Pueril película. Me recordó enormemente al Pocahontas disneyano. Es increible como prima actualmente la forma antes que el fondo, el contenido, el guión. La riqueza, lo que perduda debería estar en el lenguaje, el desarrollo de la trama, el significado de las palabras, en la interpretación de los personajes. Cuando acabó la película pensé que podrían existir mil y una formas más sencillas para transmitir el mensaje ecologista que pretende. Todo ornamentación vacía. Mucha técnica, poco espíritu. En este film es todo plano, excepto el decorado, los dibujos, los efectos especiales que acaparan lo único que podemos salvar. El resto es nada.

Maravillosa película. Pura poesía. La originalidad de su contenido es destacar el sentimiento que cualquier ser humano lleva dentro de sí. El amor por la naturaleza, el amor por la vida queda reflejado en el personaje de Mario. Pablo, el poeta, no hace nada, todo lo hace Mario leyendo, comprendiendo y sintiendo lo que sus poemas dicen.

Para mí, esto significa que la poesía sirve, y mucho, para expresar un sentimiento, para reconocerse como seres llenos de luz, para modificar para bien tu vida y la de los que viven a tu alrededor.

Un 20.

Esta película simboliza la redención. Esto lo hace posible a través de la conexión entre las dos historias anacrónicas que desarrolla la película tocando el tema de la reencarnación, que al mismo tiempo lo interpreto como que la protagonista intenta dar una explicación coherente para poder encajar su divorcio.

La intriga de la trama te mantiene en vilo, así como el ritmo y la música.Toca temas como las adicciones obsesivas tanto a las personas, como al alcohol, cocaína.

Y una acción de pronto lo redime todo.