Esta noche he vuelto a ver está película luego de casi 18 años, entonces era un niño y evidentemente ya no, así que eso explica el cambio de perspectiva que he tenido al volver a verla.

Verla me ha devuelto a mi niñez, a la época en que las películas de Disney eran sucesos esperados anualmente y que yo disfrutaba mucho. Esta película también está a mitad de camino, de la evolución de las pelis de la factoría Disney de entonces. Cosa que inicio con La sirenita, se consiguió con La bella y la bestia, El rey León y El jorobado de Notre Dame.

Mi visión como adulto de está peli, se sintetiza en lo cumplidora que es: entretiene, cosa que es lo que se busca en las pelis para niños (y no tan niños). Tiene personajes bien delineados y una historia sencilla. Aunque debo confesar que el genio me pareció demasiado disparatado (recuerdo que de niño disfrute más de sus gags y ocurrencias). Me gustó más el personaje de Abbú (Disney de entonces se caracterizaba por aportar increíbles secundarios) y Aladdin / Príncipe Alí. Mas desencantado he quedado con el visir, el padre de Jazmín y el genio.
Lo mas sorprendente: las canciones, no pensé que recordaría las letras, pero así fue y aún emocionan y aportan a la historia.

El hilo argumental habla sobre la autenticidad de las personas, las falsas apariencias, las diferencias sociales y la ambición. Toda retratado en la exótica Agrabah y sus peculiares personajes.

Recomendable para nostálgicos, niños y todos aquellos que gustan de los dibujos de los de antes.

Una buena historia pero que personalmente ha perdido parte de su encanto al ser vista con ojos de adulto.