En la historia del cine hemos visto como algunas películas se convertían en series de éxito, y como películas de éxito erán transformadas en series de televisión. Lo que nunca había ocurrido es que un capítulo de una serie de éxito haya sido la base para conformar una película; o mejor dicho, que un capítulo de una serie de éxito haya dado lugar a un libro, que a su vez haya dado lugar a una película. Pero más sorprendente sería, si cabe, una película basada en un libro de auto-ayuda para problemas matrimoniales, que a su vez se base en un capítulo de una serie de éxito. Increíblemente, está película es el fruto de esa curiosa situación.

Tal y como ocurre en la serie en la que se "basa", vemos a varias mujeres modernas que tratan de asumir su condición de mujeres modernas mientras luchan por ser comprendidas y comprender el extraño comportamiento hacia ellas de unos hombres. ¡Vamos, "Mujeres en Nueva York" a pequeña escala!

Sin embargo, al tener parte de su origen en un libro que trata de ayudar a las parejas con problemas, esta película tiene la capacidad de poder llegar a un público más amplio que la citada serie y muestra de una manera más realista los problemas de las relaciones entre pareja. De hecho, ese es el fuerte de la película: trata muy bien las causas de ruptura de una pareja y permite deleitarnos con diversas situaciones entrañables.

La otra virtud de la película es haber sido capaz de reunir a una auténtica constelación de estrellas de cine. De los cuales, destacar a una siemrpe maravillosa Scarlett Yohanson, y la desconocida Ginnifer Goodwin. La parte negativa es la infrautilización de Drew Barrymore, y la sobreactuación en algunos momentos de Jennifer Connelly.