Mi gozo en un pozo. Por fin estaba viendo lo que parecía una buena película de terror, con cierta originalidad, con unos actores correctos, con un guión y un misterio que prometía, con unos personajes cuyas reacciones (algo difícil en el género de terror de adolescentes, donde tampoco sé si encaja la película) parecían creibles y normales dada la situación,..... pero, ay, ay, que la cosa se tuerce, lo que parecía una beuna película se queda en una película aceptable que entretiene, que no es poco, pero que empieza a caer en situaciones absurdas, a perder el misterio, los personajes empiezan a parecerse a lo de siempre, y al final (aunque el final no está mal) la película se queda en una sensación de lo pudo haber sido y no fue.
Aún así, como digo, entretiene, lo cual es mucho

Pensaba que nunca iba a decir esto de mi admirado Woody Allen: qué mala es esta película!!! No me ha gustado nada de nada.
Me parece un despropósito total.

Es un mero panfleto turístico de Barcelona al que se ha adecuado el abuelo Allen. Una colección de imágenes más o menos sugerentes, maravillosamente fotografiadas, eso sí, por Javier Aguirresarobe, lo mejor de la película. Además, tiene un tufillo un tanto rancio, metiendo con calzador eso de la identidad catalana y bla, bla, en boca del guiri pijo de turno.

La historia que describe es patética y está mal contada. Los personajes no hay quién se los crea, especialmente, Javier Bardem: pintor bohemio que pilota aviones y un montón de cosas más y se mueve como pez en el agua en el ambiente más lujoso del mundo, que vive en una estupenda masía, a pesar de ser asturiano, donde vive su padre en un caserío, padre que es escritor, pero tan bohemio, que nunca ha publicado nada suyo porque el mundo no ve al mundo capaz de poder deleitarse con su escritura y así lo castiga. Buffff, demasiado.

El mundo en el que se mueven no sé de dónde lo sacan: en Barcelona todos son artistas, bohemios, pero ojo, viven en el mayor de los lujos y no se privan de nada.

¿y qué decir de los actores? Reconozco que he visto la versión doblada, que en este caso con el juego del lenguaje, pierde mucho. Dicho esto, las interpretaciones me parecen de baratillo, con una Penélope Cruz sobreactuada (¿de oscar?) y un Javier Bardem fuera de tono. Me ha gustado Rebecca Hall.

Mención aparte y especial merece la voz en “off”, recurso que en ocasiones resulta atractivo y que aquí es lamentable. La voz en “off” puede aclarar los sentimientos y contradicciones de un personaje y cosas así, pero resulta patético que te vaya describiendo sin más lo que estás viendo en la pantalla. Me recuerda a los narradores de los dibujos animados para pequeñitos (estoy en esa fase con mi hijo), me recuerda al narrador de Peppa Pig.

Estimable película que a pesar de su duración se hace entretenida y agradable de ver. Pero algo le falta a la película para que la jugada sea perfecta.

En la parte positiva, tenemos un guión ágil y entretenido y un elenco actoral de primera con especial atención a Maribel Verdú, Blanca Portillo y Amparo Baró. En ese sentido, la película va perfectamente engrasada.

El problema viene en la historia en sí misma, que si bien está ambientada en un mundo un tanto original, resulta una historia vista mil y un veces. Además, los personajes, especialmente los masculinos, son excesivamente planos, anclados excesivamente a los tópicos.

Por tanto, agradable y estimable película que desgraciadamente no acaba en una perfecta carambola.

Creo que cuando uno se enfrenta a una película de este tipo, no puede estar juzgando si es fiel a la historia o no, si tienen o no tienen sentido las razas que aparecen, etc.
Lo realmente importante es si la película es entretenida o no, si el director ha conseguido que nos metamos en la historia y disfrutemos de ella.
En el caso que nos ocupa, desde luego, el rigor histórico brilla por su ausencia, pero lo malo es que también brilla la lógica de la historia.
Aún así, creo que es un digno entretenimiento que no pretende más y así tenemos que verlo

Disfrutable comedia del gran Jack Lemmon que ha envejecido mal, bueno, muy mal. Es entretenida y tiene un guión ingenioso, pero poco a poco va derivando hacia el machismo más rancio, muy poco acorde con los tiempos que corren.
Como comedia funciona, sobre todo en la primera mitad, aunque la puesta en escena no sea muy lograda en muchas ocasiones.
En cualquier caso, la pretendida guerra de sexos deriva hacia tintes muy machistas (dentro del tono de comedia desenfadada y sin pretensiones, eso sí) que sin duda dejan en el espectador del 2011 una sonrisa un poco torcida