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Críticas de Jesus Carmona
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
9
5 de mayo de 2016
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy en día es un auténtico y, a la vez raro placer, encontrarte con películas de terror que merezcan la pena ver. Así que después de acabar un examen que, psicológicamente, me había dejado exhausto, decidí “relajarme” viendo en versión original la película “The witch” de Robert Eggers, quien se había llevado el pasado año, nada más y nada menos, el premio a mejor director en el festival de Sundance.

La película, de la cual no adelantaré mucho, transcurre en el siglo XVII, en Nueva Inglaterra, donde una familia de colonos cristianos decide comenzar una nueva vida en una granja cercana a un bosque. A partir de este momento, comienzan a suceder una serie de hechos que, por una parte, querremos que acaben y por otra nos atraparán de tal manera que no podremos despegar los ojos hasta su apoteósico final.

En fin, la película roza la perfección en casi todos sus aspectos. La ambientación de la época y de la casa es magnífica; el director sabe jugar de la mejor manera posible con la baraja que nos presenta, como por ejemplo con el bosque, que es capaz de exprimir todo su jugo amalgamando adjetivos de belleza y frialdad. Además, uno es capaz de sentir el carácter perfeccionista que rezuma de Eggers a la hora de dirigir, pues el manejo que realiza de los detalles, denota precisión y buen gusto al hilar las diferentes escenas. En general, la historia es original y engancha desde el primer momento, como si de un siniestro cuento folclórico se tratase. La banda sonora (Mark Korven) que, en mi opinión, no llega a destacar por ser sublime, cumple con su empresa de forma más que suficiente, añadiendo a cada escena, sobre todo aquellas de más tensión, una tilde sin la cual no se percibirían de igual manera. También es de alabar tanto la fotografía (Jarin Blaschke) como el vestuario (Linda Muir), que ayudan a esa buena ambientación en cuanto a escenario y época ya comentado.

La tendencia actual en este género de películas, a crear unos personajes planos y pobres en cuanto a personalidad, aquí se rompe y, por el contrario, se nos muestran de una manera sutil, como lo que son, personas con un importante fanatismo religioso y trasfondo psicológico. Además, la interpretación de los actores es asombrosa, desde el miembro más adulto al más pequeño de la familia, donde es de obligado cumplimiento resaltar la interpretación tanto de la jovencísima chica (Anya Taylor-Joy) como del padre (Ralph Ineson), los cuales bordan sus correspondientes papeles.

Por estos motivos, debo decir que no es la típica película de sobre saltos a la que estamos acostumbrados (desgraciadamente) en los últimos tiempos, hecho que, al menos por mi parte, agradezco, no porque no me guste, sino porque está “taaaan” explotado y tan mal usado hoy en día que ya cansa, pues parece que la única manera de causar terror es aquella en la que se usa la fórmula: Miedo = Plano estático + Música angustiosa (preferible instrumento de cuerda) + Bicho-fantasma-asesino que aparece bruscamente de la nada y en todo el careto. Esto el único terror que genera es no poder llegar rápidamente al hospital del infarto que te provoca. Eso no es terror. Por el contrario, esta película ahonda más en el miedo psicológico, algo que tengo que confesar me fascina.

Sin duda, lo más difícil de creer es que sea la opera prima del autor en la gran pantalla, algo que me entusiasma muchísimo. Por todo ello, a todos aquellos que les gusta este difícil género y están cansados últimamente de no encontrar motivación alguna, os recomiendo de forma encarecida que vayáis a verla al cine, pues es una de esas perlas que de vez en cuando hallamos entre tanto título comercial.
Jesus Carmona
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