Hacía mucho tiempo que una película no me tenía en tensión de principio a fin como me tuvo esta. Tiene tanto frenesí y la trama da vueltas tan rápido que nunca sabes lo que va a pasar.

El montaje me parece excepcional, la actuación de todo el reparto también, y la de Mario Casas en particular es sublime. La música, el guion y todo. Todo su conjunto me parece muy bueno. Es un thriller que te deja mirando la pantalla sin pestañear durante toda su duración.

Por no hablar de la sensación de agobio que te producen todos esos planos cámara en mano, los cortes hechos al milímetro en las escenas de acción y todo ese tono lúgubre. Casi toda la acción transcurre de noche y en lugares poco iluminados que te transportan junto con el personaje hacia la oscuridad.

La historia no es nada del otro mundo, pero está contada tan bien que es que da igual. No hace falta una historia enrevesada para hacer una muy buena obra y aquí tenemos un claro ejemplo.

No tengo nada más que decir. En definitiva, es un thriller de tensión constante, que hace que parezca que dura cinco minutos el metraje. Disfruté muchísimo y me encantaría volver a verla y por supuesto que la veáis vosotros.