones de Adele en los créditos sin embargo la inolvidable banda sonora de Bond brilla por su ausencia. Claros guños a una época pasada, prometiendo la vuelta al mismo sin un aborrecimiento antiguo.