Easy rider tiene una base de entusiastas importante, porque básicamente fue el fin de una generación, sobretodo de un movimiento que pretendía cambiar el mundo y no pudo, por la incapacidad de comprensión de parte de la sociedad con un miedo atroz a cambiar, por supuesto que el gobierno tampoco quería y saboteo en numerosas ocasiones el movimiento de los años 60.

Esta película define esa nueva cultura, esa otra manera de entender la sociedad. Dennis Hopper tuvo la valentía para hacerla en un momento idóneo, él ya intuía la caída del movimiento el saboteo constante a esa manera de pensar...

En términos de técnica la película es sorprendentemente creativa y poco ortodoxa, recibe influencias del cine de autor europeo, como la corriente del cine italiano comenzado por Antonioni pero también de los westerns de toda la vida. La cámara se libera, respira, tiene sentido, en muchas ocasiones deslumbra tanto que se le perdonan puntuales errores de montaje.