A ver por donde empiezo. Primero decir que me tienen harto estas películas indie o que simulan el estilo indie, donde no cuentan nada interesante. Da pena ver a tal elenco de calidad reunido en este despropósito, completamente desaprovechado, haciendo algo tan penoso. Increíble que diga la critica que Edward Norton debería hacer más papeles así, pues creo que es lo peor que ha hecho jamás. La historia de amor entre muchachitos da asco por estar contada de manera tan ridícula. Si la película hubiese sido mínimamente seria, la cosa cambiaría bastante, como tantas historias de amor entre jóvenes, ya sea en la literatura o en el cine (Stephen King sí que sabe contar buenas historias al respecto, como en Corazones en Atlántida), que han sido narradas con mucho mejor resultado. Después de tantos años sin ver a Harvey Keitel en la pantalla, cuesta creer que lo hayan recuperado para tal ridiculez, vaya forma más fraudulenta de volver a la interpretación. Hoy en día cualquiera te hace una porquería sin sentido y lo consideran cine de culto. Hay unas cuantas escenas sin sentido que dan vergüenza ajena de lo mala que son, parecen de serie B; esto lo hace un director desconocido y lo crucifican. Otro tema recurrente en muchas cintas es el de los Scouts, que nunca me hicieron maldita gracia, ¿qué demonios se supone que son?, ¿militares afeminados?, ¿aprendices de guardabosques? Y a todos los que le pusieron una nota tan alta a esto les pregunto si también fueron alcanzados por un rayo y sus cerebros han dejado de funcionar, porque sino no se explica tanta puntuación y buenas críticas. Es la primera película que veo de este director, pero me parece que no volveré a repetir. Lo único destacable es que Bruce Willis siempre está bien con ese peinado tontorrón y sus gafas gruesas, look que ya ha explotado en otras películas. Y a la chica la habrán elegido en el casting por parecer una hermana pequeña de Emma Watson. Sobra decir que la película se me hizo eterna, a pesar de durar menos de hora y media. Pero bueno, la culpa es mía por hacer caso a la crítica, y volver a llevarme una decepción, lo que demuestra que no se puede confiar en la opinión de los demás, hay que ver las cosas por uno mismo.