Una película ochentera muy simpática —especialmente recomendada para niños, familias y nostálgicos— pero sus creadores y guionistas confundieron la vida con la conciencia. Es algo bastante habitual, por desgracia. El robot no se convierte en un ser vivo sino en un ser consciente. No hay nada vivo en su constitución física. La vida es un proceso biológico por definición y no hay nada biológico en un ser puramente artificial. Lo que lo hace diferente de cualquier otra máquina es que adquiere la capacidad de experimentar sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos. Como todo ser consciente se hace consciente de sí mismo.

Por lo general, los vampiros suelen comportarse como depredadores que carecen de reparos morales, pero en este caso nos encontramos con un vampiro que recurre a donaciones de sangre para evitar morder a la gente.

El capítulo está encuadrado dentro del subgénero de la comedia de terror, con mucho más humor que terror.

El peluquín que le han puesto a McDowell para hacerle parecer más joven queda un poco ridículo y en algunas escenas se nota mucho que es falso. Por suerte, McDowell es un gran actor, aunque con una trayectoria irregular, que siempre aporta un especial carisma a sus papeles.

A los que busquen una divertida historia de vampiros bastante original no quedarán decepcionados.

Apenas dura 6 minutos pero a mí me ha flipado. La única pena es que no pudieran hacer una película con esta calidad cinematográfica. Los efectos especiales son excelentes. El manejo de la cámara, el vestuario, la música, el sentido del humor... El único defecto tiene es que sea tan breve. Pero se nota muchísimo que lo han rodado con mucho cariño y esmero. A mí me ha parecido superdisfrutable y no entiendo a la gente que le ha puesto notas tan bajas. Con este público no me extraña que el cine esté en el peor momento de su historia. !Se merecen que los critters se los merienden! :-D

Me llama la atención la nota tan baja que tiene el capítulo. ¿Qué esperaba ver la gente? ¿Gore? ¿Comedia? Es una serie de miedo y suspense, y dentro de su género me ha parecido un capitulo muy bueno. De hecho, diría que es tal vez el capítulo más trágico de toda la serie e incluso el más irreverente.

Me ha recordado mucho a un relato del escritor John Connolly, titulado 'Lázaro', que puede encontrarse recopilado en 'Música Nocturna'.

Me gusta esta película por los siguientes motivos:

Es un filme de la mítica productora Cannon, con ese toque de calidad cutre que sólo ellos sabían darle. En las escenas que sale sangre se ve claramente que es tomate frito. Yo creo que en Filmaffnity debería haber un subgrupo para esta productora al igual que lo hay de la Blumhouse, por ejemplo.

La película transcurre de noche, con niebla y todo. Esto es un aliciente fuerte. La mayoría de mis películas favoritas transcurren principalmente de noche: Escape de Nueva York, Blade Runner, Terminator, Calles de fuego, After Hours, Batman, Dark City,...

Aunque se estrenó ya en 1990, todavía conserva ese el tono ochentero con música de sintetizador de fondo y ese aire épico cachondo tan característico de la década mágica de los 80.

Sale Michael Dudikoff, a quien siempre recordaremos por su papel de ninja en el Guerrero Americano y por ser el hombre que enseñó a Keanu Reeves el arte de la actuación inexpresiva.

Sale Luke Skywalker haciendo de psicópata asesino perturbadísimo que además resulta ser el protagonista de la película. Lo clava el papel, lo clava.

Sale Robert Mitchum. Punto.

Ah, pero no todo es bueno. El guion no tiene ni pies ni cabeza y el montaje es surrealista. La actriz es bastante malilla, desentona con el resto del elenco. Eso sí, pega unos chillidos que lo flipas. Cuidao ahí.