Si ingleses y franceses fueron capaces de unir un montón de cortos hablando del amor, en Love Actually y Paris je t'aime... ¿Por qué los españoles no lo podemos hacer? No sólo hemos sido capaces de hacerlo, sino que hemos conseguido un producto bastante decente. La diferencia es que mientras Paris je t'aime pretendía internacionalizarse mezclando todo de directores y Love Actually mantenía su peculiar caracter británico; en 8 citas se pone de manifiesto nuestra propia personalidad con historias frescas llenas de humor descarado, pero muy entrañables.

Sin embargo, en ésta ocurre lo mismo que en las otras, no se puede mantener un nivel homogéneo en todos los cortos. Mientras que algunas historias son muy buenas, otras no lo son tanto. Entre las buenas destacaría una cuarta historia que parodia de una manera estrabagante e hilarante la primera toma de contacto de un chico con la familia de su novia, la tercera que nos escenifica ese dicho de que en una cita quien lo tiene más claro es la chica, y la quinta del club de intercambio de parejas (buenísimo el final y la cara que se le queda al marido). Las peores tal vez sean la última y la de los celos (la sexta).

Su mayor punto negativo tal vez sea la fallida intención de entremezclar todas las historias que resulta demasiado forzada. Su mayor punto positivo es la poca cantidad de historias. A diferencia de ésta, Paris je t'aime termina cansando por cantidad. Del resto, destacar también su muy bien cuidado montaje y muy bien pensado vestuario.

En cuanto los actores lamentar una Belén Rueda que, si bien es cierto que tiene una aparición muy breve, no consigue entusiasmar como en otras películas. Por suerte el resto de los actores están muy bien, especialmente Verónica Echegui, Jordi Vilches, y Miguel Angel Solá.