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Voto de Plácido Eldel Motocarro:
8
Drama Biopic sobre el boxeador Rocky Graziano, un joven italoamericano que, después de su paso por distintos reformatorios, se convirtió en campeón de boxeo de los pesos medios. Acostumbrado a la violencia del East Side neoyorquino, Rocky encontró el éxito en el ring gracias a una combinación de talento, ambición y tenacidad. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2023
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Una nueva de esas viejas historias de boxeadores, esta vez con escenas verdaderamente brutales, sobre todo cuando retrata la infancia de Rocky Graziano y la relación de éste con un padre, un viejo boxeador fracasado entregado al alcoholismo, del que sólo recibió alguna que otra paliza y un buen pestazo a vino, en las propias palabras de Graziano, que el padre, cruelmente, le devolverá, en una escena memorable, cuando más precisa, Rocky, de su ayuda...

Rocky Barbella (Graziano), un hombre condenado por nacimiento, que cómo delincuente juvenil probará pronto los sinsabores de la vida entre correccionales y presidios militares, pero su propia furia le salvará de su destino, cuando por unos dólares intervenga en algunos combates de boxeo. Y es tal la rabia que lleva dentro que nadie jamás será capaz de noquearle. Pero esta tabla de salvación, sólo es una herramienta, una oportunidad, quien realmente le redimirá, será una mujer, la mujer con la que se casará y que pondrá orden en su vida...

La ventaja del blanco y negro en estos relatos, en que se recrean escenas de cuadrilátero, es la de no ensañarse en planos sangrientos, a los que el color está siempre tan tentado. Una fotografía en blanco y negro que acentúa, aún más, la parte que le toca cómo cine negro... Para una película con tintes biográficos sobre la vida del campeón mundial de peso medio, Rocky Graziano, cuyo papel lo iba a hacer el malogrado James Dean, y que representó, finalmente, Paul Neuman; en la que, personalmente, creo que es la mejor interpretación de su carrera, en una cinta en la que hallamos a un gran Sal Mineo, a una conmovedora Eileen Heckart en el papel de madre de Rocky y una soberbia y angustiosa interpretación de Harold J. Stone en el padre de éste. Y una vez más he de descubrir mi cabeza, pese a mi poco pelo, ante el polifacético Robert Wise, ante su maestría tras la cámara, en el dominio de los planos en las secuencias boxísticas (de las que su mejor ejemplo, lo hallarán en "Nadie pude vencerme") y el saber tocar todos los palos, el saber bailar con cualquier melodía...
Plácido Eldel Motocarro
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