Pero me encanta Richard Castle.

La serie no propone absolutamente nada novedoso, ni nada que no hayamos visto miles de veces. Por lo general me aburren las series de policías que para colmo son autoconclusivas en cada episodio. Y la cuestión es que tenemos muchas de ellas en la pequeña pantalla. Por suerte hay mucho donde elegir.

Paré en Castle por casualidad, vi un capítulo y, lo reconozco, Fillion me hizo reír. Y así durante la gran parte de la serie. A pesar de su esquema trillado, la serie divierte y es lo que uno busca. La química entre todos los actores funciona a la perfección, y si pudiese echar algo en falta sería que el arco principal avanzase con más velocidad.

En la Temporada 6 para mí ha perdido algo de frescor y reconozco que la fatiga empieza a notarse, pero todavía espero con ganas la T7.

Muy recomendable para desconectar con una serie policíaca que se sale de la norma gracias a su humor.

Lo primero, buenas a todos los lectores.

Es mi primera crítica en la web, y no sé por qué razón he elegido esta... en realidad será breve. Después de Gattaca, tenía muchas ganas de ver esta... pintaba genial. Justin Timberlake como cantante no me gusta en absoluto pero tiene cosas que me han gustado en el cine. Amanda Seyfried no es que la siga mucho la verdad pero no me disgustaba su papel...

Ahora bien, pasamos al guión, con una idea brillante, un planteamiento genial... ¿Y se destroza de semejante forma a partir de la media hora? No me puedo creer que algo que me estaba pareciendo durante los primeros 30 minutos como para darle un 8, se destruya de una forma tan absurda tras una idea tan genial.

Uno no puede evitar ver la analogía con la vida actual, y lo bien que se puede analizar la crítica a la sociedad. Pero en serio, una idea tan enorme no merecía esto.

Una gran lástima. Le doy un 6 porque la primera media hora de verdad merece la pena. Luego, pueden apagar el televisor.

Esta serie tiene un grave problema, bajo mi juicio, y como persona que realmente detesta las series de policías, y es que los 5 primeros episodios son completamente diferentes a todo lo que viene posteriormente.

La serie comienza, sin entrar en spoilers, con el típico esquema de un-caso-por-episodio-siempre-con-final-maravilloso-y-feliz. Sin embargo, cuando la relación entre los protagonistas empieza a cimentarse, de repente ese esquema se marcha para no volver, y se vuelca por completo en contar única y exclusivamente la historia de los protagonistas dejando de lado cosas generalmente irrelevantes. El problema es que eso tarda demasiado en venir para que el público se quede a verlo.

Reconozco que me tuve que armar de valía para soportar los primeros compases de la serie, pero como ya me ha pasado con otras (mucho mejores que esta) como por ejemplo Breaking Bad, donde tras soportar primeros episodios que no pasan del mediocre, acaba resultando en algo que, como mínimo, me resulte satisfactorio (en el caso de BB fue mucho más que satisfactorio). Esto me ha ocurrido con la serie que analizamos.

Los personajes cumplen. Kristin Kreuk me parece una belleza enorme y me encanta. La serie no se interesa por innovar nada, pero dentro del guión existe una pequeña profundidad que no se ve hasta que la primera temporada avanza bastante. Y ese es su gran error, utilizar un planteamiento inicial demasiado común y explotado como para que la gente se quede a verlo.

La fotografía no es mala, aunque tampoco destaca, y la música no está del todo mal utilizada aunque podría estar mejor. Tampoco es una película así que se le atribuye menos relevancia.

Al que soporte los primeros 10 episodios quizá la serie le acabe sorprendiendo, aunque no destaque demasiado, cumple la función de entretener.