Un joven de 20 años con ganas de descubrir el arte del cine que se acerca por primera vez a Godard. Ve a un personaje evocador, y una historia lenta que crea un aura a su alrededor.

Tiene que haber algo más, intento buscar la belleza de los gestos, de las imágenes, los diálogos cotidianos... pero todavía tiene que haber algo más. Es eso o todavía soy demasiado novel para ver a Godard.

Pero se da el paso a los dos últimos actos y todo cobra sentido. Qué trascendental cada palabra. El paso de una vida a otra. Tanto con tan poco.

Que bueno que quede todo Godard por descubrir.

Qué mejor manera de atacar las contradicciones que mediante la sátira? Es único el extraño balance creado entre la tensión de la cuenta atrás y el humor ácido excelentemente llevado a cabo por los actores. Un filme con una carga crítica tan alta y afilada, y su vez, contado de una manera tan aguda no puede ser catalogado de otra manera que como una obra de arte más de Kubrick.

Buscando más allá en las posibles lecturas que nos puede dejar, es curioso ver como se proyectan los problemas internos/psicológicos de cada personaje sobre las decisiones que van dando dirección a la película, y por consiguiente, al futuro de la humanidad. El día a día explicado de manera afilada.

Peace is our proffesion.