El documental empieza tremendamente bien. En el primer capítulo te explican la desaparición de las niñas y todo el asqueroso círculo mediático alrededor, con una grandísima labor de recopilación de imágenes (lo cuál se mantiene en los 5 capítulos).

Pero lo malo empieza a llegar pronto, y acaba explotando sin remedio en el último capítulo. Hablemos claro: con todos los datos en la mano, a día de hoy es IMPOSIBLE saber que ocurrió. Asimismo, es IMPOSIBLE dar por buena la versión oficial del caso. Habrá distintas opiniones, gente que piensa una cosa y gente que piensa otra. Pero la versión oficial no tiene ni pies ni cabeza. Pues bien, estos señores se centran única y exclusivamente en vender que esta versión es la buena. ¿Cómo?. MANIPULANDO. Dando ciertos datos de la investigación, pero silenciando otros. Explicando algunas cosas en detalle y pasando por encima en otras. Dando por verdades absolutas los testimonios de ciertos testigos que, si investigas un poco, descubres lo tremendamente turbios que son (esto se repite constantemente durante el documental). Y, por contra, manipulando al espectador hacia otros (El plano de la entrevista a Juan Ignacio Blanco, un picado en una habitación oscura, con crucifijos al fondo... está hecho aposta para que pienses que está completamente ido, es una barbaridad).

¿Qué ha sido lo mejor?. Que dijeron que con este documental "se iba a dar carpetazo al caso Alcásser" y al final lo único que han conseguido es reavivar el interés por resolverlo de una vez por todas. Y, por cierto, que a veces se nos olvida... No es "El caso Alcásser". Es "El Crimen de Alcásser". El asesinato de unas niñas inocentes. Menos amarillismo.