Spider-Man: Lejos de casa es una película que me ha producido una serie de sentimientos y sensaciones muy contrarias. Hay momentos en los que amé la película y otros en los que me entraron ganas de levantarme de la butaca e irme del cine.

La película empieza muy potente con un cursi pero genial tributo a los héroes caídos en la guerra del infinito seguido por una pequeña pero muy clara aclaración de las consecuencias del chasquido de Thanos. Las escenas poteriores en las que Peter intenta dejar de pensar en lo ocurrido se sienten muy agradables ya que realmente sientes que el personaje ha sufrido y echa de menos a su mentor Tony Stark, siente que sin su ayuda el no puede cumplir su tarea de Vengador. En este capítulo, deberá aprender lo que comporta ser un Vengador.

La película tiene muchas fallas pequeñas que si las vamos sumando, forman un gran problema que empeora la historia. Los personajes de apoyo son estúpidos y no aportan nada a la trama. A Nick Furia en toda la película se le siente más chistoso y tonto que en el resto de la saga pero cuando descubrimos que en realidad era Talos todo cobra sentido. Los personajes de MJ, Ned y Betty no aportan nada bueno y se sienten muy fuera de lugar. En cambio Happy sí que mejora como personaje ya que a causa de la muerte de Stark, él también se siente dolido y se apoya mutuamente con Peter. Misterio es un gran personaje que por desgracia no se ha utilizado tan bien como se podría haber hecho.

Las escenas post-créditos son simplemente alucinantes...