Woody Allen nos muestra con esta historia, como los individuos buscan ser afines con quienes creen que es la persona con la que pasarán el resto de su vida y por ello cambian su esencia pero al final, nos enseña que si miramos fijamente las señales que nos son enviadas constantemente podremos darnos cuenta de que cuando la persona es la indicada, la afinidad ya viene incluida.

No es la gran historia para contar pero si es un filme interesante y que te hace querer saber más de que pasará y como, ademas de que logras identificarte con alguno de los personajes e historias de los mismos.

No podemos dejar de lado los datos culturales añadidos en la película y la gran ambientación que tiene para reproducir las épocas de los grandes artistas que aparecen durante el filme.

Esta película es algo mas que simplemente eso, es, por ejemplo; encontrarte con culturas y religiones diferentes y llegar a comprender su proceder.
Es ver lo que nadie vio y reflexionar que habría hecho yo? acaso morir pues ya nada me queda ó luchar por la segunda oportunidad? creer o no? porque en realidad nadie te asegura que fue real ni lo contado ni lo que creíste ver.....

Kathryn Bigelow nos da la perspectiva de la vida de las personas que arriesgan su integridad física y emocional por defender la dignidad y el honor de su país; podemos apreciar el toque femenino en una película de guerra al mostrar los sentimientos de aprecio y emotividad cuando alguno de los compañeros cae en batalla y la monotonía que llegan a sentir en el momento de regresar a sus casas pues les falta la cantidad de adrenalina que se desprende en la zona de miedo.

Este filme es magnifico pues cada escena te envuelve y no puedes perderte la siguiente y así hasta llegar al inesperado final.
Trama inesperada, excelente escenografía, estuario totalmente hermoso y acorde a la época que manejan, iluminación que hace que cada toma sea más intensa; todo para una película totalmente recomendable.

El ser humano es capaz de hacer a la mente tan poderosa como para jugar con nosotros aun cuando sabemos que esto esta sucediendo.

Lo que Stanley Kubrick logra con este film es ponernos en la orilla de la butaca pues, en cualquier momento puede pasar lo inimaginable; la locura es el ingrediente sazonador de un Hotel como ese.

Cabe destacar la asombrosa actuación del actor ya reconocido Jack Nicholson, el cual resulta una pieza fundamental para el desarrollo del filme deleitándonos con su impresionante capacidad interpretativa.