Personalmente considero que en una serie de las características que nos mostraron en el trailer, el auténtico protagonista debería ser la niebla (y lo que contiene en si) tal y como ocurrió con películas como Tiburón, Alien o Godzilla. Pero aquí no. En esta serie es solo un detalle al que a prácticamente nadie le importa. La niebla es poco más que una parte del decorado. Su función parece reducirse a evitar que los personajes se encuentren fácilmente entre sí y poco más.

En los diez capítulos que dura la serie, sólo el personaje de un médico parece estar interesado en el fenómeno e intenta saber como funciona. Apenas tiene unos minutos de atención.

Las criaturas brillan por su ausencia. Nos cambian los creativos entes de la obra original por gente normal y corriente disfrazada . Solo por unos pocos segundos nos mostrarán lo que parecen ser unas criaturas hechas de sombras, el resto de la serie serán sustituidos por una amable viejecita, una copia de alguno de los protagonistas u otro personaje.

Pero el principal handicap que arrastra la serie son sin dudas las propias interacciones entre personajes y el intento de trama que se montan porque sí. Para el desarrollo de la historia es completamente innecesario saber quien se ha acostado con quien o lo bien que se llevaban dos hermanos hace varios años.
Los flashbacks son completamente artificiales y no aportan nada. Sólo sirven para alargar un capítulo ya de por si aburrido.
Queremos ver como los protagonistas tratan de desvelar y sobrevivir en la niebla. No una búsqueda de venganza personal que no viene a cuento; o una relación artificial entre madre, hija y violador que nadie pidió.

Como punto positivo, el personaje religioso me pareció bastante mejor elaborado que el de la película homónima. Como poco resulta más creíble, tanto él como aquellos que deciden seguirlo.

Sin más, me despido. Muchas gracias por su lectura si ha llegado hasta aquí.