La película zozobra por el penoso viaje hacia una vida mejor de Adú, un pequeño niño al que la desgracia le obliga a huir de su hogar, con la esperanza de alcanzar España, donde espera encontrar a su padre. Dicho esto, la película de sobra podría haber sido sobre el viaje de Adú y las múltiples aventuras, en su mayoría dramáticas, que vive durante tal travesía, sin embargo, nos muestran también un pequeño fragmento de la vida de un activista por los elefantes, sus problemas familiares y porqué no, los problemas de unos Guardias Civiles en la frontera.

Si el título le hace justicia a la película, es por el hecho de que de estas tres historias, sobran dos. La película va sobre Adú, el resto son meros artificios para justificar un metraje o directamente la falta de ideas o diarrea mental para justificar la película. Tosar está desaprovechado y lleva un papel intrascendental que ni siquiera supone nada a la película. De hecho, el único vínculo que le podía unir de verdad a la película, la bicicleta, es desaprovechado sin miramientos en su desenlace.

En cuanto a dirección, las escenas dramáticas están fatalmente introducidas. Uno podría pensar que el drama debería hacer mella en el corazón, arrancarte la lagrimilla, o moverte de alguna manera. En esta película la emoción brilla por su ausencia, salvo la sorpresa al encontrarte con tales escenas tal y como te las encuentras.

La fotografía, por otro lado, es excelente, los planos son bellos y si el objetivo que persigue es generar un contraste con el drama, desde luego lo consigue. Valorar lo apropiado que esto pueda resultar ya lo dejo al gusto de cada uno. La música acompaña bien las escenas y se deja notar de una forma positiva. Finalmente, la interpretación del pequeño Adú como de Massar con buenas y sus personajes se quieren dejar querer, aunque la peli no se esfuerza en ello. De Tosar, Castillo y Cervantes, destacaría la actuación de Cervantes, que dispone de los mejores momentos en los que mostrar algo de emoción aunque solo sea con un gesto o una mirada. El papel de Tosar es demasiado plano y está continuamente impregnado de la cobardía que empapa la película. Es una lucha continua por decir "te quiero" y no decirlo jamás.

En resumen, la película tiene tres historias y un tema, y le sobran dos historias.

Mucho se habló de esta película, tratando de darle un aire de transgresora si cabe, creando cierta expectativa de ser hiriente en su relato, certera en sus golpes e incluso ácida en su mensaje. Esta película podría haber tenido un tono de crítica social, de repulsa o de llamada a la acción. No es nada de eso, es un thriller competente, con la excusa de hablar de la corrupción en España, que ni tan siquiera acierta a hacer, salvo por el hecho de conseguir que todos y cada uno de los personajes implicados en la película inspiren un cierto asco en el observador.

Dicho esto, la película solo tiene tres momentos que la pueden salvar un poco, si bien es cierto que hay que tratar de leer el mensaje entre líneas si así se quiere, porque por lo demás, fracasa estrepitosamente, y eso que creo que la película sería medianamente salvable como thriller si en lugar de la corrupción política como fondo, tuviese cualquier otra cosa.

Sigo en spoiler.

Sinceramente, después de haber disfrutado tanto con Watchmen o 300, incluso con El amanecer de los muertos, llego al cine ilusionado por ver, cuanto menos, una buena película de acción/fantasía. Pero pasados los primeros 10 minutos, extraídos directamente de la MTv, uno no puede sino pensar "uff, espero que esto mejore". Y mejora, pero como si el propósito de Snyder fuera profundizar en lo más terriblemente penoso, y vaya que si lo consigue.

- La película carece de la tensión necesaria de la acción, en la que si bien es poco probable que el héroe muera, por lo menos, parece que va a morir. Aquí solo hacen que llover balas y llamaradas, que lo máximo que van a conseguir es broncear a las protagonistas. Si acaso, cuando llega la muerte a escena, se produce de una forma tan absurda que provoca el chascarrillo.

- El argumento en sí mismo es una chorrada tan terriblemente inmensa como incomprensible, supongo que por eso lo dieron por bueno, y es que, si los monos guionistas de Krusty el payaso lo hicieron bien antes, ¿qué podía salir mal ahora?. Pues esto ha salido mal, nos han traído una hez cinematográfica del copón, con tropezones de payasadas y tanto CGI que te colapsen las neuronas (ojalá). Aquí he de decir que no me extraña que la dirijan a los amantes de los videojuegos, a no querer, tiene una dinámica digna del pac-man "comete todas las bolas sin que te coman los fantasmas, pero OH! ¡si te comes la gran bola, podrás comerte a los fantasmas!". Ahora en serio, hasta el FIFA tiene más sentido que este amago de película.

- Con respecto a la interpretación de los protagonistas, he de decir que la mejor interpretación corre a cargo del Dragón rojo que sale unos 3 minutos en escena, casi lloro con él. Las demás son una combinación tan absurda entre lo penoso y lo hilarante que no sabes si reír o llorar, pero no haces nada de lo dicho, terrible.

Resumiendo, en esta película no funciona nada, no hay tensión (más que por desear que acabe ya), no hay emoción (salvo el asco), no hay nada memorable, bueno, entre escena y escena sale un señor muy simpático con la manía de recitar una frase salida del libro "1001 refranes chinos" edición de bolsillo en miniatura, que seguro que si tienes el día tonto, te iluminan y cuando terminas de ver la película, sales dispuesto a salvar el mundo. Finalmente, en relación a eso que se dice de "desmelene cinematográfico", "explosión de creatividad", etc. estoy seguro de que cualquiera de nosotros podemos tener grandes momentos de "explosión de creatividad" tras comer una buena fabada, sentados en el trono. Añádele una cámara de vídeo y ahí tienes tu desmelene cinematográfico del año, y eso, ahorrándote los monos guionistas.

Esta temporada está siendo excepcionalmente floja, y eso, a pesar de que se estarán gastando los cuartos en fichar a unos cuantos actores de cierto renombre.

Este capítulo en particular, no tiene nada de Black Mirror. Es como si el escritor estuviese liberando su frustración, al ver cómo su serie de terror ha sido rechazada por los productores, y ha dicho ¿ah sí? pues ahora os la coméis en Black Mirror. Y tal cual.

A pesar de que trata de cumplir, muy de lejos, pero lejísimos, con ese aspecto de crítica social que suele haber presente en la serie, aquí se va por los cerros de Úbeda y se saca unos monstruos de la manga, porque... sí, supongo.

Si fuese un capítulo de una serie de terror, tampoco me parecería notable en lo más mínimo. Todo el capítulo parece una mala excusa para mostrar lo terribles que son los paparazzi y las drogas, que te pueden volver un mostrenco, como te descuides. Teniendo en cuenta que es de Black Mirror, en fin, se siente como pedir un chuletón en un restaurante y que te pongan una ensalada de nueces con cagarrutas de loro en su lugar.

Quizás sea el hecho de que las críticas la pintaban como excelente y que ninguna de mis almas gemelas/amigos la hubiera visto lo que me animó a verla, y también quizás, me hizo mantener unas expectativas altas.

Para empezar la película la pintan como una Comedia/drama o comedia dramática, calificándola de "hilarante" o "desternillante". No voy a negar que me he reído, y han sido 2 risillas cómplices y una risotada casi histérica en una escena ya por el final. Son casi tres horas de película, y 3 risas en total no gana el calificativo de hilarante ni desternillante por mi manual, qué demonios, ¡ni siquiera de comedia!.

El personaje principal es demasiado esperpéntico para resultar creíble aunque lo que si consigue es trasladar al espectador la misma inquietud, extrañeza e incomodidad que sienten los personajes con quienes trata. La otra personaje principal resulta fría y anodina. Completamente teledirigida.

La película trata de mostrar un drama construido en la relación padre-hija y subyacente en la situación laboral de la hija. Pero lo hace de una forma velada e intangible. Cuando por fin se arranca a abordarlo de forma directa -apenas en dos ocasiones de menos de un minuto-, lo evade sin dilación y a otra cosa, para continuar hilando esa trama sin trama durante todavía más metraje. Y el hecho es que la película, que es increíblemente larga, y que necesariamente está sobremetraje, consigue hacernos caer en la trampa de pensar que no es así, porque hasta el mismísimo final, estás esperando que por algún lado, el drama, la trama o lo que sea, por fin madure y nos de en la cara. Pero no, simplemente se acaba.

En definitiva, esta película carece de sal y está desencasillada. Es arriesgada, sí, en el sentido de que se vende como una comedia y un drama, y no es ninguna de las dos.