Creo sinceramente que carros de fuego es la película deportiva clásica por excelencia. En este oscarizado film de Hugh Hudson, se puede respirar espíritu de superación, espíritu de compañerismo y espíritu de diversión, que creo que son los valores más importantes que el deporte tiene en mi opinión.
A destacar que en las carreras, sobre todo las importantes, el director no se adorna como pasaría en muchas películas de hoy en día, para darle mas espectacularidad.
Los protagonistas, movidos cada uno por unas motivaciones diferentes e interpretadas de una manera fantástica por Ben Cross e Ian Charleson, quieren demostrar al mundo, a Dios, y a ellos mismos que son los hombres más rápidos sobre la faz de la tierra y valla si lo consiguen.
Que decir de la música, con un tema principal de Vangelis que ha pasado a la historia, que todo el mundo ha escuchado alguna vez. Porque en mi opinión un buen tema principal es tan importante como un buen papel protagonista.
Si encima tenemos en cuenta que todo esta basado en hechos reales, hace de la historia algo más bonito.

Gran película del Maestro Takeshi, que hace aun más grande su filmografía. Partiendo de la base de que tiene que gustarte el “cine kitano” para llegar a valorarla como se merece, la película tiene muchos factores a valorar:
- Esa maestría y sencillez, con la que Kitano muestra la violencia haciendo de ella una forma de expresión.
- Fantástica la química que muestra la pareja de Nishi y su esposa, sin apenas hablar, basta las miradas, los detalles y esos momentos tiernamente cómicos como el fuego artificial o la cometa de la niña rompiéndose en manos del protagonista.
- Una inolvidable y entrañable banda sonora, que acompaña muy bien las imágenes, en especial la que para mi es una de las secuencias mas poéticas del film, y es el momento en que empiezan a sucederse imágenes de cuadros de animales con elementos florales, con imágenes reales de flores iguales a las de los dibujos, increíble.
- En general un gran uso de la gama cromática al completo, y como es habitual en el director nipón, el mar como elemento recurrente, ¿de que?..
En definitiva recomendable.

Esta película me parece fascinante por muchos motivos. Recuerdo haber empezado a verla con algo de recelo, porque aunque el argumento no pintaba mal, eso de un actor solo en pantalla durante todo el metraje no sabia como podía acabar, mas aun siendo Sam Rockwell al cual no le tenia en demasiada estima pero que aquí borda el personaje, o debía decir los personajes?.
Es ciencia ficción pura y dura sin efectismos ni recursos baratos de efectos especiales.
Solo un buen argumento, aunque algo lento, que nos mete bien en la historia y situación del protagonista. Y esa situación es dramática, te das cuenta que se trata de una “persona” afincada físicamente en la soledad lunar, pero a su vez atrapada psicológicamente en un pasado sin posibilidad de futuro, algo verdaderamente triste.
Mención especial para Gelty, ese robot computadora, que es sin duda un personaje secundario tan real, útil y valioso como cualquier actor.
También hay que destacar la banda sonora de la película hipnótica, fascinante y evocadora que te hace transportar tu mente a ese paisaje lunar tan bien logrado por su director Duncan Jones, un director al que sin duda habrá que seguir el rastro.

Al igual que muchos, vi esta película en mi niñez y sin duda, rápidamente se convirtió en un film especial. Especial por muchos motivos, pero sin duda por uno en concreto, las alas que te daba esta película para soñar con aventuras: grutas imposibles, barcos piratas, unos auténticos villanos al acecho y un final feliz, siempre acompañados por una inseparable pandilla de amigos.
Fantástica, imprescindible cine familiar.

Es increíble que una película con tan poco consiga tanto. La aparente simple puesta en escena de esta obra teatral filmada con grandeza, demuestra un talento innato en el bueno de Lars.
Toda la historia resulta inusual, pero bella, con un final previsible pero que hace justicia a la historia y su gran moralidad.
Por no hablar de una magistral Nicole Kidman, para mi uno de sus mejores interpretaciones junto a los otros. La australiana hace muy bien ese personaje enigmático, frío y magnetizante.
También quiero destacar la breve, pero majestuosa aparición de James Cann, que pone la guinda al pastel.