De estas películas que parecen sencillas, pero que hay que ver varias veces para captar lo bien que están hechas !!!

Ansel Elgort hace un papelón más cercano al teatro que al cine, su actuación parece de otro tiempo.

La obsesión del director por la "capa sonora" es impresionante.
No se trata simplemente de elegir y encajar buena música para acompañar el argumento, sino que la temática del sonido, el oído y el ritmo estructura tanto el guión como el trasfondo de los personajes. Buen descubrimiento.

La mezcla de géneros puede gustar o no, es una herramienta más, pero en este caso hace que no sepas de que pie cojear en toda la película.

Es interesante, y cuestiona las facetas del ser humano con la infinidad de su imaginación y su repercusión cuando se convierte en actos en la realidad, pero a mi modo de ver, se queda un poco corta.

Recomendable para una noche cualquiera.

Empezaré primero diciendo que no vi la serie, solamente este largo metraje.

El contexto distópico en un futuro no tan lejano esta muy bien planteado, y el paralelismo con el mundo actual elegante.

Sin embargo, cuando termina, parece que no se acaba de desarrollar el argumento, y frustra un poco. De ahí la votación un poco severa de 6/10. Aún así hay que verla, deja el espectador pensativo...

El concepto es muy interesante y hasta querrías probar el sistema. Pero el final muy "americano" le quita la salsa y la intensidad que te mantienen atento y en tensión el resto de la película. Faltó un toque de "punch" para rematar este trabajo.

Si no has jugado a Devil May Cry, este anime parecerá un anime cualquiera, aunque coherente y bien hecho. Los capítulos no parecen tener hilo conductor pero si la ves entera sí que lo hay. Ojo al dato.

Si has jugado a la saga de juegos, notarás que se baja un poco el listón de intensidad en acción, sin embargo capítulos como el de la partida de póker te recuerda la picardía del juego. El tono y el humor son más relajados pero fieles.

En resumen, ésta sería trabaja un poco más sobre el día día de Dante, el protagonista, como si fuera la letra pequeña de su currículum.