Iba camino del 2/10 hasta que enfrenté el capítulo final. Y al final le doy un uno por dos razones: que no pueda darle el cero, y la fotografía (brillantes prológo y epílogo, escenas con una poderosa fuerza narrativa en blanco y negro para acentuar las alegorías redundantes sobre vida y muerte que nos vende al peso durante el resto de la película). El resto de la cinta es lo que alguno seguro llamará una obra de arte sensible y pura, pero que no pasa más que por dos o tres lazos de pseudoporno rural con gotas de sangre para aderezar una mezcla seca y sin gracia. De hecho, al acabar, uno tiene la sensación de haber perdido hora y media de su vida sin un motivo aparente. Y de Anticristo sólo tiene el título, claro.

Por fin una película lógica de apocalipsis zombie. Rota, loca, burda, desatada, sangrienta, sin héroes y con caídos de forma patética. Como sería, en definitiva, en cualquier sociedad que se prestara a algo similar. Planet Terror, desde la estética colorista pero casi softcore -pese a las entrañas-, plantea el fin de la humanidad con curiosa templanza, pero a años luz de los sofisticados y profundos thrilles que han puesto ahora de moda Kirkman y compañía. Con todo y eso, su relato es todavía más coherente que el de la mayoría de sus hermanos intelectuales, y al final el servicio de entretener lo cubre también. Con lo cual, pocos reparos. Bueno, sí: que se esté haciendo de rogar tanto la secuela.

No pasará a la historia como no pasan puñados de películas cada año - y menos del género-, pero lo que está claro es que bordea la media: ni el argumento ni la ejecución son como para salir a celebrar nada, taras melifluas teniendo en cuenta el rollo transgresor que se lleva con esas reminiscencias a 'Cuscadores de fantasmas' y que hace el tumulto mucho más familiar. Los últimos diez minutos son especialmente buenos, pero hasta entonces la historia no desmerece en casi ningún tramo. Y la secuela es casi mejor, sin el casi.

Tiene mérito, porque reúne lo peor del cine de terror, lo peor del cine español, y lo peor del cine español de terror. Tripas gratis y chistes sin gracia tan de los de aquí. Cabe atribuirle la victoria en lo mediático, porque fue una entrega inflada hasta la saciedad y efectivamente creó una expectativa que se diluye desde los títulos de crédito. Flaquísimo favor e incomprensible tapón a una saga que no iba del todo mal.

Gusta sí o sí si te sientas a verla con el argumento en la mano y te has tomado medio minuto en digerirlo. A veces el cine es complejo, otras no: y este es uno de los primeros casos, en el que más que lo que ocurre de principio a fin, lo que inquieta es por qué ocurre. La idea es sensacional y la sustenta una cinta corta y rápida, sin atajos morales, y con partes interesantes. Sólo puede dar pereza la sensación que queda de que será la primera de demasiadas y que caerá rápido en el olvido. Pero recomendable, es. Igual es que nos da miedo imaginar que podría pasar de verdad.