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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
6 de marzo de 2024
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Hay un fresco diálogo al comienzo de esta película entre, Ben Warren, el prometido de Jennifer Ballard, y Frank Slayton, el hombre que se ha encaprichado con ella desde que la vio:
-El ejército del sur era mejor: Montábamos mejor, luchábamos mejor, teníamos mejores oficiales… -Afirma Slayton.
- ¡Tanto que nos derrotaron! –Responde con ironía, Warren.
Segundos después, Warren sostiene:
-Sigo diciendo que (la guerra) podría haberse evitado.
-¿Cómo? –Pregunta Slayton.
-Por medios pacíficos: negociación, acuerdos, racionalidad.
-En el oeste no se puede negociar amenazado con un cuchillo, ni razonar si te apuntan con un revólver. -Termina diciendo, Slayton, queriendo tener la última palabra- (…) Yo vi a Richmond totalmente arrasada.
-Yo ya he visto demasiado. ¡Estoy harto de muertes! –Concluye, Ben Warren.

Este diálogo –casi seguro escrito por, Irving Wallace, guionista del filme junto a Roy Huggins- , define perfectamente el carácter de estos dos hombres que, desde entonces, pasarán a rivalizar por la bella mujer que los acompaña.

Pero, ¿Podrá, Warren, conservar su espíritu pacifista cuando se vea abocado a defender a su prometida? Slayton, ¿sacará a flote su resentimiento cuando sienta que está siendo perseguido y amenazado?

Entre estos dos hombres, hay un tercero, ´Jess´ Burgess, un aliado de Slayton que preserva sus principios éticos y siente un gran respeto por las mujeres. ¿Qué hará él?... Y de pronto entrará en el juego, Johash, el indio cuya hermana murió en el desierto tras ser secuestrada por Slayton, durante una incursión en Taos.

Interesante choque de caracteres que va a demostrar que, ningún hombre (o mujer) es de una sola línea. Una cosa es lo que creemos y sentimos… y otra bien distinta la forma en que vamos a reaccionar bajo presión. Porque entre la razón y el instinto suelen haber grandes contrariedades; y aunque a mayor nivel cultural más fácil domina la razón… en ciertas situaciones, sobre todo si se ha herido el honor o la integridad, el instinto domina a la razón.

Este, considero, es el mayor mérito de este filme –originalmente realizado en 3D sólo para lanzar objetos a los espectadores- que dirigió, Raoul Walsh, el cual tomó como punto de partida la novela, “Ten Against Caesar” (1952), que, Kathleen B., Robert A. y George Granger, firmaron como, K.R.G. Granger. La versión es bastante libre, pues, el veterano novelista y guionista, Irving Wallace, seguramente quiso imponer su toque personal… y para empezar, aquí no son diez sino ‘Tres (o cuatro) contra Slayton’.

El reparto lo encabezan, Rock Hudson (Ben), Donna Reed (Jennifer), Philip Carey (Slayton), Leo Gordon (Jess), Pat Hogan (Johash), y Lee Marvin como Blinky.

Título para Latinoamérica: HERMANOS ENEMIGOS
Luis Guillermo Cardona
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6
5 de marzo de 2024
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Sirviendo como cómplice en la mesa de un tramposo jugador, Ben Matthews, se viene ganando la vida… pero, cuando en un crucero ve como se arruina a un buen hombre, la culpa lo domina y, animado por otro hombre digno, Matt Comfort, decide redimirse y, además, acepta trabajar para este nuevo amigo. Sin embargo un sorpresivo incidente impedirá que esto suceda, y Carrico, el cómplice de Mathews, terminará muerto, mientras que éste tendrá que huir hasta demostrar quien robó y asesinó al apreciado sr. Comfort.

El guion, firmado por, Earl Fenton, Robert Presnell Jr. y D.D. Beauchamp, está basado en otra novela (“The Rawhide Years”, 1953) del acreditado escritor, Norman A. Fox (1911-1960), quien por estos años pasaba por su mejor momento como autor de cortas novelas western (publicaba una o dos historias por año), algunas de las cuales fueron llevadas al cine. Infortunadamente, cuando aún estaba con la creatividad en alto, un tumor canceroso truncó su vida cuando cumplía 49 años.

Como era habitual en Fox, la historia contiene varios elementos sorpresa que la convierten en un juego de intriga muy interesante. El director, Rudolph Maté, saca a relucir sus alabadas dotes como cinematografista y con la cámara de, Irving Glassberg, nos asegura una composición de imágenes -en excelente technicolor- bastante satisfactoria.

En los hechos, salen relucir de nuevo esa suerte de impulsos y motivaciones que hacen que los hombres escojan la senda turbia que va a terminar llevándolos al abismo: La trampa, como recurso para ganar en el juego… la ambición desmesurada, ejercida en la piratería… la traición, por el afán de poseer lo que el otro tiene y siento que debería ser mío… y por enésima vez, el cine sirve de mensajero de una serie de experiencias de vida que terminan muy mal, aunque bien pocos aprenden de ellas… pero bueno, ¡A cada quien su propio infierno!

Tony Curtis, me ha resultado siempre un excelente comediante. Lo encuentro magnífico en títulos como, “The Black Shield of Falworth”, “Some Like it Hot”, “Sex and the Single Girl”, “Boeing Boeing” y otras. También en roles dramáticos ha sido muy eficiente: “Sweet Smell of Success”, “The Defiant Ones”, “The Boston Strangler”… Pero no logré ni un minuto estar conforme con su rol en, <<AQUELLOS DUROS AÑOS>>, porque entendemos que está representando a un varón y no a un gay (hecho que acogeríamos sin reserva alguna si el personaje actuase como tal), y siendo varón luce tan acicalado, femenino y feamente maquillado, que su personaje no es para nada creíble, además de que resulta imposible que, un hombrecillo así, en una época como aquella del salvaje salvaje oeste, no fuera víctima de burlas, malos tratos y hasta abusos. El carácter general del personaje se reafirma viril, puesto que tiene novia y planea casarse, pero, curiosamente, el único abrazo de la película se lo da ella al inclinarse en su regazo, y por más que se encuentran nunca se dan un beso y todo el tiempo, Ben y Zoe, lucen como buenos hermanitos.

Se me ocurre pensar que, aunque culturalmente sería anacrónica por la época de la historia, hoy día la película podría verse como progresista, al recrear seriamente a un personaje de este estilo. Sin embargo, el hecho es que Curtis no recibió reconocimiento alguno, y desde entonces, nunca más protagonizó otro western.

El reparto lo complementan: Colleen Miller (Zoe), la recordada Lolly de, “Four Guns to the Border”; Arthur Kennedy, como Rick Harper, el “amigo” que siempre sorprende; Peter Van Eyck, el enigmático dueño del bar; y William Gargan, como el jefe de policía.

Título para Latinoamérica: AMOR JUSTICIERO
Luis Guillermo Cardona
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7
4 de marzo de 2024
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“Stagecoach”, comenzó como una historia publicada por Ernest Haycox, en 1937, titulada, “Stage to Lordsburg", la cual obtuvo un enorme éxito ya que rompía con el standard de las novelas westerns de entonces, al ahondar, de eficiente manera, en la psicología de los personajes, estructurando un mosaico social que, no solo deja bien establecidas las diferentes capas sociales, sino también las muy diversas mentalidades que cada una posee. Surgen aquí, las limitaciones, los prejuicios, la estigmatización, las rivalidades, el oportunismo, las carencias emocionales… pero también la solidaridad, el afán de redención, el espíritu de grupo… y el Sí mismo que, a su manera, nos acerca un poco a la Divinidad. Se prueba entonces que, el desconocimiento íntimo del otro alienta la discriminación, el irrespeto y el mal trato, pero, ineludiblemente, el darse la ocasión de ahondar en el ser y en la historia de cada ser humano, conduce al conocimiento que, en incontados casos, genera la comprensión, la valoración e incluso el amor.

Meritorio en la obra de Haycox -la cual publicó, inicialmente, en la edición del 10 de abril de 1937 del Collier’s The National Weekly- es la permanencia que tienen su historia y sus personajes, pues, mucho de lo que allí sucede, aún hoy ¡penosamente!, tiene inagotable vigencia en la sociedad estadounidense y en muchas otras sociedades que se auto pregonan civilizadas.

Llevada primero al cine, en 1939, bajo la dirección de John Ford, el resultado fue un filme que hizo historia; se hizo merecedor de dos premios Oscar -Mejor Actor Secundario (T. Mitchell) y mejor BSO-; y dejó una marca ejemplar de cómo debe hacerse un western con un profundo significado.

Como suele ocurrir dentro de la industria hollywoodense, todo filme que alguna vez fuera exitoso, alguien pensará en rehacerlo, pocos o muchos años después… y llegado el año 1966, partiendo de la historia de Haycox y del guion que para el filme de Ford escribiera, Dudley Nichols, la productora Twentieth Century Fox, encargó a, Joseph Landon (“The Rise and Fall of Legs Diamond”, “Johnny Cool”, “Río Conchos”…), la reescritura, y la dirección se puso en manos de Gordon Douglas, realizador que ya había trajinado durante un buen tiempo en el cine western.

La trama se extendió de 96 a 115 minutos con agregados y cambios bastante afortunados; la puesta en escena y la fotografía se hicieron con lo más avanzado de la época; se escogió un grupo de actores altamente calificado donde sobresalen, Bing Crosby, Bob Cummnings, Ann-Margret y Van Heflin… y el estudio de personajes se mantiene a flote, logrando unos caracteres realmente valiosos.

En detrimento del filme: El ya morboso empeño en difamar a las culturas nativas, mostrando a los indios como seres sanguinarios y brutales, sin dar cuenta alguna de las poderosas causales que, con suma frecuencia, los llevaban a atacar. En el filme de Ford eran, Gerónimo y los apaches, y ahora son, Caballo Loco y los Sioux, los enemigos “gratuitos” del hombre blanco. El guiñol que luego proseguiría Sam Peckinpah, ya está aquí desagradablemente presente en aras de realismo… y demasiado evidente el error de mostrar a los indios abaleados caer arrastrados del estribo por sus caballos, cuando los indios nunca usaron sillas de montar.

Contra todo, <<HACIA LOS GRANDES HORIZONTES>>, tiene suficientes méritos como para resultar muy interesante.

Título para Latinoamérica: <<DILIGENCIA AL OESTE>>
Luis Guillermo Cardona
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6
4 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiendo competido contra, John B. McClellan -su antiguo superior general y candidato de los Demócratas-, en 1864 y en plena Guerra Civil, Abraham Lincoln fue reelegido como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Los republicanos leales a Lincoln (los disidentes habían optado por otro candidato) se habían unido a un buen número de demócratas con los cuales conformaron el Partido de Unión Nacional y, de esta manera, Lincoln ganó por más de 400 mil votos populares, asegurando una mayoría electoral… pero su nuevo gobierno solo duraría 6 semanas, pues, el 15 de abril de 1865, sería asesinado.

Durante las últimas semanas de la Guerra Civil, dos oficiales confederados -el capitán, James Simmons, y el sargento, Benjamin Guderman- haciéndose pasar por vendedores de un tónico que sirve para mejorar la masa muscular, son encargados de transportar a través de las líneas de la Unión (en el norte de los EE.UU.), una poderosa arma recién creada, conocida como la ametralladora Gatling, la cual puede disparar hasta 250 balas por minuto y con la cual los rebeldes esperan golpear duramente a los antiesclavistas.

En el camino, Jim conocerá a una hermosa enfermera llamada, Nora Curtis (quien viaja con una india embarazada a la que lleva a un hospital) y quedará prendado de ella… aunque es una nordista que odia a los confederados; y lo que sigue será esa suerte de conocimiento que a veces se encuentra en situaciones inesperadas que el destino pone en nuestro camino para darnos ocasión de cambiar de sendero o seguir neciamente por el camino incorrecto.

El director, Rudolph Maté, pone su mayor empeño en hacer de este western un filme aleccionador y entretenido, y doy fe de que lo logra, pues, la trama no solo está dosificada con hechos históricos que siempre vale la pena mantener presente, sino que nos ofrece a unos personajes con quienes es fácil empatizar.

Lo único que le objeto a, <<ASEDIO EN RÍO ROJO>> (título al que se le nota el afán de ser relacionado con el famoso filme de, Howard Hawks), es que, como era habitual por aquellos años de profundo racismo, los indios vuelven a ser presentados como el gran mal que hay que erradicar… aunque aquí sirven como el enemigo común que acaso sea la motivación para una toma de conciencia. De resto, puedo hacer la vista gorda ante uniformes, armas y otros anacronismos.

El guion de, Sydney Boehm, basado en una historia de J. Robert Bren y Gladys Atwater, es una suerte de road-movie que contiene atractivos elementos como el uso de la canción, “Tapioca”, que sirve de señal entre los mensajeros confederados, y mantiene un toque de gracia y encanto –especialmente en los personajes de Jim y Nora- que hace que el filme mantenga cierto encanto.

Van Johnson, como siempre con el más alto carisma y, Joanne Dru -actriz que también estuvo en “Red River” (1948), para más señas-, excelente y encantadora como la enfermera que odia estarse enamorando del hombre “equivocado”. Los acompañan: Richard Boone (como el burdo y ambicioso, Brett Manning); Milburn Stone (el eficiente sargento, Benjy); Jeff Morrow (Kelso, el agente avisor); y Peggy Maley, como Sally, la cantante rubia muy mal relacionadita.

Título para Latinoamérica: ENTRE DOS FUEGOS
Luis Guillermo Cardona
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8
3 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras un fallido robo a la caja fuerte de un bar, Cully y sus hombres (Bronco, Dutch, y el indio Yaqui), deciden ir a ver a su amigo Greasy y por el camino se cruzan con Simon Bhumer y su adorable hija. Bhumer resulta ser un viejo amigo de Dutch quien lo creía muerto… y entonces sabremos que se trata de un gran pistolero, ahora retirado y convertido en granjero para dedicarse a su hija e impedir que, como su madre, se case con un pistolero.

La chica se llama, Lolly, y como su nombre sugiere, se trata de una linda, sensual y coqueta adolescente que no tardará en despertar el interés de Bronco, pero, sobre todo de Cully, quien la desea apasionadamente.

Así comienza este emotivo y envolvente western que, además de la intensa aventura amorosa entre el delincuente y la joven rebelde, también nos ofrece una valiosa relación entre los cuatro outsiders que dejará mucho en qué pensar… pues, quizás nos demuestren que también tienen un corazón palpitante. De alguna manera, nos recuerdan a, “The Three Godfathers”, la célebre historia de, Peter B. Kyne, que llevaran al cine, John Ford, William Wyler, Richard Boleslawski, y otros tantos directores… sólo que aquí son cuatro hombres con ansias de amor y de redención.

Pero, queriendo hacer un cuento más adulto, el director Richard Carlson, le da un fuerte impulso al personaje de Lolly, cambiando así al bebé indefenso y puro de la historia de Kyne, por una chica que calienta el ambiente y luce dispuesta a luchar por lo que quiere. Como buena hija de Simon Bhumer, Lolly es capaz de disparar muy bien un arma; sabe coser y cocinar; y luce en pleno como una mujer lista para enfrentarse al mundo como toda una guerrera.

Carlson, a quien conocemos más como actor que como director, partió de otra historia de, Louis L’Amour, que adaptaron, George Van Marter y Franklyn Coen, quienes ambientaron la trama en 1881 e hicieron espacio a una horda de indios renegados, a quienes sólo veremos como enemigos sin rostro, más como una forma de incluir acción que con cualquier otro propósito.

<<ENTRE EL VALOR Y EL DINERO>>, goza de una efectiva ambientación con una fotografía bastante correcta. Los diálogos son muy fluidos, y la edición se esmera para que la dinámica narrativa no decaiga en ningún momento… y el mejor acierto es, sin duda, el calificado reparto, el cual encabezan, Rory Calhoun (Cully), Colleen Miller (Lolly), Walter Brennan (Bhumer), George Nader (Bronco), John McIntire (Dutch), y Jay Silverheels como el indio Yaqui.

Título para Latinoamérica: SENDA REDENTORA
Luis Guillermo Cardona
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