El hombre sin sombra, con honestidad, me gustó en el momento de su estreno. La encontré una película puramente evasiva y pulp, de lo más entretenida y bien hecha.
Años después ha envejecido honestamente mal, sus innovadores efectos visuales, aunque correctos, han sido superados, y ves que la historia no da para más de media hora.
Poco puede hacer el otora gran Verhoeven con un guión rastrosamente malo, revisión gore de el mito, pero que pese a los muchos litros de sangre falsa que se debieron de gastar es extremadamente correcto y pudoroso. La narración es tremendamente lineal, repetitiva, casi aburrida, pese a que te ríes en la mayor parte del metraje (¿sería la intención de los responsables?). La cámara de Verhoeven parece la de un principiante. Y el reparto no hay por donde cogerlo. Cada uno parece estar haciendo una película distinta, no hay cohesión en intenciones ni resultados. Bacon, Shue y Brolin han demostrado en más de una ocasión que son grandes. También han demostrado en más de una ocasión que pueden estar más perdidos que un panda en la luna. Y aquí lo están. Ninguno de los tres se cree sus papeles. Los tres lo exageran hasta la extenuación. Son y están fríos como un bisturí. Tanto que esperas que la maldita estación explote de una vez por todas con todos ellos dentro.