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Voto de martins:
9
8,0
158.280
Ciencia ficción. Thriller. Intriga. Acción
Dom Cobb (DiCaprio) es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal. Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la ... [+]
7 de agosto de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ocasiones, hay indicios suficientes para pensar que el mundo del cine comercial parece caminar hacia la autodestrucción. Pero entonces llega el señor Christopher Nolan y te devuelve toda la fe en el séptimo arte. Un arte que, entre otros muchos, recibe el apelativo de “fábrica de sueños” por su capacidad de introducirnos a través de los sentidos en realidades que no existen, hasta el punto de creer que formamos parte de ellas. Origen es posiblemente la película que mejor ilustra este concepto.
Nolan construye un laberinto hipnótico y multidimensional que te atrapa y te arrastra de principio a fin, con una estructura compleja, pero accesible con un mínimo de atención por parte del espectador. Desde el primer minuto, toma un ritmo trepidante que Nolan controla a la perfección en todo momento y que se va bifurcando a modo de muñecas rusas (una realidad dentro de otra) a merced de un trabajo de montaje magistral. Una película a la que algunos detalles privan de llegar a la perfección, pero que ya forma parte de las grandes obras del cine contemporáneo.
Origen no es matemática, no todo sigue una norma establecida, e incluso algún detalle se puede considerar algo riguroso, pero en el fondo es lo mismo que pasa en nuestro subconsciente. Todos hemos experimentado los sueños y todos nos hemos levantado algún día condicionados por lo que acabamos de soñar, por lo que la película resulta mucho más cercana de lo que parece.
El trabajo de los actores, sin ser extraordinario, es notable. Leonardo DiCaprio sigue consagrándose como un actor muy sólido y con una capacidad de dar credibilidad a sus personajes que antes no tenía, a pesar de que sigo pensando que sus papeles se asemejan mucho entre sí. A su lado, destacan Joseph Gordon-Levitt y Ellen Page.
Para el final, Nolan nos reserva una escena genial, controvertida y con algo de mala intención, en la que muestra esta voluntad de no dar nada masticado al espectador. No para engañarlo, ni subestimarlo, sino para hacerlo partícipe de su idea, para convertirlo en el primer nivel de este proceso llamado “origen”.
Nolan construye un laberinto hipnótico y multidimensional que te atrapa y te arrastra de principio a fin, con una estructura compleja, pero accesible con un mínimo de atención por parte del espectador. Desde el primer minuto, toma un ritmo trepidante que Nolan controla a la perfección en todo momento y que se va bifurcando a modo de muñecas rusas (una realidad dentro de otra) a merced de un trabajo de montaje magistral. Una película a la que algunos detalles privan de llegar a la perfección, pero que ya forma parte de las grandes obras del cine contemporáneo.
Origen no es matemática, no todo sigue una norma establecida, e incluso algún detalle se puede considerar algo riguroso, pero en el fondo es lo mismo que pasa en nuestro subconsciente. Todos hemos experimentado los sueños y todos nos hemos levantado algún día condicionados por lo que acabamos de soñar, por lo que la película resulta mucho más cercana de lo que parece.
El trabajo de los actores, sin ser extraordinario, es notable. Leonardo DiCaprio sigue consagrándose como un actor muy sólido y con una capacidad de dar credibilidad a sus personajes que antes no tenía, a pesar de que sigo pensando que sus papeles se asemejan mucho entre sí. A su lado, destacan Joseph Gordon-Levitt y Ellen Page.
Para el final, Nolan nos reserva una escena genial, controvertida y con algo de mala intención, en la que muestra esta voluntad de no dar nada masticado al espectador. No para engañarlo, ni subestimarlo, sino para hacerlo partícipe de su idea, para convertirlo en el primer nivel de este proceso llamado “origen”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y es que, por encima de todo, Christopher Nolan es el primero que ejecuta éste “origen” al espectador. Como si, mientras miramos la película, estuviésemos conectados a la máquina utilizada por Dom Cobb y el resto de personajes. Como si estuviésemos soñando, Nolan entra en nuestro subconsciente y va inculcando esta idea llamada Origen. Dos horas y media que parecen mucho menos (lo mismo que pasa en la película) y donde nuestra mente no cesa de trabajar para intentar encontrar la salida al laberinto planteado (lo mismo que hacen los personajes). La única diferencia podría ser que Nolan lleva a cabo este “origen” estando nosotros conscientes, pero debemos recordar que estamos en el cine, en la “fábrica de sueños”. Se acaba la película y nos despertamos, pero la idea está implantada en nuestra mente y ya no desaparecerá. Esto es Origen.