La película elegida esta semana es “The Pelayos” de Eduard Cortés, con Daniel Brühl en el papel principal.

Esta vez cambié las caras salas de cine por mi acogedor sofá y mi humilde televisión.

Gonzalo García Pelayo (Daniel Brül en la película) es una persona con una vida que daría para hacer 40 películas y otras 40 novelas, un musical y alguna locura más.

Ha tenido una vida tan agitada que ha sido prácticamente de todo.

Ha sido locutor de radio en radio nacional, antena 3 y Onda 0, fundador de Popular FM.

Director de cine, en concreto de cinco largometrajes que pasaron sin pena ni gloria, de las que tengo que destaca “Corridas de alegría” aunque solo sea por el título.

En el mundo de la Televisión ha realizado varios cortometrajes y la serie de televisión “Pensión el Patio”.

En cuanto a la música se le considera uno de los creadores del Rock andaluz y ha producido 130 discos, algunos de ellos de artistas de renombre como Pablo Milanés, Silvio Rodriguez, Maria Jiménez o Víctor Jara.

Y por si todo esto fuera poco fue apoderado de toreros¡¡¡

Pero por lo que realmente se hizo famoso y el tema en el que se centra la película es por desarrollar un sistema para ganar en las ruletas de los casinos, basándose en las imperfecciones de las mismas.

En el siguiente artículo de microsiervos, cuentan con detalle la historia de la familia.

Como decía la película se centra en el rol de jugador de casino del jefe del clan Pelayo.

Gonzalo, a pesar de que no puede acceder a los casinos por prescripción médica ha trabajado en casa para ingeniar un sistema de acierto seguro en la ruleta basándose en los defectos físicos de las mismas, y ha desarrollado un sistema informático para contabilizar los resultados.

Con la ayuda de su hijo, sus sobrinos y algún que otro espontaneo, se embarcan en la increíble tarea de reventar el casino de Madrid, y después todos los que puedan.

La película tiene un ligero parecido con la saga de Oceans y un todavía más ligero parecido con las míticas películas de los componentes de The Rat Pack, pero no acabó de engancharme, quizá el hecho de conocer el final de la historia de antemano, quizá las historias predecibles, o las actuaciones poco convincentes de alguno de sus actores, Miguel Ángel Silvestre muy guapo pero de actuar poquito, hacen que la película no acabe de ser redonda y lo mismo que cuentan en 90 minutos lo podrían contar en 10 minutos.

Al menos el final es sorprendente y aún sabiendo que los “buenos” van a ganar sorprende la manera en que lo hacen.

Una pregunta al aire, si es una familia española ¿Por qué la película se llama The Pelayos?

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Woody Allen es un genio, eso poca gente puede discutirlo, y en los últimos años está haciendo una película por año, quizá esa celeridad haga que no todas sus películas sean obras maestras como La rosa purpura de El Cairo o Medianoche en Paris.

Celebrity probablemente sea una de las obras más flojas del director neoyorkino.

Él mismo se mofa sarcásticamente de los directores que ruedan en blanco y negro y en esta película es un delito privarnos de los ojos azules de Charlize Theron o de los coloridos neones de Times Square.

La película cuenta con cortas apariciones de grandes estrellas como Leonardo di Caprio, Melanie Griffith o Winona Ryder en historias inconexas que va uniendo Lee Simon, el personaje de Kenneth Branagh y Robin Simons interpretada por Judy Davis contando su separación y sus vidas nuevas y paralelas. La película es un cúmulo de flahsbacks (también criticados por el director en uno de los diálogos) muchos de ellos innecesarios.

Quizá lo único que salve a la película sean los diálogos del personaje de Lee Simon que da la impresión de ser el propio Woody Allen disfrazado de Kenneth Branagh.

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Carmina o revienta cuenta la historia, supongo que entre la realidad y la ficción, de Carmina Barrios, Madre del polifacético Paco León, guionista y director de la película.

La película es un homenaje de Paco León a su familia y en especial a su madre.

Rodada con muy pocos recursos, y a modo de falso documental con tan solo 70 minutos de metraje supuso una novedad en el mundo audiovisual ya que se estrenó al mismo tiempo en las salas de cine, el circuito de alquiler y en internet.

En cuanto al guión más que Paco León parece que lo ha escrito Cayetano de Alba ya que deja en bastante mal lugar a los protagonistas andaluces, un padre alcohólico que solo se dedica a ver la tele cantar flamenco y tomar cerveza, una hija veinteañera sin estudios con una hija a su cargo, sin trabajo y que su única afición es hablar por el movil y discutir con la madre.
Y Carmina que es la que mantiene a la familia con un bar de carretera, mucho coraje y argucias ilegales e inmorales.

La película recuerda bastante a Candida de los hermanos Fesser pero con bastante peor resultado.

El mayor acierto seguramente sea la corta duración porque de alargar más la historia la hubiera sido convertído en infumable.

Paco León una vez más demuestra que es capaz de todo y lo mismo monta un cabaret que protagoniza una serie de éxito en televisión o dirige una tragicomedia.

Ojalá en su próxima aventura como director disponga de más medios y consiga un mejor resultado.

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La pasada semana estuve viendo la última película de Woody Allen, “A Roma con Amor”, la vi en los cines Renoir de la plaza de los cubos en Madrid, 7,5€ la entrada, el cine me sigue pareciendo un robo.

El director newyorkino sigue en su línea de homenajear a sus ciudades europeas favoritas y después de dedicarse a Barcelona en “Vicky, Cristina, Barcelona”, y a Paris en “Midnight en Paris”, esta ha escogido a la capital italiana.

La película cuenta 4 historias sin entrelazar de personas que por uno u otro motivo pasan sus días en Roma.
Por un lado tenemos una pareja de enamorados interpretados por Alessandro Tiberi y Alessandra Mastronardi que llegan a Roma con la intención de casarse y establecerse en la ciudad, pero una serie de enredos y una Penélope Cruz espectacular con su vestido rosa harán que la pareja se replantee su futuro.

Alec Baldwin es el protagonista de otra de las historias haciendo de pepito grillo de un joven que se debate entre su amor de siempre o la joven y alocada amiga de su novia recién llegada a la ciudad.

Roberto Benigni interpreta a Leopoldo en la tercera historia a un aburrido cincuentón que sin previo aviso se convierte en el personaje más famoso del país, una clara crítica a la manera en que los medios de comunicación crean y destruyen mitos.

Por último, el director se reserva un papel en la cuarta historia, haciendo de padre de una turista enamorada de un romano que llega a la ciudad para el enlace de ambos.

Las historias son extremadamente sencillas, muy por debajo de la altura habitual de Woody Allen, sin embargo la película es amena y divertida gracias a los peculiares diálogos con el inconfundible sello de Allen.

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