Excelente slasher de los 80 repleto de suspense y toques de terror psicológico.
Aunque la identidad del asesino la conocemos casi desde el principio, no por ello decae el interés de la historia, ya que ésta cuenta con buenos personajes y sabe como utilizarlos para conseguir las mejores escenas de tensión.
Las interpretaciones son muy eficientes, lo mismo que la fotografía y la música. Buena dirección también del especialista Ken Wiederhorn ("A House in the Hills") y estupendos FX de Tom Savini.
Pese a no ser una película muy novedosa a nivel argumental, consigue engancharte desde el principio y mantenerte en constante inquietud hasta un final, previsible, pero muy bien resuelto.
A destacar que Jennifer Jason Leigh realizó aquí su primer papel importante. Absolutamente recomendable.