Buena y respetuosa traslación de la obra del escritor inglés D.H. Lawrence (1885-1930), que fue considerado un pornógrafo por la mojigata sociedad de su época.

La insustancial vida de la joven Constance Reid, casada con un hacendado militar, paralítico por heridas de guerra, experimentará un gran cambio, en todos los sentidos, especialmente en lo que concierne a la recuperación de la pulsión sexual, al conocer y tratar al arisco guardabosques de la enorme finca de los Chatterley. Clifford, el marido, no vería con malos ojos una efímera aventura que posibilitara un embarazo, siempre que el donante de esperma fuera lejano y de origen noble. Las cosas se complican, para todos, cuando a la pasión se unen el amor y los convencionalismos.

Pascale Ferran consigue que la sensualidad no inunde los terrenos limítrofes por los que transcurren el resto de aconteceres complementarios de una pareja en plena comunión carnal. Consigue un difícil equilibrio que cede protagonismo a una hermosa naturaleza, aliada de los amantes; te informa de los primeros movimientos obreros de la revolución industrial y deja claro que, también, para algunas clases sociales de aquellos días, el estatus no debe ser víctima de los irreflexivos ardores: Mejor rica hipocresía, que sincero amor a pan y cebolla.