Esta serie, como muchas otras de la misma línea, apuesta sus recursos a impresionar visual y sonoramente al espectador, pero peca de enhebrar una historia débil, con actuaciones pésimas. De verdad esperaba algo más trabajado, con actores que supieran plasmar al personaje la intensidad interpretativa necesaria para hacerlos interesantes. Que la atmósfera de la película fuera atrapante y creíble. Que el espectador pudiera olvidarse de esta realidad y fuera testigo de otro mundo, pero no ha sido ese el caso, me ha parecido similar a otras que he visto, que al final termine abandonando.

En resumen, es otra serie más de “adolescentes” en un mundo de fantasía, donde los productores se preocupan básicamente de quedar bien con todos, forzando artificialmente el contexto de la historia, para hacerla más “inclusiva” y acorde a los tiempos, pero sólo consiguen cansar al espectador con ese uso “excesivo” de lo políticamente correcto.

Creo que esta adaptación, es una más de las muchas que ya se han realizado, sin lograr captar la verdadera esencia de la “Gran Novela” que es el Conde de Montecristo. Nuevamente se toman con ligereza la producción de esta obra y la convierten en una teleserie ridícula. Gérard Depardieu, podrá ser un buen actor, pero desgraciadamente no cumple con el perfil del personaje, no le queda bien y no logra dotarlo del espíritu que en la novela se aprecia, un ser refinado, enigmático y misterioso. Podríamos culpar por esto a los guionistas que desdibujan al Conde convirtiéndolo en un personaje trivial y tosco.
Espero que alguna vez, alguien tome verdaderamente el libro del Conde de Montecristo, “lo lea muy concienzudamente” y haga la película tal cual como esta escrita, sin omitir, ni agregar ninguna historia de su cosecha. Hasta que ese día no llegue, cualquier nueva adaptación será mediocre, banal y estupida.

Recuerdo que cuando me recomendaron ver esta película, la descarté inmediatamente considerándola una más del montón de Disney. Después de un tiempo me topé nuevamente con ella y de malas ganas me dispuse a verla (por la “insistencia”). Al poco tiempo de empezar a concentrarme en la película, tuve que reconocer que estaba completamente equivocado en mi evaluación inicial, entonces me fue necesario replantear mi visión equivocada de ella y reconocer que estaba ante una “Obra Maestra”. Fue un descubrimiento mágico y una experiencia nueva.

Lo primero que hice después de verla, fue averiguar quienes eran los que estaban detrás de la película y de la música, entonces aparecieron nombres desconocidos para mí como, Hayao Miyazaki, Joe Hisaishi y Studio Ghibli. Desde aquel evento me volví un incondicional de este “nuevo genero” que para algunos ya es viejo.

Toda obra de arte es criticable y si alguien quiere encontrar la mala pincelada del artista, lo más seguro es que lo consiga y desafortunadamente se concentrará en ese pequeño defecto para rebajar la obra a una calidad inferior y situarla junto con las del montón. Si somos justos le daremos a cada cual su lugar, por que a pesar que uno pueda encontrar razón en que la historia de la película se vuelve un poco “incomprensible” y que algunas cosas no se resuelven, que hay personajes que quedan inconclusos y un largo etc, no por eso vamos a decir que un “Castillo” pierde su condición de tal y se lo debe considerar como una casa común y corriente. Por el contrario, a pesar de los “defectos” sigue siendo un “Castillo” con sus calabozos oscuros y sus jardines majestuosos.

Esta película es el resultado de la genialidad y la inspiración. Muy pocas veces uno se encuentra con obras como ésta, que dejan en el espectador, por un buen tiempo, la agradable sensación de haber asistido a un evento único. Un merito aparte es la genial música de Joe Hisaishi que potencia las imágenes, la historia y nos acompaña en el transcurso de la película con evocadoras melodías.

Película aburridísima que me dejó la sensación de haber perdido mi valioso tiempo. Esperaba algo diferente (Generación Perdida), basándome en lo que su titulo me sugería, pero sólo descubrí una historia pobre, ridícula y que dura demasiado. Se la puede resumir como una caricatura del mundo de los Vampiros que no aporta algo que potencie este “genero”

Una de las mejores películas que he visto últimamente. Cuenta la historia de una insigne Mujer, filosofa y maestra, amante del las ciencias y del conocimiento en general. Cercada por el oscurantismo de diversos cultos, ella tuvo que saber mantenerse inquebrantable ante tanta barbarie que amenazaba destruir, cada vez con más fuerza, su mundo de libros y reflexiones. Sobre todo, por la creciente aceptación que significó el cristianismo, que con implacable ferocidad sumaba adeptos que lograban un gran poder popular.

Me he sentido gratamente sorprendido y a la vez emocionado. Pocas veces una película consigue transmitir tan evocadoramente una época pasada, donde uno cree estar viendo una escena verdadera de la historia y olvida que es sólo una película.

Es un triunfo para el cine y una película más que recordar.