Piratas, esa serie a la que muchos han tildado de plagio descarado de Piratas del Caribe, no es si no un homenaje novedoso y atrevido al clásico cine de piratas, desde la Isla del Tesoro hasta la ya mencionada.
El reparto lo encabeza la polifacética Pilar Rubio, en el papel de Carmen Bocanegra, un personaje muy similar a Angélica Barbanegra (uno más de tantos guiños a Piratas del Caribe). Realmente no había mejor actriz para encarnar a la versión española del personaje de Penélope Cruz, dado que ambas coinciden en capacidad interpretativa y expresividad. Óscar Jaenada hace del cobarde y algo amanerado Álvaro Mondego, extravagante, inteligente y ácido (pero ojo, que no es un pirata, que nadie lo tache de copia catalana de Jack Sparrow), quien le da la pincelada cómica a una serie dramática y emocionante como es Piratas. Debo añadir que Jaenada aparece en la última película de Piratas del Caribe, pero hace un papel totalmente distinto, así que nada de plagio.
El Puñales, el mejor personaje sin duda alguna, está representado por Luis Zahera, un actor que se sale de su registro para regalarnos esa auténtica demostración de cómo era un pirata de la época. Su personaje no tiene nada que ver con todos los que ha representado en los últimos seis años, por mucho que insistan sus detractores.
Para terminar, otros personajes, como los villanos de la serie (retorcidos y maquiavélicos, increíbles conspiradores que no hacen pensar en ningún momento que son los auténticos malos), el niño rubio y valiente que provoca cómicas situaciones (Algo realmente novedoso en las series españolas) y el malvadísimo Capitán Bocanegra (quien diga que es un plagio de Barbanegra, realmente no ha visto la serie) ponen la guinda a una serie emocionante y espectacular.