La empecé a ver por Irene Jacob, pero no he podido pasar del minuto 14. Este Nicholas Cage, ¿qué es? ¿Como esos actores que son garantía de calidad, pero al revés, o cómo va la cosa? ¡Madre del amor hermoso, qué tostón!

Es lo que me está pasando según voy leyendo críticas de la película que acabo de ver esta misma tarde. Sí, es cierto, todo esto va de vender "merchandising". Sí, es cierto, es la enésima reiteración de la misma fórmula mágica con la que Disney lleva 80 años forrándose. Sí, es cierto, es previsible. Pero también es muy cierto que, en las últimas entregas de Disney, se ha avanzado muchísimo en el arco de valores que se ofrecen a los niños, y no tan niños. Muy de acuerdo con alguna crítica que señala que la villana no lo es tanto. Es, como mucha gente, lucha por lo suyo y hace cosas que, supuestamente, no están bien, en nombre de los intereses que le son más queridos. No hay malos malísimos, por mucho que se nos presenten como "super crueles" o "extremadamente perversos". Ni el malo más malo de la película es la mitad de malo que la mitad de la gente con la que nos cruzamos a diario, y ya si nos vamos a lo que estamos leyendo en la prensa, ni te cuento. Y eso es importante, los niños no pueden crecer pensando que sólo hay "buenos" y "malos", porque luego se topan con la realidad y se quedan completamente descolocados. Eso sí, la protagonista es un ramillete de virtudes que pocos cuestionarían: es leal, valiente, altruista, con un corazón que no le cabe en el pecho, sabe pelear, y encima, para colmo, es guapísima. Yo creo que es las estrellas de la factoría Disney más bonitas que he visto. Al lado de Vaiana que, por cierto, salió del mismo estudio de animación, y se nota.

Bueno, y a todo esto, ¿recomiendo la película? Sí, sin duda. Dando por descontado que las críticas a la banalidad, la previsibilidad y la sumisión a los intereses comerciales son completamente acertadas, es una buena película de animación para toda la familia. No una de esas que aguantas estoicamente mientras el niño se lo pasa pipa, sino de esas que le prestas más atención a la pantalla que a tu niño. Ojo, no se le vayan a ir las palomitas por otro lado y tengamos un disgusto. Que la disfrutéis.

¿Es entretenida? Mucho. ¿Es un panfleto? Hasta lo ridículo. Tiene momentos más propios de los primeros comics de Marvel que de una película de 1990, con la Guerra Fría ya extinguida, tras el suicidio pacifico de la "temible superpotencia diabólica". El comisario político afirmando, con cinismo "la intimidad no existe en la URSS", el pobrecito segundo de a bordo preguntando si podría vivir en cualquier lugar de EEUU "sin papeles" y el bueno del capitán diciéndole: "Si, sin papeles". Claro, que le pregunten a los mexicanos que son tiroteados por la Guardia Nacional en la frontera con EEUU si se puede vivir sin papeles en ese país.

Un capitán tan, tan bueno, que decide traicionar a su patria por unos motivos que no terminamos de entender. Como por aburrimiento, o porque le apetece ir de pesca. Poca cosa, entregar un arma militar de ese calibre a una superpotencia enemiga de tu país, ocurre a diario...

En otro orden de cosas... ¿Es una película que destaque por sus efectos especiales? No sé si en 1990 lo sería, pero ahora resulta lamentable. El uso y abuso del chroma key, por ejemplo... En la última escena, en la que los dos protagonistas, el americano y el ruso, intercambian confidencias de coleguilla, el chroma key es tan burdo que el paisaje del fondo se transparenta se transparenta a través del cabello de Alec Baldwin, que de pronto parece un posmoderno con el pelo azul... Los torpedos que recorren el océano rodeados de una magnifica estela blanca que denota el montaje a la legua, las maquetas filmadas con ópticas que delatan las proporciones reales...

En cuanto al guion, si dejamos aparte que se trata de la adaptación de un Best Seller del especialista Tom Clancy, es aceptable. Mantiene el interés, y tiene suficientes giros como no resultar completamente previsible. Por supuesto, hay que disfrutar de la película dejando de lado su aspecto de herramienta de adoctrinamiento maniquea. Para los que dicen que "el cine español está subvencionado", me venía a la memoria una noticia de El Español que dice que, cada año, el estado de California (donde se produce buena parte del cine de Hollywood, aunque no todo) gasta más de 300 millones de dólares al año en subvencionar películas vía deducción fiscal. Imagino, lo intentaré verificar, que ésta se llevó una buena tajada.

La interpretación de Baldwin y Connery, magnifica, como no podía ser menos. Hay quien dice que la traducción de los términos marinos es deficiente. No tengo elementos para juzgar, pero sí que, en los subtítulos (jamás veo películas dobladas) se aprecian cosas raras, que no tienen sentido, como si estuvieran mal traducidas. En resumen, una película que, tanto si te da risa que te quieran manipular de esa forma como si te crees a pies juntillas el mensaje, funciona estupendamente como entretenimiento. No se la debe sobrevalorar, porque tiene grandes defectos, y tampoco se la debe descartar sólo por su obvia carga ideológica.

Además, un panfleto aburrido. Empieza recogiendo, en un estilo insoportablemente publicitario, testimonios de gente que ha sufrido el maltrato del sistema sanitario norteamericano, va avanzando a través de interminables discursos de señores que parecen tener montados negocios estupendos alrededor del asunto, para terminar diciéndonos que la solución para el sistema sanitario más caro y menos eficiente del planeta es más de lo mismo, pero a lo bestia. Lamento decir que no pude pasar de los dos tercios del engendro, porque es infumable. Nunca hago una crítica sin terminar de ver lo que sea, pero esta vez era demasiado. Si le puede servir a alguien para no perder el tiempo, por mí, feliz de haber sido útil.

Como digo en el título, cuando la estaba valorando, primero le puse un nueve. Luego seguí dándole vueltas, mirando las criticas, profesionales y de usuarios, y me fui ratificando en que no soy el único que siente que no llega a donde podía haber llegado. La historia es tremenda, la interpretación de la protagonista no puede ser mejor, pero hay momentos en que pierdes la atención, y creo que puede deberse a una falta de ritmo y de consistencia en el guión. Con todo, es imprescindible, porque lo que pasaba en Suecia en los 70 perfectamente puede seguir pasando en España en el SXXI, y por desgracia, pasa, doy fe. Yo la vi en Netflix, en versión original, y lo recomiendo así, no quiero pensar cómo podría ser el doblaje. Los diálogos no son largos, y se sigue perfectamente con los subtítulos.