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Voto de Lizzie_Bennet:
9
7,0
68.514
Fantástico. Aventuras. Drama
El final ha llegado. Harry, Hermione y Ron tendrán que recuperar la espada de Gryffindor para encontrar y destruir los últimos horrocruxes. Mientras tanto, Lord Voldemort está a punto de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter. La única esperanza de Harry es encontrar los horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. Buscando pistas, descubre una antigua y olvidada historia: la ... [+]
22 de julio de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha llegado el final. Parecía que nunca llegaría, pero ya está aquí. Es una realidad.
Mis andaduras con Potter comenzaron en el año 2001, cuando mi madre y mis hermanas me llevaron a ver "Harry Potter y la Piedra Filosofal". Yo tenía 12 años, y aún recuerdo la emoción que me embriagó al ver la primera película. Me encantó, y en mi cumpleaños me regalaron el primer libro de la serie. Al año siguiente ocurrió lo mismo con la segunda entrega, y así sucesivamente. Mi romance con Potter ha sido largo, abarcando mi transición de niña a mujer. Y una vez superado este ataque de nostalgia, voy a centrarme en la película en cuestión.
"Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 2" es una película que me hizo llorar. Una auténtica maravilla. No encuentro palabras suficientes para describirla. A pesar de ser la segunda mitad de una sola película, funciona bastante bien por sí sola. Y al igual que en Parte 1, la película consigue ser muy fiel a la novela, aunque con sus habituales libertades. Se han reservado los mejores momentos de la novela para esta última entrega.
Tras un prólogo brillante en Gringotts, a la media hora ya estamos en Hogwarts, donde transcurrirá toda la cinta. A diferencia de Parte 1, el ritmo es tan trepidante que a veces da la sensación de ir demasiado rápido. He de confesar que esperaba más acción. La batalla es muy épica, pero en ocasiones quedaba en un discreto segundo plano, aunque si eso ha servido para profundizar en los personajes y sus acciones, me parece perfecto.
David Yates continua el buen hacer que ya demostró en la primera parte. La fotografía es espléndida, y muy oscura. La banda sonora es magnífica. Desplat nos ha regalado su mejor partitura en esta entrega, con piezas muy épicas y otras cargadas de gran sentimiento en perfecta armonía. Ha sido un acierto por su parte rescatar algunos de los mejores temas de John Williams y Nicholas Hooper, anteriores compositores de la saga.
Mención de honor a Alan Rickman y a su magnífico Severus Snape. He amado a Severus como nunca. La película comienza con un plano de su rostro, aparentemente impasible, mientras que su mirada nos dice mucho más, dejándonos claro que se va a robar la función. Rickman es DIOS. ¡Qué gran actor! Se merece un Oscar por esta interpretación.
Ralph Fiennes se luce como Lord Voldemort, y Daniel Radcliffe ofrece una interpretación impecable, su Harry tiene una fortaleza de hierro. Emma Watson y Rupert Grint se complementan a la perfección, destacando éste último en su faceta más cómica. Michael Gambon vuelve a dar una lección magistral como Dumbledore. El resto del reparto cumple con la corrección habitual.
Parte 2 representa un broche de oro para una saga muy especial. Al terminar la proyección, el público estalló en aplausos como si de una obra de teatro se tratase. Yo también aplaudí.
Siento que ha terminado una etapa de mi vida. Pertenezco a la generación Potter, me he criado con él. Adiós Harry. Te echaré mucho de menos.
Mis andaduras con Potter comenzaron en el año 2001, cuando mi madre y mis hermanas me llevaron a ver "Harry Potter y la Piedra Filosofal". Yo tenía 12 años, y aún recuerdo la emoción que me embriagó al ver la primera película. Me encantó, y en mi cumpleaños me regalaron el primer libro de la serie. Al año siguiente ocurrió lo mismo con la segunda entrega, y así sucesivamente. Mi romance con Potter ha sido largo, abarcando mi transición de niña a mujer. Y una vez superado este ataque de nostalgia, voy a centrarme en la película en cuestión.
"Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 2" es una película que me hizo llorar. Una auténtica maravilla. No encuentro palabras suficientes para describirla. A pesar de ser la segunda mitad de una sola película, funciona bastante bien por sí sola. Y al igual que en Parte 1, la película consigue ser muy fiel a la novela, aunque con sus habituales libertades. Se han reservado los mejores momentos de la novela para esta última entrega.
Tras un prólogo brillante en Gringotts, a la media hora ya estamos en Hogwarts, donde transcurrirá toda la cinta. A diferencia de Parte 1, el ritmo es tan trepidante que a veces da la sensación de ir demasiado rápido. He de confesar que esperaba más acción. La batalla es muy épica, pero en ocasiones quedaba en un discreto segundo plano, aunque si eso ha servido para profundizar en los personajes y sus acciones, me parece perfecto.
David Yates continua el buen hacer que ya demostró en la primera parte. La fotografía es espléndida, y muy oscura. La banda sonora es magnífica. Desplat nos ha regalado su mejor partitura en esta entrega, con piezas muy épicas y otras cargadas de gran sentimiento en perfecta armonía. Ha sido un acierto por su parte rescatar algunos de los mejores temas de John Williams y Nicholas Hooper, anteriores compositores de la saga.
Mención de honor a Alan Rickman y a su magnífico Severus Snape. He amado a Severus como nunca. La película comienza con un plano de su rostro, aparentemente impasible, mientras que su mirada nos dice mucho más, dejándonos claro que se va a robar la función. Rickman es DIOS. ¡Qué gran actor! Se merece un Oscar por esta interpretación.
Ralph Fiennes se luce como Lord Voldemort, y Daniel Radcliffe ofrece una interpretación impecable, su Harry tiene una fortaleza de hierro. Emma Watson y Rupert Grint se complementan a la perfección, destacando éste último en su faceta más cómica. Michael Gambon vuelve a dar una lección magistral como Dumbledore. El resto del reparto cumple con la corrección habitual.
Parte 2 representa un broche de oro para una saga muy especial. Al terminar la proyección, el público estalló en aplausos como si de una obra de teatro se tratase. Yo también aplaudí.
Siento que ha terminado una etapa de mi vida. Pertenezco a la generación Potter, me he criado con él. Adiós Harry. Te echaré mucho de menos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Todas las escenas de Severus Snape me impactaron. Por fin se ha hecho justicia con este gran personaje, crucial para el desenlace. Su muerte es dura y seca, volviéndose muy emocionante en sus últimos momentos. Y sus recuerdos…Totalmente conmovedores. Los pequeños Severus y Lily, la desesperación del Snape adulto, la verdadera naturaleza de su relación con Dumbledore, la revelación de su patronus…Lo mejor de la película, con diferencia. Aquí es donde Rickman saca toda la artillería. No puedo sacarme de la cabeza la imagen de Severus abrazando el cadáver de su amada Lily... ¡Lo que llegué a llorar!
Voldemort también consigue brillar con luz propia. Le vemos más presente, humanizado (y divertido). Somos testigos de cómo va perdiendo la frialdad y el temple al que nos tiene acostumbrados, dejándose llevar por su lado más salvaje y despiadado. Su enfrentamiento final con Harry es brutal, en especial el momento en el que ambos saltan al vacío.
El esperadísimo beso entre Ron y Hermione fue muy apasionado y arrancó los aplausos del público, al igual que la muerte de la serpiente Nagini a manos del insospechado héroe Neville Longbottom. La escena de la Piedra de la Resurrección destacó por su emotividad.
El epílogo diecinueve años después es muy tierno. Ver a unos adultos Harry, Ginny, Ron, Hermione y Draco llevando a sus respectivos hijos al expreso de Hogwarts es el final más mágico que J.K. Rowling pudo dar a la saga. La vida sigue…Y todo vuelve a comenzar.
Voldemort también consigue brillar con luz propia. Le vemos más presente, humanizado (y divertido). Somos testigos de cómo va perdiendo la frialdad y el temple al que nos tiene acostumbrados, dejándose llevar por su lado más salvaje y despiadado. Su enfrentamiento final con Harry es brutal, en especial el momento en el que ambos saltan al vacío.
El esperadísimo beso entre Ron y Hermione fue muy apasionado y arrancó los aplausos del público, al igual que la muerte de la serpiente Nagini a manos del insospechado héroe Neville Longbottom. La escena de la Piedra de la Resurrección destacó por su emotividad.
El epílogo diecinueve años después es muy tierno. Ver a unos adultos Harry, Ginny, Ron, Hermione y Draco llevando a sus respectivos hijos al expreso de Hogwarts es el final más mágico que J.K. Rowling pudo dar a la saga. La vida sigue…Y todo vuelve a comenzar.