Dicen que la familia es lo primero. Y que se hace cualquier cosa por la familia. Cualquier cosa...

En 'Hogar' nos presentan la historia en el lado de un protagonista con el que desde el principio es sencillo empatizar: un hombre que ha llegado lejos, y que de la noche a la mañana ve peligrar todo. Y entonces nos involucramos en su plan, deseamos que tenga éxito porque nos genera impotencia su situación actual.

Hasta que vemos su 'modus operandi'. Es entonces cuando nos empezamos a sentir mal, y gradualmente cada vez peor. Y ahí, escarbando en los entresijos de la perversión, es donde nos damos cuenta que el fin no justifica los medios. Que no, hombre. Que no todo vale.

Inmediatamente nos arrepentimos de haberle  acompañado. Pero ya es demasiado tarde. Tejer los hilos con esa maestría y tener esa alta capacidad de persuasión solo está a la altura de los mejores manipuladores natos. No obstante, hasta los mejores planes pueden tener fisuras.

Obscena, atrevida y con un final tremendamente acertado. Es cierto que por momentos es predecible, pero aún así gran película que, acorde con su título, nos hace sentir como en casa a la vez que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia moralidad.

¿Hasta donde seríais capaces de llegar vosotros?