La excusa de viajar por el país mas bello del mundo sirve para entretener en tono de comedia a base de diálogos con buen nivel. Casi toda la peli pasan hablando, parodiando, haciendo referencias al cine, a otros actores, a otras épocas, a los lugares por donde viajan y les ocurren cosas casi siempre graciosas o entretenidas rodeados de la magia italiana y su buen gusto en cualquier sentido posible.
Sin estridencias, sin golpes de efecto, ni artificios, con muy buen gusto. Natural.

Es la clase de películas para saborear de principio a fin, no solo por la gastronomía que tiene allí un papel bastante central en cada hotel, en casa restaurante de las regiones por donde van,
si no por el enfoque que le dan a sus charlas los protagonistas, que parecen livianas, aunque tienen sustancia. Parecen buscar la provocación entre ellos, una clase magistral de personajes que saben reírse de si mimos,
todo muy sano, aunque nada básica, bien elaborada, como la buena cocina, y como los viajes más enriquecedores e inolvidables.
La clase de películas que ojalá hubiese mayoritariamente en producción, y en oferta (no hay más que ver la cartelera, mes a mes, año a año, para detectar que buenas pelis en proporción son minoría, desafortunadamente)

Me cuesta comprender el contraste grotesco de la crítica profesional que la ponen arriba, repleta de elogios, como la he sentido yo, con la baja valoración que expresan otros usuarios de ésta plataforma. Tanta crítica negativa, casi como si se tratase de haber mirado otro film, o vaya a saber uno las expectativas de cada quien y posterior decepción
en base a ... (?)
Ni caso!
Cine del bueno!
⭐⭐⭐⭐⭐

Es una historia sin demasiada complejidad, muy natural, cada capítulo pasa volando, liviana, te deja un sabor agradable sin dejar necesariamente huella.
Idas y venidas de unos pocos años atrás, en donde las cosas mirado así, han cambiado mucho (demasiado) tecnológica y socialmente. Pero no vá de tecnología.
Muy recomendable para distraerse, engancha aún con su simpleza. Una de esas agradables sorpresas que de vez en cuando encuentras, casi sin esperarlo.
Más series así!
Viva Italia! ❤️

Logra transmitir la clase de sensaciones que pertenecen a esas épocas primaverales, adolescentes, cuando todo es novedad, y pasan cosas que pueden tener un peso que aún en esa tierna edad estás aprendiendo a calibrar, cuando todo está por pasar, y la vida puede ser amable, o puede herirte. Entonces se empiezan a conocer fortalezas y debilidades según las circunstancias y lo que te rodea.
Un retrato que insinúa esos descubrimientos propios de una etapa, que a veces decepcionan y para edades tempranas pueden marcar, lo que con el tiempo acabas aceptando o rechazando, aprendiendo que son parte de la vida, la que te ha tocado, diferente de quienes te rodean. Adaptarse, luchar, perseguir ilusiones, tomar partido y a veces frustrarse.

Con un estilo biográfico, buen gusto y sin desentonar, la directora logra transmitir ese clima sosteniendo el interés, bien llevado, sin grandes sorpresas, quizás algo previsible pero sin perder el color.
Así nos hace volver unas décadas atrás y el resultado es agradable, refrescante, efervescente.

Gracias al festival de cine italiano en Madrid una vez más por otra entrega de calidad que no decepciona y hace desear seguir disfrutando los días que quedan las próximas películas a cual más buena, con mucho interés e ilusión.

Una película más que muy buena. Natural, sin artificios. Una historia que cuenta de una manera muy original, como los problemas que tenemos las personas a veces pueden ir a mejor, gracias a otras personas que aparecen casualmente por la vida, personas que por otro lado también tienen problemas diferentes pero parecido, y que pueden y suelen ir a peor,
y aún así siendo una historia dramática, es expresada de una manera sublime, casi poética, con un mensaje agridulce, por lo desafortunado de quien en apariencia lo tiene todo, o aparenta una vida resuelta, y aún así solo puede ser asistido desde el acompañamiento hacia su autodestrucción. Eso sí, sin golpes bajos, con una magia sostenida, bucólica, lírica, digna.
Una realidad dura, contada de una manera que la hace entretenida, que deja mensaje y final abierto, aunque bien imaginable.
Poner puntuación a una película que además de ser buena, está bien hecha y deja mensaje, sorprende, es original y entra dentro de casi todo lo que uno suele esperar de una buena obra (¿maestra?) es arriesgado por aquello de ser subjetivo en el número.
Así, calificar una obra, dejar una valoración cuando provoca, entretiene, e impresiona,
el impulso es ponerla muy arriba, un nueve con sabor a bien merecido, y dudando de ¿por que no más?

Cuando una película te gusta mucho, por su sensibilidad, porque te dibuja una sonrisa imborrable en la cara, y mas allá de que esté muy bien hecha, de que tenga contenido, de que sea una historia muy humana, y evidentemente algo hace que sea especial (eso lo descubres temprano) en algún minuto, puede quedarte la duda de si vas a ser objetivo en el momento de valorarla y de escribir una crítica.
¿Es realmente sublime o solo lo sentirán así unos pocos?
Una muy agradable sorpresa ésta obra de arte.
No le sobra nada.
No le falta profundidad, aunque trate el tema aparentemente de manera liviana, con risas con naturalidad.
Las actuaciones son impecables, muy muy bien todos.
Es difícil ponerse solo de parte de uno de los personajes. Ninguno es malo, ni bueno.
Un retrato maravilloso de las relaciones humanas, de la amistad, de momentos vitales de la vida en los que ocurren cosas, y a veces salen bien y a veces se complican.
Una delicia de obra, que consigue hacer que te metas, y disfrutes de poesía, de estilo, de humor, todo perfectamente equilibrado.
Así es ésta estupenda pelicula, equilibrada, simple, especial. Sublime.
Muchas gracias por la brillante y sencilla obra de arte Carlos Marques-Marcet, dirigiendo tienes un talento y un estilo que cautiva para transmitir lo que sabes mostrar muy bien, y muchas gracias al elenco, han hecho una de mis películas favoritas.