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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
31 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la mano de David Mackenzie (Convicto) en la dirección y Taylor Sheridan (Sicario) en el guion nos llega Comanchería -Hell or High Water en Estados Unidos-. Un auténtico Western moderno combinado con drama, acción y atracos, protagonizado por el oscarizado Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster y Gil Birmingham.

Bajo esta premisa, se desarrolla una notable historia dotada de grandes interpretaciones y gran carga dramática. Desde el primer minuto y plano secuencia del filme, nos damos cuenta de que estamos ante un producto diferente a los que nos tiene acostumbrados la industria hollywoodense. Porque Comanchería no trata de tiroteos y de persecuciones por el sur estadounidense, sino del drama familiar y la relación entre dos bandos opuestos pero complementarios. Un auténtico reflejo de la sociedad estadounidense.

Y para dar valor a esta afirmación, la película nos presenta a cuatro personajes bien diferenciados. Por un lado tenemos a Marcus Hamilton, un veterano ranger de Texas que vive sus últimos días al frente de la ley. De gran temperamento e ideología bien definida, vive atormentando a su compañero Alberto Parker, de patrimonio comanche y mexicano, y carácter más moderado. En el otro bando tenemos a Toby Howard, un padre divorciado que lucha por darle una vida digna a sus hijos mediante un elaborado plan, y a su hermano Tanner Howard, un ex-convicto que basa su vida en la delincuencia, el asesinato y los atracos. Como podemos apreciar, son personajes intensos y llenos de matices de los que se puede sustraer una historia realmente interesante. Si además le sumamos la localización de Comanchería -territorio que abarca la región noreste de Nuevo México, oeste de Texas- nos queda un cóctel con todos los ingredientes necesarios para salir bien.

Y ese cóctel, además de verse apoyado por una narración no habitual en las películas del género, es adornado por una fotografía llena de preciosas estampas y grandes planos de la mano de Giles Nuttgens, que realiza un trabajo soberbio tanto de composición -grandiosos cielos que nos regala- como de contextualización de la Texas profunda, llenando de matices los planos del filme,junto con los detalles de guion. Porque Comanchería presenta una trama sólida y bien estructurada en dos partes diferenciadas: una basada en el drama y otra basada en la acción -aunque también con tintes dramáticos- que se concluye con dos de los personajes quedando para terminar la conversación pendiente.

Y es que Comanchería no inventa nada. Es el juego del policía y el ladrón otra vez, pero contado de una manera diferente y haciendo hincapié en la parte dramática de la narración, dejando a un segundo plano la acción, que si bien está presente no destaca como uno de los apartados fundamentales. De grandes referencias va la cosa, y el olor a Sam Peckinpah o No es país para viejos se hace presente desde los primeros instantes. Algo positivo, sin duda, pero que no deja de recordarnos el ya lo he visto que tantas veces nos ha venido a la cabeza.

Volviendo a hablar de matices, ¿qué sería Texas sin sus excéntricas camareras o sus anchas carreteras? Taylor Sheridan lo sabe muy bien, y -como hemos mencionado antes- apoya el guion en esta serie de adornos que llenan de riqueza la trama. Si una lucheta se hace al punto, se hace al punto. Fácil y sencillo, así es Texas.

Y no menos es la música, de la mano de Nick Cave y Warren Ellis, que nos sumerge en el mundo de Comanchería a ritmo de grandes obras con tintes texanos. Sin duda, otro de los grandes pilares del filme.

En definitiva, un buen filme apoyado en una grandes actuaciones -estelar Jeff Bridges-, un buen argumento, una cuidada fotografía y una excelente música, pero que no deja de recordarnos el ya lo he visto. Un notable western moderno y una película a tener en cuenta del presente año. Recomendable -por favor, vedla en VOSE-.
Kirry Burrio
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4
31 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un día normal. Vas al cine, con tus amigos, a ver La Fiesta de las Salchichas. Es muy divertida, dicen, contiene un humor exquisito y todo el rato te meas de risa con los personajes. Te sientas en la butaca, nervioso. "¿Joder, tan buena será?" piensas. Se apagan las luces, cuatro chicas se hacen el selfie para enviarlo a todas sus redes sociales. "Aquí, viendo una peli" ponen. "Joder, esa está buena" piensas.

Comienza la pelícLOS TRÁILERS. Otros diez minutos viendo imágenes pasar y sin centrarte en ninguna. "Venga, que pongan la película, para algo he pagado" dice el señor de abajo, con sus dos hij(AH NO QUE ES PARA ADULTOS)...¿qué coño hacen niños en esta sala? Por fin comienza la película, coges tu bote de 1L de Coca-Cola Zero -para no engordar, qué pensaran en el gym- y empiezas viendo a un grupete de salchichas decir ostia, ostia puta, joder, coño, follar, tu puta madre. "JAJAJAJA ¡NO ME JODAS! ¡UNA SALCHICHA QUE DICE PALABROTAS! ¿QUIÉN COÑO HABRÁ INVENTADO ESTA GENIALIDAD?" Pasan los minutos. El señor de abajo se lleva a sus hijos de la sala avergonzado. "¿Cómo es posible?" dice. "Eso te pasa por traer a tus hijos a una peli para adultos, ¿es qué no ves los tráilers o que?" vuelves a pensar.

Siguen pasando los minutos. "Madre mía, si no fuera por los insultos, esta película sería el típico producto prefabricado de Hollywood" piensas. "Ah no, que hay alimentos que hablan" vuelves a pensar. Sonríes. La sala está llorando de risa. La chica de al lado coge a su novio del brazo y le pregunta: "Oye, gordo, ¿no crees que es un poco hardcore?". "Menuda aburrida, vete a ver The Neon no se qué" piensas, "Ya solo falta que no le guste El Renacido". "Gordo, esta es peor que la del muerto viviente ese, El Renacido". "Pero será gilipollas, por algo se llevó Dicaprio el puto Óscar".

La película está a punto de terminar. Un chicle parodiando a Isaac Newton hace una broma sobre Terminator 2. "Un momento, ¿seguro que se llamaba Isaac Newton?". Sacas el móvil. Enciendes la pantalla y dejas ciega a toda la sala. "Hombre listo silla ruedas" buscas en Google. No aparece. "Voy a tener suerte" tecleas. Coño, el primero que aparece: Stephen Hawking. "No te acostarás sin saber algo más" piensas. Te has perdido 10 minutos de película, pero no pasa nada. Los protagonistas van a morir, es IMPOSIBLE que nadie los salve. "¡NOOOOOOOOOOOOO!" exclamas. El de al lado te manda callar. "Normal, qué grito he dado" piensas. De repente, unos personajes aparecen encima de una estantería sin saber cómo y resuelven la escena con dosis de heroína. "Buuuu, Deus Ex Machina" dice el de atrás. "¿Pero y este puto friki?" piensas. "A berrear al campo" vuelves a pensar. "¡Ostia! Que antes han hecho un chiste de Terminator 2!". Te ríes. "Que te calles, ostias" te dice el de al lado.

Acaba la película, los alimentos se han transportado a otro universo. Llegas a tu casa y te duermes. "Por lo menos me he entretenido, tendría que haberle dado el número a la de abajo" piensas. A la próxima será.

Más críticas en https://www.cinefilosfrustrados.com
Kirry Burrio
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7
14 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
EN TIERRA DE LOBOS
“Nada tendrá sentido para tus oídos norteamericanos, y dudarás de todo lo que hacemos… pero al final, lo entenderás”.
Kate Macer (Emily Blunt), una idealista agente del FBI, es contratada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico en la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México. Allí conocerá a Matt G raver, un frío miembro de las fuerzas gubernamentales, que estará al mando de la operación; y a Alejandro, un enigmático asesor. Kate se cuestionará sus convicciones sobre la guerra contra los narcos y los límites de la ley.
Bajo esta premisa el estadounidense Denis Villeneuve, reconocido por sus tres anteriores obras “Incendies” (2010), “Enemy” (2013) y “Prisoners” (2013), nos presenta esta oscura historia (como las citadas anteriormente), donde nos plantearemos el límite de lo legal y contemplaremos el cruel y despiadado mundo del cártel, en el que cada amanecer puede ser el último que veas.
Los primeros instantes suponen una brutal y técnicamente perfecta puesta en escena. Un grupo de agentes del FBI irrumpen en una casa-escondite de uno de los más reconocidos cárteles mexicanos de la droga, allí encontrarán numerosas víctimas asesinadas de una macabra forma. Villeneuve no se deja ningún plano al azar en estos primeros minutos (ni en toda la película), que funcionan a la perfección cuál reloj suizo. Cada plano, cada movimiento de cámara o cada angulación están pensados y ejecutados estratégicamente para atrapar al espectador y hacerle sentir participe de la opresión del ambiente. Todo está calculado segundo a segundo, milímetro a milímetro.
Tras estos primeros compases, que bajo mi criterio suponen los mejores primeros minutos de un thriller en los últimos años, suceden una serie de acontecimientos en los que nos presenta al trío de protagonistas compuesto por Kate Macer (Emily Blunt), Matt Graver (Josh Brolin) y Alejandro (Benicio del Toro), que llevarán la voz cantante durante toda la trama. Villeneuve, que es todo un experto en dotar de profundidad a sus personajes, hace lo propio y los enriquece de una vida y un pasado oscuros (sobre todo a Alejandro), alejándose de los típicos estereotipos y personajes planos que tan mal acostumbrados tienen al espectador en los últimos años. Villeneuve, empeñado en dar un giro de tuerca al género, ahonda en las relaciones personales entre ellos, cada uno tiene una serie de valores, código de honor y, sobretodo, cada uno tiene una visión muy diferente de los límites de la ley. Lógicamente, esto provocará bastantes confrontaciones entre ellos, siendo uno de los ejes principales del filme.
Cada aspecto de “Sicario” la aleja más de una mera película de acción. El ritmo, lento y en constante tensión, difiere mucho con el que estamos acostumbrados a ver en una película del género. Villeneuve se aleja de las explosiones y las acrobacias imposibles y nos muestra completas operaciones policíacas, donde el espectador parece un agente más en medio de este pausado, pero intenso enfrentamiento. Por momentos da la sensación de que no estamos presenciando una película, sino un documental sobre la guerra contra el cártel mexicano. A pesar de ello, Villeneuve no se aleja de la espectacularidad, pero a su manera. Para entender el concepto de espectacularidad en esta película debemos recurrir a la figura del gran Roger Deakins (increíble que este señor todavía no tenga un Óscar), que vuelve a sorprender a todos los públicos con una preciosa fotografía, compuesta de grandes estampados que nos dejarán boquiabiertos y una estética que encaja a la perfección con la obra. Al igual que otros apartados citados anteriormente, todos los aspectos de la fotografía están calculados al milímetro.
Pero no todo es un color de rosas en esta película, el guion adolece de una falta de profundidad prácticamente durante todo el metraje. Por momentos, da la sensación de que los agentes no están combatiendo contra un peligroso cártel mexicano, sino contra una serie de marionetas que manejan a su antojo. Y es que durante toda la película los agentes cumplen con lo previsto casi sin encontrar oposición alguna, todo funciona como la seda prácticamente todo el rato. No importa que seas un alto cargo del cártel y vayas escoltado por alguien de confianza, un agente en cinco minutos de reloj puede apresarte, y tú obedientemente y sin intentar revelarte (incomprensible) debes llevarle ante tu jefe. Tampoco importa que seas el gran jefe de esta organización y vivas a la sombra, un solo agente puede colarse en tu casa, asesinar a tus escoltas y acabar contigo en tan sólo otros cinco minutos de reloj (por supuesto, tampoco vas a poner ningún tipo de resistencia). Por otra parte, el personaje de Emily Blunt debería brillar en los últimos compases del filme (se nos presenta como la protagonista del mismo), pero se ve relegada a un segundo o tercer plano. La poca profundidad de la historia es el gran fallo de esta película.
Por último, todo el filme está acompañado de una lenta y efectista música que funciona a las mil maravillas. Siendo esta otro ingrediente más para embaucarnos en el mundo de la película.
En definitiva, “Sicario” es una buena película de un director en alza que nos presenta una gran fotografía, un gran trío de protagonistas, un acertado ritmo lento, unos planos ejecutados al milímetro y, en definitiva, una propuesta muy diferente de lo que es el cine de acción. Todo esto se ve parcialmente manchado por una falta de profundidad que adolece prácticamente todo el filme, pero como ya he dicho, parcialmente, ya que “Sicario” a pesar de no ser una gran película, es sin duda, un buen filme. Buen intento, Denis. En tierra de lobos.
Kirry Burrio
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6
27 de octubre de 2017
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente, las películas contextualizadas dentro del subgénero conocido como ‘Rape & Vengeance’ (violación y venganza) parten de unos pilares cuasi fundamentales: sensación de satisfacción al espectador al conjugar la venganza, tiros o en su defecto machetazos o en su defecto bombazos o en su defecto loqueseaquepuedamatar y sangre al por mayor. En este caso, Revenge nos ofrece un batido compuesto por todos estos ingredientes aderezado con dosis de música cañera y situaciones inverosímiles que pondrán a prueba nuestra suspensión de incredulidad en más de un par de ocasiones y nos harán preguntarnos si aquí todo vale con tal de entretener al público y ofrecerle mucho de lo que demanda. Eso sí, si aquí has venido a saber si es divertida o no, ya te lo dejo claro: Rotundamente sí.

Coralie Fargeat conjuga un relato de tintes feministas que no pretende ahondar más allá de lo que veremos en pantalla, es decir, un Rape & Vengeance al uso donde las bondades vengan por parte de ciertos toques de comedia fantásticamente situados y un alarde técnico que compone bellas estampas con una paleta de colores muy interesante en más de una ocasión. Por su parte, el trabajo de fotografía de Robrecht Heyvaert roza el excelente durante la totalidad del filme, lo que se agradece si tenemos en cuenta que no es una producción que haya contado con un presupuesto gigante; pero sí un resultado similar. De casi igual nivel podríamos situar el realizado por parte del apartado sonoro, con potentes graves que refuercen el festival de tiros, machetazos y litros de hemoglobina al son de una música que no permitirá que el ritmo de la película decaiga. Porque Revenge es una película entretenida desde que comienza hasta que acaba, sin dejar nunca que nos sintamos desconectados y pretendiendo satisfacer al espectador poco a poco con una estructura narrativa marcada y precisa. Sin embargo, el principal problema que atañe al filme es uno y tiene nombre: suspensión de incredulidad.

La primera frase que puede llegar a la cabeza del espectador más habilidoso después de disfrutar el visionado de Revenge podría ser prácticamente una: “he venido a ver una película ‘de tiros’ y me he encontrado una de superhéroes”, porque la protagonista, Matilda Anna Ingrid Lutz, es poco menos que la nueva reencarnación de Lara Croft y John McClane fusionados en un ente indestructible que no decaerá ni aunque sangre como un guarrillo chocolate, y es que déjenme vaticinarles que su suspensión de incredulidad como espectadores será puesta en jaque en muchas ocasiones pero, sobre todo, a partir de poco menos del ecuador del filme, que es cuando un@ se pregunta si los de Marvel han colado su nueva producción entre medias o esto es una betatester para un nuevo proyecto suyo.

Más críticas en https://cinefilosfrustrados.com
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Kirry Burrio
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7
31 de octubre de 2017
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Tras dirigir en 2006 su última película, El libro Negro, Paul Verhoeven vuelve detrás de las cámaras para mostrarnos un thriller protagonizado por Isabelle Huppert y que prometía tomar gran parte de los elementos cinematográficos que han hecho tomar un nombre relevante en la industria al realizador, que incide en los excesos y decadencia humana a lo largo de su filmografía.

Elle toma partida con una mirada: la de un gato que observa fríamente y sin inmutarse cómo su dueña es violada por un siniestro encapuchado, que huye rápidamente sin dar pie a una captura. En el suelo se postra Michèle, quieta e impasible, ante la atenta mirada de su felino en contraplano. Este hecho, por brutal y despiadado que parezca, no parece afectar profundamente a la protagonista, que se levanta con endereza y comienza a organizar su vivienda y ella misma. Un punto de partida algo abrupto, pero que sirve como perfecta definición y hecho inductor de lo que vendrá a continuación.

Michèle, exitosa ejecutiva de una empresa de videojuegos, es una mujer divorciada que vive sola en su lujosa casa situada en frente de su atractivo vecino Patrick, con el que guardará una estrecha relación de amistad. A lo largo de una hora, el filme sienta las bases de su propia definición y la de la protagonista, que combina el desarrollo de los acontecimientos con la descripción de los personajes que lo compondrán: su ex-marido, la nueva pareja de él, su hijo y su problemática novia -embarazada teóricamente de él-, su mejor amiga y compañera de trabajo, el marido de esta amiga, su madre -operada mediante cirugía estética-, el novio de su madre, su vecino Patrick y la mujer de él, y por último los trabajadores de su empresa, a los que destacaremos dos de ellos que se postularán en contraplano. Para el final dejamos a su padre, principal artífice -de manera voluntaria o involuntaria- de la personalidad de Michèle y acusado de unos brutales asesinatos décadas atrás.

Bajo este punto de partida, el filme ahonda en las relaciones personales que se establecen en torno a la figura de Michéle a la par que describe tímidamente al propio personaje, que resultará frío, calculador e impredecible durante los 130 minutos que componen este particular drama mezclado con comedia negra. A su vez, Verhoeven ahonda en la visión mordaz de la familia o en la perversión humana, que resultará clave para describir a la protagonista y que nos hará mantenernos enganchados a pantalla a pesar de su ritmo sosegado y pasivo. Siendo colega de Haneke, algo se te tiene que pegar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kirry Burrio
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