Hay que partir de la base de la gran dificultad que supone la adaptación de un libro a la gran pantalla. En ese proceso se pierde qran parte de los matices de cada personaje que aparece en la novela, y si los encargados de hacer la película no están hábiles ésta puede adolecer de grandes vacios y de cierto sentido. Betibú tiene estupendos actores a excepción quizá de la protagonista que no encaja demasiado en el perfil del personaje novelesco, una fotografía excelente y una historia perfecta para enganchar. Pero la película no acaba de arrancar tras un inicio prometedor, y nos pasamos gran parte del metraje intentando llegar a la sensación de encontrar el punto a la trama.
Yo creo que para quién no ha leido la novela, el guión deja muchos espacios vacios, deja cosas sin aclarar, no explica el porqué de ciertas escenas, ya que estas en ocasiones suceden porque sí. De ahí esa sensación de que pudo haber sido una película mucho mas redonda, y se queda simplemente en resultona. Nos quedamos con una atmósfera pura de thriller de calidad, de unas actuaciones correctísimas, pero con un desarrollo bastante deficiente. En su conjunto no nos queda mal sabor de boca, pero sí una ligera insatisfacción. Sobre todo para los muchísimos lectores de esta estupenda novela.

Pelicula clásica de thriller nórdico. Una puesta en escena sin grandes alardes, con poca calidad técnica que hace que en muchas ocasiones parezca un telefilm de sobremesa.
El guión no esta muy logrado y las cosas pasan muy rápido y sin aparente explicación. Los personajes son planos y el protagonista es el peor actor de todos.
Una película que aporta muy poco y fácilmente olvidable.

Llegué a la película con muchos reparos puesto que las criticas que habia leído no eran muy buenas, pero me llevé una grata sorpresa porque si prescidimos de ajustarnos al contexto de la época respecto a costumbres, vestimenta y demás aspectos, y nos dedicamos a disfrutar de la aventura en si misma nos encontramos con una película extremadamente divertida. Es cierto que hay bastantes cosas que chirrían pero es un goce visual, un entretenimiento puro y duro, lleno de luchas y efectos especiales que hacen que las mas de dos horas que dura el film se pasen volando. Se nota la mano de un director sólido y que sabe lo que se trae entre manos. Y como siempre un Russell Crowe espléndido.