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Voto de deivi:
7
21 de febrero de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cadillac records recrea, con especial intención melómana, una de las mejores épocas en el mundo de la música negra, se materializa en las formas de un biopic múltiple y logra un curioso recorrido por los nombres más influyentes y determinantes surgidos del sello discográfico Chess Records, su directora, Darnell Martin, sale victoriosa de la enmienda pero en su camino muestra una cierta incapacidad para abarcar el amplio abanico de celebridades con las que alterna, eso le resta cierta capacidad dramática y dispersa la atención entre numerosos e interesantes artistas que pedían a gritos una atención mucho más centralizada, algo que no esconde el impoluto acabado artístico de una cinta excelentemente realizada por una mujer con enorme experiencia televisiva (Life on Mars, Anatomía de Grey, Law & order).
La historia centra sus miras en Leonard Chess (un soso Adrian Brody), y en la creación de su propio sello musical, el cual servirá de escaparate a personajes importantísimos en las futuras generaciones musicales, como el guitarrista Muddy Waters (sensacional Jeffrey Wright), Little Walter (Columbus Short), Chuck Berry (sorprendente Mos Def) o Etta James (resplandeciente Beyoncé), músicos que forjaron en sus estilos y sonidos uno de los cimientos más prósperos y dichosos de géneros como el blues, country, Rhythm and blues o el rock and roll, agrupando gran parte de la base rítmica del rock moderno, Elvis Presley, Rolling Stones o Led Zeppelin, algo que ya forma parte de la cultura popular contemporánea, y esa proposición educativa que habla con nostalgia y crónica disyuntiva se aprecia muy bien en la película de Martin, no solo en el brillante tratamiento sonoro, sino en el compacto armazón dramático que sabe sacar a sus actores, todos ajustados y entregados, o al meritorio dibujo racial de una época difícil y discriminatoria, espectros hábilmente insinuados de un film atractivo, cálido y con fuerte trasfondo reivindicativo.
Cadillac Records antepone en su mirada evocadora el interés por algunos nombres en detrimento de otros, así se echa en falta mayor hincapié en figuras como Chuck Berry o Etta James, o en el cortísimo papel de Willie Dixon encarnado por Cedric the Entertainer, pero en definitiva se visualiza como un gran documento histórico, que aunque disperso, suena en gratificantes ritmos estereofónicos.
Continúo en spoiler por falta de espacio.
La historia centra sus miras en Leonard Chess (un soso Adrian Brody), y en la creación de su propio sello musical, el cual servirá de escaparate a personajes importantísimos en las futuras generaciones musicales, como el guitarrista Muddy Waters (sensacional Jeffrey Wright), Little Walter (Columbus Short), Chuck Berry (sorprendente Mos Def) o Etta James (resplandeciente Beyoncé), músicos que forjaron en sus estilos y sonidos uno de los cimientos más prósperos y dichosos de géneros como el blues, country, Rhythm and blues o el rock and roll, agrupando gran parte de la base rítmica del rock moderno, Elvis Presley, Rolling Stones o Led Zeppelin, algo que ya forma parte de la cultura popular contemporánea, y esa proposición educativa que habla con nostalgia y crónica disyuntiva se aprecia muy bien en la película de Martin, no solo en el brillante tratamiento sonoro, sino en el compacto armazón dramático que sabe sacar a sus actores, todos ajustados y entregados, o al meritorio dibujo racial de una época difícil y discriminatoria, espectros hábilmente insinuados de un film atractivo, cálido y con fuerte trasfondo reivindicativo.
Cadillac Records antepone en su mirada evocadora el interés por algunos nombres en detrimento de otros, así se echa en falta mayor hincapié en figuras como Chuck Berry o Etta James, o en el cortísimo papel de Willie Dixon encarnado por Cedric the Entertainer, pero en definitiva se visualiza como un gran documento histórico, que aunque disperso, suena en gratificantes ritmos estereofónicos.
Continúo en spoiler por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
LO MEJOR: Beyoncé Knowles, la diva, la estrella se come la pantalla cada vez que entra en escena, una mujer que está mimando con inteligencia su carrera artística, alternando su faceta vocal con la interpretativa y que vence en su mezcla de talento, belleza y glamour, una verdadera todoterreno que prueba aquí incluso en tareas de productora. Las labores de Anastas N. Michos en la fotografía y la meticulosa recreación del Chicago años 50.
LO PEOR: Que parece acogerse con premura al dicho de quien mucho abarca poco aprieta, no pudiendo sintetizar correctamente todo lo que intenta contar, y Adrien Brody que anda unos peldaños por debajo del resto del numeroso reparto.
LO PEOR: Que parece acogerse con premura al dicho de quien mucho abarca poco aprieta, no pudiendo sintetizar correctamente todo lo que intenta contar, y Adrien Brody que anda unos peldaños por debajo del resto del numeroso reparto.